Despertar los sueños que tenemos escondidos

martes, 8 de octubre de 2013
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08/10/2013 – En el marco de la misión que Radio María está desarrollando en las provincias de Salta y Jujuy durante el mes de octubre, el Padre Javier Soteras transmitió la Catequesis desde un colegio secundario en Metán (Salta).

Citando al Papa Francisco, el Padre Javier animó a los jóvenes presentes a que “tengan sueños grandes, no se achiquen, anímense a cosas grandes”, eso es un corazón magnánimo. 

Se necesitan jóvenes que se animen a cosas grandes, que no se achiquen… Está bien que nos quejemos, y la rebeldía nos ayuda a eso, pero con quejarse no alcanza. Hay que animarse a realizar los sueños grandes que tenemos en el corazón.

Existe una tensión entre donde estamos y lo que estamos llamados a ser. Hay que saber compaginarla, para no irnos más allá ni quedarse tan cerca cosa que no cambiemos nada. Lo valioso es apuntar a lo más alto, porque ahí se juega lo que estamos llamados a ser. En el proceso de crecimiento, no llega tan rápido eso que deseamos… por más grande y lindo que sea. Sin embargo, los logros se empiezan a sembrar desde abajo, y tiene que ver con cómo trabajamos esos sueños que hoy tenemos escondidos: los sueños, los ideales, las cosas grandes que llevamos adentro.

En diálogo directo con los jóvenes presentes y los que sintonizan con la radio, el P. Javier hizo una invitación a ser rebeldes: " la esperanza está puesta en el tiempo que viene, y el tiempo que viene es de ustedes. Les queda una posta más que importante”.

Aprender a despertar a los sueños que tenemos escondidos en el corazón

¿Cuáles son los sueños que tenés escondidos en el corazón y que estás llamado a despertar para encender luces de esperanza? preguntó a los presentes.   Como disparador, el P. Javier relató el famoso cuento de Mamerto Menapace, "Morir en la pavada" (leerlo aquí)

Cuando te digan que sos un pavos, rebelate. No caprichosamente, sino encontrate con esos sueños que están dentro tuyo y que valen la pena. Y esos sueños no son fantasías ni cosas etéreas, sino que tienen que ver con proyectos concretos. Se puede anhelar a grandes proyectos y a la vez tener los pies puestos sobre la tierra. Realizar los sueños implica también poner mucho trabajo para conseguirlos.

Para cada uno de nosotros Dios tiene un proyecto, y ese es el que hay que descubrir en este tiempo de adolescencia y juventud.