“Con otros jueces buscamos humanizar la realidad carcelaria”, aseguró la magistrada María Jimena Monsalve

sábado, 5 de enero de 2019
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05/01/2019 – María Jimena Monsalve está a cargo del Juzgado Nacional de Ejecución Penal número 5 de la ciudad de Buenos Aires. Acompaña a la Fundación Los Espartanos junto a Coco Oderigo e integra el grupo de jueces que junto a la Iglesia de Argentina trabaja por la reinserción social de las personas que están presas. Además integra la Mesa de Diálogo de la Pastoral Carcelaria que lucha por la inclusión social, la seguridad y la justicia.

“Nací en el barrio porteño de Flores, somos tres hermanas y yo soy la mayor. Las tres nos llamamos ´María`. Fui al colegio Nuestra Señora de la Misericordia, que fue el mismo al que fue el papa Francisco y al que hoy van mis hijos. Fui criada con mucho amor y afecto por mis padres. Desde chica decía que quería ser jueza, apareció tempranamente el tema del derecho”, indicó Monsalve. Y agregó: “Jorge Bergoglio era vicario de Flores y él confirmó a mis hermanas. Yo lo veía siempre cuando daba las misas de las ex alumnas del Misericordia de Flores”.

“En casa teníamos el hábito de ir a misa los domingos, mi tía Marta era la que nos llevaba. Recuerdo que rezábamos al ángel de la guarda antes de dormir porque nuestra abuela nos regaló esta tradición. Y recuerdo con mucho cariño mi primera comunión”, también recordó, emocionada, María Jimena. Y contó: “Llegar a la magistratura fue algo satisfactorio pero no fue algo que busqué, solo se dio. Disfruto mucho lo que hago, siento que tiene una función social muy importante”. Monsalve destacó que “en la Argentina hay 92 mil personas presas. Para ellos hay que generar oportunidades, hay que integrarlos socialmente. Pensamos que porque una persona está privada de la libertad, ya no existe. Eso no está bien. Son personas que no toman decisiones en la cárcel y pretendemos luego que, cuando sean liberadas, tomen buenas decisiones. Hay que ayudarlas para eso”.

La magistrada sostuvo que “no debe ser la cárcel la primera opción, hay que buscar otras para mejorar nuestra calidad de vida como sociedad. Esto no quiere decir que no haya sanción penal para estas personas. Pero para poder reducir la cantidad de víctimas en la Argentina hay que trabajar en la integración social También hay que dar la batalla en la prevención y en la reducción del consumo de drogas, que es algo que tiene un vínculo íntimo con el delito”.

Monsalve también dijo: “Encuentro a Jesús en el prójimo, en el que sufre, en el que no tiene oportunidades. Veo cuán áspero es el sistema judicial, es poco comprensivo con la realidad humana. Hay mucha indiferencia y mucha despersonalización. Hay muchos jueces que no caminan las cárceles. Pero también fui encontrado aliados en otros colegas. En el 2016 armamos un grupo de jueces que fuimos a ver al papa Francisco porque visitar a los presos es una de las obras de misericordia. Los que buscanos es concientizar sobre lo que realmente pasa en las cárceles. Allí hay niños que viven en la cárcel junto a su madre. Además queremos que se sepa la realidad de las mujeres madres, que es muy diferente de la de los varones. Buscamos visibilizar todo esto”.  La magistrada expresó: “Yo soy conciente que tengo la vida de una persona en mis manos cada vez que falló en un caso. El valor de la justicia está muy presente en el Evangelio de Jesús”.

Finalmente, María Jimena nos dejó esta oración:

Dios mío, te ruego hagas de mí un instrumento

para confortar a aquéllos que sufren, que necesitan atención y cuidado,

mientras esperan recuperar su libertad.

Ayúdalos a mantenerse constantes y pacientes,

que tengan fuerzas para llevar adelante el encierro con dignidad.

Protégelos y contribuye a que se perdonen a ellos mismos por sus faltas.

Construye un horizonte para que puedan purgar su pena en paz.

Conforta a sus familias y dales consuelo.

Bendice a los niños que viven el encarcelamiento con sus mamás.

Oremos para lograr que no haya ningún niño viviendo encarcelado.

Amén.