07/05/2022 – El padre Armando Dessy, canciller del obispado de Quilmes y párroco emérito en Nuestra Señora de la Esperanza de Florencio Varela, tiene más de 50 años de sacerdocio. Con sus 81 años, recuerda aún el sábado 11 de abril de 1970 cuando en el templo parroquial de San Juan Bautista de Varela fue ordenado sacerdote por el entonces obispo de Avellaneda, monseñor Antonio Quarracino. Dessy fue bautizado, tomó su comunión y tuvo su confirmación en la misma parroquia. Armando suele acompañar al club Defensa y Justicia, el Halcón, por la cercanía pastoral que tiene con la institución. “Tengo un gran amor por la Virgen de Luján y mi primer destino sacerdotal fue la parroquia de Luján en Zeballos. Allí aprendí mucho sobre nuestra Madre”, reflexionó el octogenario sacerdote. “Por estos días tengo un dolor espiritual fuerte por la muerte del padre Carlos Abad, fallecido el lunes pasado a causa de un infarto a los 69 años de edad. En la diócesis estamos de duelo”, dijo el padre Armando.
“Soy el segundo de cinco hermanos, siempre en Florencio Varela. Mi infancia la tuve en la parroquia San Juan Bautista, donde estuve en la Acción Católica y en la Legión de María. Mi mamá era catequista y rezábamos el rosario por la radio con mis hermanos, así conocí a Jesús. Al terminar el secundario apareció la inquietud vocacional sacerdotal. Cursé los primeros grados de estudios primarios en el colegio Nuestra Señora del Sagrado Corazón de las Hermanas Franciscanas de Bonlanden y completé los mismos en la Escuela número 1 de la localidad natal. Realicé los estudios secundarios en el colegio Almirante Brown de Adrogué y el primer año de la carrera de Derecho en la Universidad Católica Argentina. Luego de realizar el servicio militar en la Policía Federal ingresé, en 1961, al seminario mayor San José de la Arquidiócesis de La Plata, donde estuve cuatro años. En 1965, y dado que Florencio Varela pasó a ser parte de la diócesis de Avellaneda, fui a cursar los cuatro años de la teología en la Facultad de Derecho de la Universidad Católica Argentina, viviendo en el Seminario de Villa Devoto”, recordó.
“Ordenado sacerdote en 1970, en junio de 1971 fui nombrado párroco de Nuestra Señora de Luján, de la localidad de Zeballos. Allí me encontró la creación de la nueva diócesis de Quilmes en 1976. Entonces, el obispo Jorge Novak me contó entre sus colaboradores desde los primeros tiempos: integré los Consejos de Consultores, Presbiteral y de Pastoral en forma ininterrumpida desde la creación de cada uno de ellos, siendo secretario de ellos algunos años. Actualmente, y desde el año 2008, me desempeño como canciller de la diócesis. El 4 de noviembre del 2000 comencé a hacerme cargo de la Parroquia Nuestra Señora de la Esperanza de Florencio Varela. Actualmente, y desde mayo de 2011, participo como asesor de la comisión local de la Fazenda de la Esperanza San Lorenzo”, relató el padre Dessy.
“Desde el 4 de setiembre de 2021, con 81 años de edad y 52 de presbítero, soy párroco emérito de la citada parroquia de la Esperanza de Varela y acompaño ministerialmente al equipo de tres diáconos permanentes que la atienden en la actividad pastoral, agradeciendo al Señor y a su Madre poder seguir sirviendo al Pueblo de Dios”, agregó. “Cada año bendigo las camisetas, el estadio y las instalaciones del club Defensa y Justicia, es un casa muy bien llevada. El club nació un 20 de marzo de 1935 y siempre tuvo finalidad social y más adelante apareció la inquietud deportiva”, aseveró el padre Dessy. “Yo creo en la providencia de Dios. Si no confiamos en Él, nos falta su presencia. Mi vida fue providencial, fue de esta manera, no de otra. La vida es así”, sintetizó.
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