“Dios con poco hace maravillas, por la Gracia, por el don de su amor”, padre Javier Soteras

jueves, 30 de mayo de 2019


30/05/2019 – Como cada semana, en el ciclo Enseñanzas desde el Magisterio de la Iglesia, seguimos recorriendo  la tercera Exhortación apostólica “Gaudete Et Exsultate” – “Alégrense y Regocíjense”- del Papa Francisco.

El padre Javier Soteras brindó su reflexión en torno a los puntos 47 al 51 de este importante documento sobre el llamado a la santidad en el mundo actual.

La falta de un reconocimiento sincero, dolorido y orante de nuestros límites es lo que impide a la gracia actuar mejor en nosotros, ya que no le deja espacio para provocar ese bien posible que se integra en un camino sincero y real de crecimiento (GE 50)”

“El papa hace mención a una actitud básica para que la gracia de Dios  pueda obrar en nosotros y que es el don de la humildad. Cuando nos falta humildad, que es actitud veraz frente a sí mismo y frente al misterio de Dios, tendemos a disfrazar la realidad y nos falta la concretez y reconocimiento de límites para que Dios pueda obrar allí como autor de la Salvación“, señaló el padre Javier.

Siguiendo en el punto 50 de la Exhortación, el Papa Francisco dice: Si no advertimos nuestra realidad concreta y limitada, tampoco podremos ver los pasos reales y posibles que el Señor nos pide en cada momento, después de habernos capacitado con su don. La gracia actúa históricamente, nos toma y transforma de una forma progresiva. (GE 50)

“Para mí- dijo el padre Javier en torno a esta expresión- uno de los grandes problemas que tenemos para vivir es el ‘deber ser’. La aspiración a más no está mal, es buena y debe guiar siempre nuestro corazón. El punto es ‘desde dónde‘ lo hacemos. Si lo hacemos desde nosotros, nos imponemos, diría Jesús, pesadas cargas sobre nuestros hombros y no asumimos la realidad de lo que somos y podemos, a veces porque aspiramos a más y a veces aspiramos a menos.”

Reconocer nuestros límites con humildad

“¿A que está invitando el Papa en este número?:A salir de ese lugar de auto-exigencia y a ubicarnos en el lugar de la posibilidad de ser a partir de lo que soy. Y en eso es muy saludable hacer constantemente un examen en discernimiento de conciencia. Es saludable ponerme de cara al Señor y descubrir que es lo que Él quiere, ¿por dónde va mi naturaleza? ¿que es lo que yo puedo? ¿qué es lo que quiero? que estoy llamado a responder a esa llamada que me hace? ¿Cuáles son las dificultades para responder a esa invitación que me hace? Todo eso es lo que forma parte de nuestro andar, diría el Papa Francisco, progresivo y realista en el camino correcto que me lleva a vivir en  la santidad”, puntualizó el padre Javier.

“Dios puede mas en mí de lo que yo creo, si es que de verdad asumo lo que soy,  y al mismo tiempo le pido a Dios que haga de mi lo que siempre estuvo dispuesto  a hacer y que no termino de comprender esa obra suya siempre inacabada, siempre por recomenzar”.

Escuchá y mirá completa la reflexión del padre Javier