“Debemos compadecernos del que sufre”, aseguró monseñor Luis Fernández

lunes, 27 de julio de 2020


27/07/2020 – Monseñor Luis Fernández, obispo de Rafaela, compartió lo transitado junto a la comunidad que acompaña en el corazón de la provincia de Santa Fe. “Es una alegría estar en comunión con tanta gente, nos hace mucho bien el poder estar comunicados, sobre todo en estos tiempos en que estamos más tiempo dentro de la casa”, comenzó diciendo el pastor rafaelino.

En 1982 acompañé al entonces papa Juan Pablo II en la misa que celebró frente a la Basílica de Luján. Yo fui el encargado de liturgia de esa eucaristía. Fue una gracia especial que Dios me regaló. Fue muy casual todo. Juan Pablo II decidió muy rápidamente venir a la Argentina por la guerra de Malvinas porque antes había estado en Inglaterra. Hasta la gente del Vaticano se sorprendió por esa decisión y tuvieron que organizar el viaje a nuestro país en pocos días. Y como aquí el presidente de la comisión episcopal de Liturgia era mi obispo en Lomas de Zamora, monseñor Desiderio Collino me pidió que lo ayudara en la misa en Luján. Fue una sorpresa para mí venida de Dios. Yo tenía 30 y pico de años y hacía 6 que era sacerdote”, recordó monseñor Fernández.

“Nuestro país estaba en guerra, pero con lo que dijo el papa en esa noche en Luján nos puso en sintonía de paz, todos los fieles presentes comenzaron a pedirla. Y cuando terminó la misa, Juan Pablo II preguntó cómo se volvía a Buenos Aires y como le dijeron que lo más común era el colectivo, él pidió uno para trasladarse desde la Basílica a la estación de tren. Y le trajeron un ómnibus de la línea 501”, agregó. Ese coche, que fue utilizado el 11 de junio de 1982 por Su Santidad, hoy está en el Complejo Museográfico Enrique Udaondo de Luján.

Más adelante, el obispo de Rafaela sostuvo que “lo que puede ayudarnos para reconstruir la humanidad en medio de esta pandemia es tener ese sentimiento de dolor que Jesús nos enseñó que debemos tener en momentos como éste. Tenemos que aceptar esto que nos pasa desde el sufrimiento de cada ser humano. Debemos compadecernos del que sufre y sentir que somos frágiles en medio de este mundo. No es el poder humano el que va a solucionar esto, sino que, desde la fragilidad, tenemos que reconocernos hermanos. Con guerras, con desavenencias, con aislarnos los unos de los otros, no vamos a salir adelante. En nuestra patria es fundamental que superemos las grietas y las prepotencias para volver a sentirnos pueblo, para escucharnos y descubrir los valores que tenemos”.

“Estoy muy contento de conocer y recorrer la diócesis como lo he hecho. Rafaela es una comunidad muy ordenada. En cada pueblo ves unos templos hermosos que parecen unas catedrales, que reflejan el amor de la gente de esta tierra a Dios. Y este tesoro lo estamos trabajando con el clero, con los consagrados y con los laicos en el marco de la sinodalidad que nos pide el Concilio Vaticano II. Y estamos trabajando en la Asamblea del año que viene cuando cumpliremos 60 años como diócesis. Y lo hacemos, sobre todo en las parroquias, desde la metodología del ver, del oír, del juzgar y del obrar”, indicó.

Sobre su infancia, monseñor Fernández compartió: “Mis padres encontraron en Lomas de Zamora, en el Gran Buenos Aires, su lugar. Éramos muchos hermanos. Mi mamá falleció cuando yo era adolescente, y mi padre contrajo matrimonio y vino otro hermano más. También vivimos tres años en Ushuaia. Yo dejé unos años el colegio secundario cuando murió mi madre. Fui cadete cuando trabajé, entre los 13 a los 15 años. Y luego nos fuimos a Tierra del Fuego. Allí hubo un sacerdote que me acompañó y me dio mucha confianza, era Dios quien me hablaba.  Fue después monseñor Eugenio Peyru, un recordado y querido pastor fueguino. Y fue así que entre al seminario en La Plata”.

Monseñor Luis  Fernández nació en Lomas de Zamora, provincia de Buenos Aires, el 26 de octubre de 1946 y ordenado sacerdote en Roma, el 29 de junio de 1975 por el papa Pablo VI. Tras su ordenación sacerdotal se desempeñó en los siguientes cargos: de 1975 a 1978, vicario parroquial de la iglesia catedral Nuestra Señora de la Paz. De 1978 a 1988, vicerrector del Seminario Diocesano de la Santa Cruz, de Lomas de Zamora, del que luego fue rector de 1988 a 1991. En 1991 obtuvo la licenciatura en Teología Dogmática en la Pontificia Universidad Católica Argentina “Santa María de los Buenos Aires”, y entre 1991 y 1992 se especializó en Liturgia en la Universidad de Cataluña (Barcelona, España).

En 1992 el entonces obispo de Lomas de Zamora, monseñor Desiderio Elso Collino, lo designó vicario general de la diócesis, cargo en el que fue confirmado por los sucesivos obispos: monseñor Agustín Radrizzani SDB, y el actual, monseñor Jorge Rubén Lugones. En 1993 monseñor Collino lo nombró párroco de la Inmaculada Concepción, de Burzaco, oficio en el que se desempeñó hasta 1998. De 1992 a 2006, fue presidente de la Junta Regional para la Educación Católica, delegado por la región Buenos Aires en la Comisión Episcopal de Liturgia, y presidente de la Sociedad Argentina de Liturgia (SAL). De 1998 a 2008, fue miembro del Consejo Presbiteral de Lomas de Zamora, y de 1992 a 2008, miembro del Colegio de Consultores. El 28 de marzo de 1999 el beato Juan Pablo II lo incorporó a la Familia Pontificia otorgándole el título de Prelado de Honor de Su Santidad.

Monseñor Fernández gobernó pastoralmente la diócesis de Lomas de Zamora como Administrador Diocesano antes de la toma de posesión de monseñor Agustín Radrizzani (2001) y también de la del actual obispo, monseñor Rubén Lugones (2008). Elegido obispo titular de Carpi y auxiliar de Buenos Aires el 24 de enero de 2009 por Benedicto XVI, fue ordenado obispo en el colegio Santa Inés, de Turdera, el 27 de marzo de 2009, por el cardenal Jorge Mario Bergoglio SJ, arzobispo de Buenos Aires. Actuaron como obispos co-consagrantes: Mons. Agustín Radrizzani, arzobispo de Mercedes-Luján; Mons. José María Arancedo, arzobispo de Santa Fe de la Vera Cruz; y Mons. Jorge Lugones SJ, obispo de Lomas de Zamora. En la Conferencia Episcopal Argentina integra la Comisión Episcopal de Catequesis y Pastoral Bíblica.