Dios elige asumir la aventura de vivir en una familia

28/12/2020 – Esta semana concluimos el ciclo “La alegría de ser familia”. El padre Luis Albóniga nos propuso que con la Sagrada Familia renovemos la alegría de ser familia:

“Dios es familia y por eso nuestro ADN, nuestra identidad más profunda, está relacionada siempre con la familia. Somos seres marcados por la necesidad de la familia y siempre andamos en busca de ‘hogar’. Ahora podemos ver otro aspecto maravilloso de este misterio: Dios se hace hombre y, como no podía ser de otra manera, lo hace naciendo en una familia”.

“Dios elige asumir la aventura de nuestra vida, de la vida de nuestras familias, de tu vida, de tu familia. Y llama la atención que la familia de Jesús, María y José, es una familia “normal”. Es decir, una familia que debe afrontar dificultades, resolver problemas, enfrenarse a diferentes obstáculos y desafíos. La sagrada familia de Nazaret nos enseña que Dios ama nuestra vida, la vida de nuestras familias. Nos enseña también, que Dios conoce y comprende profundamente todo lo que nos pasa. Más todavía, que nos acompaña desde dentro, haciéndose familia con nosotros”.

“La vida tiene que ser siempre respetada, la vida humana tiene siempre un valor único y una dignidad específica. ¡Qué bien nos hace el ejemplo de María y José en contraste con Herodes!. Herodes se enfrenta a un problema en su gestión de gobierno y la solución que encuentra es matar a los inocentes. El mundo de hoy quiere resolver algunos problemas, como la cuestión de la salud de la mujer, el hambre, la pobreza, asesinando inocentes”.

“Dios nos enseña, mediante el ejemplo de Jesús, María y José, que la solución se encuentra en cultivar el valor de la vida de cada persona, en tener presente que la sexualidad está al servicio del amor y que hay que cuidar y promover la familia mediante una pedagogía seria y comprometida. Las soluciones tan sencillas en apariencia, como el aborto y la relativización de la familia, terminan por promover un sistema de muerte y desamparo que siguen ahondado la soledad y el asilamiento en la sociedad contemporánea”.

“Jesús, José y María vivieron, de alguna manera, lo que nosotros vivimos cada día. La cotidianeidad, el amor en los pequeños gestos, la vida ordinaria de toda familia, en el servicio, en el trabajo, en las alegrías y en las tristezas. La Sagrada Familia nos enseña que la santidad no hay que ir a buscarla allá lejos de todo y de todos. Sino que la vida cotidiana de familia es camino de santidad, escuela de bondad, y senda de plenitud”.

“Sólo en Jesús, con María y José, con todos los santos, podremos siempre y cada día, renovar la alegría de ser familia”.

Te invitamos a escuchar el programa completo en el audio al inicio de esta nota

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