10/06/2016 – En el espacio de Palabras de Vida, el Padre Ángel Rossi, tomando la lectura de hoy en la que Elías va a la montaña esperando el paso de Dios, habló sobre la necesidad soplo de Dios. Dios no lo visitaba a Elías en el incendio, en el terremoto ni en la cosa grande, sino en lo sencillo. La suave brisa, como cuando Dios sopla sobre la creación.
El sacerdote jesuita recordó “cuando nos lastimábamos nuestras abuelas y mamás soplaban las heridas, y parecía que con eso nos curaban. Con todo lo sencillo que puede ser un soplido uno encontraba tanto consuelo”.
“No esperemos a Dios en las cosas grandes, el desafío es ir afinando el oído del corazón porque más probablemente el Señor nos salga al encuentro a través de los gestos sencillos” comentó el P. Ángel, y posiblemente como decía Jacob tan lindo, “Dios estaba conmigo y yo no me daba cuenta”.