“Cuando Dios llega a tu vida se acaban las ideologías”, dijo la joven Aneley Torrico

sábado, 14 de marzo de 2020
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14/03/2020 – Aneley Torrico es una joven rosarina de 20 años, que desde hace un tiempo ha decidido sumarse firmemente a favor de la vida. En marzo del año pasado, Aneley hizo una publicación en la red social Instagram que tuvo una repercusión inesperada. Lo hizo al compartir sobre su encuentro con Jesús y el cambio que provocó en su vida. “Mi familia está conformada por papá Mauricio, mi mamá Betty, mi hermano mayor, yo soy la del medio y mi hermana más chica. Mi infancia fue casi toda en una iglesia evangélica porque mi papá es pastor allí. De chica me encantaba acompañar a mi padre, tengo muchas cartas que le hice a Dios a esa edad”, indicó Torrico.

“Siempre supe que existía Dios y lo conocí durante el cambio que comencé hace en el 2018. Siempre escuché hablar de Él pero nunca lo viví. Cuando arranqué la secundaria seguía yendo a la iglesia, pero solo porque mis papas iban. Pero ya me aburría o no me gustaba estar ahí, quería hacer otras cosas, irme con mis amigas. Además, ellas no eran religiosas y a mí me daba mucha vergüenza decirles que no podía juntarme porque iba a una celebración”, relató Ani.

“De a poquito fue que me llamaba la atención hacer las cosas que hacían los demás y la iglesia me parecía aburrida, no le encontraba el sentido de estar sentada ahí porque no sentía nada. De más grande me puse rebelde y le dije a mi papá que no quería ir más y que no me podían obligar. Y a mis 14 años fue cuando comencé a ver otras realidades. Me enojaba con la fe y me decía: ´Qué tiene de malo salir a bailar, si no voy a hacer nada malo`. Ahora uno lo ve desde otro punto de vista pero en ese momento para mí era como que la iglesia era aburrida y me prohibía cosas”, sostuvo.

Respecto de su conversión dijo: “A fines del 2018, mis papás tenían unos pastores amigos que invitaban a mi hermana a un campamento de jóvenes en Bariloche. Y ella me invitó a ir también. Al principio dije que no pero después pensé que no podía perderme un viaje tan lindo por pensar distinto a las personas que iban a estar ahí. Cuando llegué al campamento, en la primera reunión me senté atrás de todos porque no quería escuchar, no quería saber nada de estar ahí. Pero cuando el pastor empezó a predicar yo empecé a llorar. No sabia por qué, no entendía que me pasaba. Fueron tres días igual, llorando y llorando. Cuando llegué a mi casa estaba muy confundida, no entendía porque estaba mal estar a favor del aborto, como lo venía haciendo En un momento decidí tirar al pañuelo verde que tenía y me dije: ´No se por qué esto está mal pero yo no quiero saber más de estas cosas`. En el momento que yo decido tirarlo, el Señor empezó a trabajar en mi corazón. Al tiempo mis amigas me dejaron de lado. Yo quería explicarles lo que me había pasado, que había experimentado algo lindo y quería que ellas también lo hicieran. Pero no lo logré”.

“En el campamento conocí a Dios y unos meses después hice la publicación en Instagram aclarando y dando a conocer mi cambio. Mis amigas me dejaron de hablar, mis familiares estaban todos muy contentos. Con ese mensaje quise expresar que la libertad que muchos estamos buscando no es la verdadera libertad. Hice un descargo en mis redes sociales dando a conocer al Dios de la vida, nunca había tenido una relación fuerte con Él. Siempre escuche que Dios era un Dios de amor pero nunca había experimentado ese amor. La verdad que jamás pensé que ese posteo iba a tomar la dimensión que tomó, ni siquiera fue con esa intención. Era un simple mensaje para que vean cómo Dios puede cambiarnos la vida. Cuando Dios llega a tu vida no hay ideología”, expresó Aneley.

“Sin Dios no lo hubiese podido hacer. ES increíble ver cómo se formó mi carácter, como soporté las criticas. Hoy siento que ninguna opinión vale más que la de Él. Me pueden criticar un montón pero yo sé que soy hija de Dios y que Él me ama. A partir del campamento cambió todo mi semblanza, siempre estaba enojada y ahora como que cambió todo: mis amistades, mi entorno”, sintetizó.

Por últmo, la joven rosarina compartió esta oración:

Señor Jesús: te pido que este testimonio pueda llegar a los corazones

de cada una de las personas que lo están escuchando,

sobre todo a esas chicas que están como un día yo lo estuve.

Así como cambiaste mi vida, hacelo con ellos.

Solo se que es tu amor el que puede cambiar cualquier realidad,

oro para que al escuchar esto ellos puedan experimentar tu amor,

tu abrazo que cura todo mal,

que puedan sentir que no están solos,

sino que hay alguien que los ama con todo su corazón

y dio su vida por ellos.

En el nombre de Jesús.

Amén