25/05/2021 – Esta semana comenzamos con la historia de Abrahán en el ciclo “La fraternidad en el Libro del Génesis“, junto a Fray Miguel Ángel López.
“Recordemos que estamos leyendo estos capítulos desde la perspectiva de la fraternidad y a la luz de la enseñanza del Papa Francisco en ‘Fratelli tutti‘ y la elección y llamada de Abrán también la leemos desde ese ángulo”.
“Dios le solicita a este hombre, que tiene un drama (no tiene hijos, no tiene futuro y poca tierra) que libremente deje su pasado y que, confiando en su Palabra, se ponga en movimiento hacia el futuro: “deja tu tierra, tu casa, tu padre…”, es decir, ‘deja tu pasado’ (Gén. 12,1). Dios se lo pide para que pase del ‘tener‘ (toda seguridad humana) al ‘ver‘: “te haré ver’.
“Se le sugiere una actitud de desapropiación, sin codicia, sin dominación y sin ambición, colocarse confiadamente en las manos del Señor que le habla. y, si acepta, se pondrá en camino hacia un mundo nuevo, un mundo de nuevas relaciones, armando este vínculo fraterno que une a todos los pueblos. Esto implica una bendición que, en la lógica del Dios creador es ponerse en camino hacia la fe.”
“El proyecto que fracasó en Babilonia no ha anulado el proyecto de Dios. Dios no se arrepiente de sus proyectos e insiste nuevamente. En la medida en que la humanidad se ha dispersado por toda la tierra será a través de un individuo que la bendición, que está desde el inicio, quiere llegar a toda la humanidad”.
“Toda la humanidad está presente en la bendición que Dios le da a Abrahan ‘Por ti se bendecirán todos los linajes de la tierra’ (Gn 12, 3). En él serán benditas todas las generaciones. La elección de Abrahan es el antiguo proyecto de bendición, bloqueado varias veces por la propia resistencia de la humanidad”.
Te invitamos a escuchar el programa completo en el audio al inicio de esta nota
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