Dios vive en la Ciudad

domingo, 16 de octubre de 2011
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Muy buen día para todos, buen comienzo de jornada, el despertar con María nos ha puesto en sintonía a partir de las 6 de la mañana, gracias por todo lo que nos permitió disfrutar el Señor en estos días. La alegría de estar juntos en este camino nos ha ubicado en el epicentro de la Argentina, el obelisco, si hay un lugar emblemático de la patria donde todos reconocen que estamos en la Argentina es este. En ese lugar hemos querido instalar el estudio de la Radio para transmitir esta mañana y hasta las 9:15 hs. La catequesis de Radio María que compartimos desde hace 15 años.

 

Dios vive en la ciudad y nosotros hemos querido decir eso, con sencillez, con humildad pero con claridad, y como es movida la ciudad con todo su ritmo y con esa presencia misteriosa de un Dios escondido que acompaña el peregrinar de todos.

 

Estamos con el sacerdote Alejandro Puigari, un habitante de esta ciudad, nos cuenta que estamos en el lugar donde comienza la Diagonal Norte que va hacia Plaza de Mayo, también la Avenida Corrientes, la 9 de Julio, y son lugares tan emblemáticos porque son sinónimos de Buenos Aires.

 

Si hay algo que nos ha acompañado en estos días es la convicción de que Dios habita en este lugar, y esa gracia de la presencia de Dios en esta ciudad se renueva por la gracia bautismal se los que creen para ser testigos ante los que todavía no lo conocen al Señor y no saben que vive dentro de ellos.

 

¿Qué significa para la Arquidiócesis de Buenos Aires  este camino de evangelización y este anuncio con el que nos invita a encontrar esta presencia escondida de Dios en lo de todos los días?

 

Padre Alejandro: Antes que nada Dios tiene la primacía, Dios está en nuestra gente, Dios ya está en nuestra ciudad. Ubicarnos en que no somos nosotros los que llevamos a Dios, Dios nos está esperando en cada persona y la otra cosa que nos ayudó mucho es a reubicar nuestro lugar de acción, E Cardenal Bergoglio nos dijo una vez en una reunión de catequistas: “salgan de las cuevas” y yo creo que la Iglesia se fue encerrando en el templo y Jesús hizo todo lo contrario, el lugar de Jesús era la calle, el camino, las casas, iba al templo, iba a la sinagoga pero justamente la novedad que nos trae Jesús, es un Jesús que camina con su pueblo y acompaña la vida de cada uno.

 

 

Es la imagen de Jesús como “sembrador”, el sembrador sale, deja la casa, deja lo seguro, lo conocido. Su trabajo con consiste en cosechar sino en sembrar, practican el vayan y no el vengan, siembra esperanza y se aventura por caminos desconocidos, su tarea no consiste en clasificar los diferentes tipos de terrenos, en trazar el mapa de las posibilidades. Hay que poner a prueba todos los terrenos, correr el riesgo de sembrar la palabra de Dios en todas partes.

 

Este ha sido el motivo, la inspiración, el deseo en Dios que nos despertó el hecho de venir aquí y creo que encontramos la confluencia de caminos, el camino de la Radio y esta búsqueda de la Iglesia local que intenta abrirse nuevos caminos en medio de la ciudad.

 

Padre Alejandro: Esta ciudad es grande, siempre va a ser un desafío para la presencia de la Iglesia en todas las posibilidades que ofrece el ser humano a la hora de abrirse o estar dispuesto a recibir el mensaje de Jesús,  el estilo y la forma nuestra tiene que seguir siendo como el Señor, sereno, tranquilo, firme, providente, oportuno, sin apurar el tranco y sin demorarlo, llegando a tiempo aunque parezca que se demora. Estas perspectivas nos tienen que dar paz a la hora de llevar adelante la tarea.

 

El ritmo de Buenos Aires es acelerado, pero hay que lograr una serena aceleración y pedírsela a María.

 

La Virgen anda a un paso sostenido, a un paso que no se detiene, a un ritmo que marca pautas.

 

La consigna de hoy es    ¿qué foto o imagen de la misión, quedó grabada en la retina de tu corazón?

 

Padre Javier: La primera vez que vine a Buenos Aires fue en el año 1982, cuando el Papa Juan Pablo II vino por el tema de las Malvinas, y la llamada vocacional yo la recibí acá, me atrajo tanto la figura de Juan Pablo II, que de pronto me encontré entre los seminaristas y desde aquel entonces me impactó esta ciudad, quedé impactado y enamorado de esta ciudad. Después ya siendo seminarista me preguntaba cómo se entra a esta ciudad, por dónde llegarle con un mensaje que sea presencia y compañía todos los días, después me encontré con Radio María, ¿cómo la presencia nuestra puede hacerse presente ante tantos otros signos?

 

Radio María en la gran ciudad permite que no caigamos en el anonimato, que seamos una gran familia y permite llegar a todos, todos tenemos el mismo regalo de Dios para su pueblo.

 

Cuando uno se encuentra en el camino de la Iglesia aparece el vínculo de la Iglesia con la cultura post moderna, con el neo paganismo, con la cultura no cristiana, ese que creíamos que era y la realidad nos venía diciendo hace mucho tiempo que no lo era tanto – sino no podría ser occidente tan desproporcionada la relación entre los sectores de la vida social, esa brecha grande que venimos mostrando, denunciando y alertando de ricos cada vez más ricos y pobres cada vez más pobres- pero me parece que desde hace un tiempo la Iglesia a vivir con mayor cordialidad este vínculo con la cultura, empieza a sentir que lejos de ser un problema el hecho de que la sociedad de hoy no responda porque no conoce la presencia viva de Jesús en su corazón –porque no la tiene consciente, porque no la puede hacer emerger de lo más profundo de su ser – se nos presenta como posibilidad, como oportunidad para, y quería preguntarte como catequista, en el proceso de evangelización frente a esta cultura tan diversa, plural, ¿dónde se ubica lo que nosotros hablamos como “puerta de ingreso” a la vida de Jesús – que llamamos sacramento de iniciación, y cómo y de qué manera hay que ubicarse?

 

Creo que hay dos cosas fundamentales, la primera es que todo cristiano no puede vivir fuera de la historia, la encarnación es la puerta de entrada de la redención, Paulo VI dice claramente que el cristiano es un hombre histórico, que abraza y quiere la cultura. Cuando empezamos a poner distancia con la cultura, cuando empezamos la pastoral de la nostalgia diciendo que “tiempos pasados fueron mejores” … nos parecemos al tango.

 

Nosotros tenemos una realidad y esa es la nuestra, y tenemos que abrazarla. Es un encuentro de una vida que es un don, que nosotros no la fabricamos, tenemos que contemplarla y acompañarla y confiar profundamente en esa vida que está sedienta de Dios. “No soy yo el que lo va a alcanzar sino es el Él que me alcanza” y nosotros tenemos que ser instrumentos facilitadores de ese encuentro.

 

Sería como abrir muchas puertas a la posibilidad del encuentro y después ver por donde “pinta” y a partir de ahí recrear los procesos y reinventar los modos. Tal vez allí esté de manera clara el modo de ser evangelizador de este tiempo.

 

El saber que Dios tiene la primacía, que él va primero, que él hace la obra, también nos quita a nosotros un poco de peso y podemos estar más serenos.

 

La presencia de Radio María en Buenos Aires tiene un vínculo de cordialidad con el Arzobispo Cardenal Bergoglio y con sus colaboradores y auxiliares, como lo es Enrique Díaz de la Vicaría de Belgrano en él queremos brindar nuestro agradecimiento por la posibilidad de estar desarrollando esta tarea y agradecerle toda la gestión que realizó para que esto sea posible.

 

Padre Javier: Hoy en realidad queremos hablar contigo sobre el “entusiasmo pastoral”, el fuego por anunciar el evangelio. Podrías darnos una reflexión respecto a esto?

 

Padre Enrique: Esto alguna vez lo hemos trabajado en la Vicaría con los laicos, los catequistas y los mismos sacerdotes, es muy interesante pensar sobre el entusiasmo pastoral que a veces es lo que tiende a caer en nuestro corazón ante las dificultades, tanto externas con los desafíos del mundo como internas con los problemas de la propia Iglesia. Es bueno destacar que la palabra entusiasmo ya dice mucho porque viene del griego y es tener a Dios activo dentro de mí, y eso marca que el entusiasmo nace por una razón interior, que es saber que en el encuentro personal con Cristo, el Espíritu Santo siempre es el primero que nos impulsa desde dentro para trasmitir el amor de Jesús y dar testimonio de la persona de Jesús en nuestra vida por eso es fundamental partir desde una mirada de la fe. Si es el Espíritu Santo el que nos alienta desde dentro, siempre hay que descubrir que esto es muy sanante, en cualquier tarea evangelizadora, el Espíritu Santo llegó antes que nosotros. Si alguien trae un chico a bautizar a la parroquia es porque el Espíritu Santo le tocó el corazón a la mamá o al papá en su casa, antes que digamos nada. Entonces vivir de la fuerza del Espíritu es muy sanante y esto crece – como la Iglesia lo está planteando ahora, desde Juan Pablo II y ahora con Benedicto XVI – en contemplar el rostro de Cristo y encontrarlo a Jesús en la palabra. Es muy difícil que el evangelizador mantenga el entusiasmo sino pone su raíz en la contemplación del rostro de Cristo y en el encuentro con Él en la palabra cotidiana. Esas son las necesarias razones interiores. Pero es cierto que también el entusiasmo tiene que fortalecerse por razones externas, no bastan las razones internas, siempre tiene que haber un contexto que nos aliente y aquí es clave como la Iglesia ha ido intuyendo –como soplo del Espíritu en estos últimos años, a partir de la crisiología de la comunión- la necesidad de trabajar juntos en comunión. Tanto para los sacerdotes que tenemos que entender que es imposible la tarea pastoral sino la entendemos como tarea colectiva como para los laicos. En el caso de Buenos Aires que es una ciudad tan grande que permite que haya parroquias a una distancia de 8 a 10 cuadras, es imposible pensar que no se pueda trabajar junto. Entonces el entusiasmo en el hecho de la comunión ayuda muchísimo para mantener la fuerza frente a la adversidad para la trasmisión del evangelio. Por eso es tan lindo en los desafíos misioneros acá en Buenos Aires, convocamos a curas, laicos, etc. De diferentes parroquias, rompiendo los radios parroquiales como límite sino más bien el radio parroquial como vínculo de unión entre parroquias.

 

Padre Alejandro: sería lindo que nos cuentes en esa reunión del miércoles pasado cuanta gente había y como era la proporción?

 

Padre Enrique: Éramos 70 personas, entre ellos 17/20 curas, venían de unas 15/18 parroquias, también había presencia de personas comprometidas con el Hospital Clínicas y muchos de ellos ya habían participado de un encuentro de formación de pastoral urbana, que ahí habían participado alrededor de 600 agentes de pastoral de las 43e parroquias que componen la Vicaría Belgrano. Y fue una experiencia lindísima porque partimos presentando la iniciativo de hacer una misión en torno al domingo de Ramos, con el signo del ramito que es tan atractivo para nuestro pueblo religioso, de tomar una avenida muy larga Santa Fe/Cabildo como  para hacer un gesto misionero allí. Y yo lo que más noté es el entusiasmo!

 

Padre Alejandro: Hoy estamos trabajando sobre fotos o postales de la misión y yo me quedé con una imagen muy linda, estamos todos reunidos el pueblo de Dios, estaba el Obispo, había religiosas, religiosos, laicos, y un joven fue el que incluso propuso algo más. Es maravilloso como siempre el Espíritu suscita algo nuevo, como son los jóvenes, propuso algo nuevo, algo distinto para poder continuar.

 

Padre Alejandro: podríamos pedirles a la gente de Radio María que el domingo antes de volverse a su Córdoba natal, pueda hacer esta experiencia que es maravillosa. Estamos en el medio del obelisco y pronto tenemos que desarmar y dejar el lugar porque viene una manifestación de ATE, y estamos en medio de la ciudad con una presencia serena, alegre, una presencia silenciosa pero significativa como lo fue hace un tiempo la carpa misionera, como es que tantos bautizados que con sencillez quieren compartir la alegría de la certeza que Dios vive en la ciudad.

 

Padre Javier: Padre Enrique quiero agradecerte una vez más, al Cardenal también por tantos gestos de cercanía. Y sinceramente de las fotos lindas que yo me llevo es ver a un clero verdaderamente trabajador, con dificultades como tenemos todos los sacerdotes en distintas partes de la Argentina y en el mundo y también con un vínculo de mucha sanidad entre ustedes. Eso a mí, particularmente como cura, me ha hecho mucho bien y agradecerte la posibilidad y haberme permitido estar en una de las reuniones en la Vicaría.

 

Padre Enrique: De esa reunión nos fuimos todos muy contentos, por eso es la comunión sacerdotal vivida y el interés de trabajar juntos entre nosotros. Fuiste testigo de una reunión muy del Espíritu.

Que Dios bendiga la tarea de ustedes y un saludo muy grande a todos los oyentes.

 

Padre Javier: un abrazo grande

 

Bueno Ale, me veo obligado a que recojamos algunas fotos, la tuya al menos,

 

Padre Alejandro: y yo no puedo de dejar de compartir esta foto. Cuando llegué y vi el estudio de Radio María en medio del obelisco le di muchas gracias al Señor porque creo que es un símbolo de una presencia en el centro de la vida, pero una presencia que no invade, que acompaña, asique esa es la foto que yo me quedo.

 

Padre Javier: Yo me quedo con la foto de todo Luján, de todo ese día de Luján, Norma nos prestó esta imagencita de Luján que no la vamos a poder devolver porque Norma se está yendo de viaje fuera del país. La imagen se viene con nosotros a Córdoba porque creo que se nos subió al corazón Luján. Luján fue la bendición de los taxis con Cadena 3, Luján fue el peregrinar, el ver el predio de Luján, toda la cartelería que la Ar1quidiocesis pone en las calles para seguir acompañando esto. Luján, un lugar de multitudinaria presencia juvenil, calculo que el 90% de las personas que vi eran jóvenes. Luján se me quedó, más que una foto, prendido en el corazón.

 

Ale, contále a la gente que es el EAC y cómo vamos a seguir trabajando  Radio María y la Arquidiócesis de Buenos Aires entorno a la catequesis que es lo que hemos acordado.

 

Padre Alejandro: Nosotros tenemos un encuentro muy grande de catequistas en Buenos Aires el segundo sábado de marzo, el tema va a ser “De manos de María acompañamos la vida”, queremos seguir andando en esta tarea de cuidar la vida, algo propio del catequista y acompañarla en este proceso de maduración de la fe y queremos con Radio María, que sea María la que esté como marcando nuestro EAC, queremos que sea un EAC mariano. Esto es  el segundo sábado de marzo, pero queremos justamente que los agentes pastorales, los catequistas puedan prepararse con una Cuaresma intensiva porque para acompañar la vida nos tenemos que convertir, tenemos que dejar que la vida de Jesús sea más plena en nosotros, entonces nos vamos a servir de algunos instrumentos, de algunos espacios de espiritualidad que Radio María nos va a ofrecer para todos los catequistas, para que lo puedan hacer a través de la escucha directa en aquellos lugares que llega la Radio y sino a través del historial.

La idea es que el catequista pueda encontrar en Radio María un instrumento de formación, como habrán visto en esta ciudad es muy difícil trasladarse, entonces para ir a escuchar una charla de una hora hay que invertir dos o tres, entonces la idea es articular alguno de los servicios y conferencias para que ese sea un instrumento de formación permanente, espiritual, humano y también pastoral en la Radio y podamos hacer la experiencia de llegar al EAC con un trabajo previo hecho a través de la Radio, y por supuesto que esperamos que en el EAC te tengamos a vos y a mucha gente de Radio María en vivo y en directo.

 

Padre Javier: en todo lo que venimos caminando en este tiempo que empezó en Junio, yo quisiera una vez más expresar el reconocimiento como familia de Radio María en Argentina hacia la comunidad parroquial Nuestra Señora del Rosario, a su pastor, el Padre Alejandro, a los catequistas, a los jóvenes, a los adultos. Una foto linda que yo me llevo es la que compartíamos la Misa del sábado, la apertura de ese peregrinar por las calles y pensábamos cómo es un peregrinar, una manifestación de fe en un lugar tan particularmente novedoso en su configuración de Palermo que va dejando un rostro de parecer para ir adquiriendo otros rostros, y en ese andar descubrimos algo que está muy en tu corazón y que yo quisiera que lo compartas desde tu mirada pastoral, la imagen de ese hombre buscando comida en un basural entre tantos lugares de comidas, restoranes, pizzerías, bares, toda una industria gastronómica y un pobre buscando comida entre la basura, y en tu corazón está este deseo grande de hacer algo despertando la solidaridad de Palermo y contagiarlo a otros sectores.

 

Padre Alejandro: ciertamente estoy en un barrio que ahora está de moda, antes éramos un barrio olvidado pero ahora es un boom, por eso es que hay tanta oferta gastronómica. Al poco tiempo de estar como párroco me impresionó encontrar un caso de un chico mal nutrido que afectaba grandemente su desarrollo de niño y vivía en medio de dos grandes restaurantes que diariamente volcaban muchos alimentos, entonces empecé a soñar con un Palermo Solidario. Que busquemos la manera de compartir, porque la clave está en el encuentro y en el compartir, y estamos dando pequeños pasos, las cosas son complicadas a veces tenemos una legislación del primer mundo para una realidad del tercer mundo, y ahora estamos en eso buscando la forma de que esos restaurantes puedan donar a Caritas esos alimentos, para que podamos facilitar que cada familia pueda tener una comida digna en su casa, porque es bueno que recuperemos la cultura del trabajo y la cultura de la mesa. Yo cuando llegué a esta parroquia había un comedor popular pero me encontré que había familias que nunca comían en su casa. Por eso estamos soñando con Palermo Solidario y creo que el otro día en la procesión cuando nos encontramos con Juan, ese hombre que buscaba comida entre la basura, siendo un poco creativos podremos darle la comida para que pueda comer en la mesa de su casa.

 

Padre Javier: Alejandro quienes son las Hermanas Mínimas?

 

Padre Alejandro: Las Hermanas Mínimas son como  un regalito que Dios nos ha mimado, porque es una Congregación pequeña de origen  italiano por un lado tienen una vocación muy especial que es acompañar a las personas en el sufrimiento, en el duelo, en la oración de intercesión pero acompañan la vida y lo hacen con un estilo de bajo perfil.

 

Padre Javier: Nosotros fuimos también objeto de ese mimo, hemos recibido solo una presencia silenciosa, serena pero igualmente cálida, afectivamente cercana, y no tenemos más que agradecerles. Hermana Andrea, gracias por todos los gestos de ustedes.

 

Hermana Andrea: Hola Padre Javier, Padre Alejandro, para nosotros fue una alegría recibirlos en casa, y de ahora en más la casa  de las Mínimas es la casa de Radio María.

 

Padre Javier: Fue como estar en casa, era el lugar donde nos reuníamos después del trajín del día y se sintió una presencia fraterna y materna la de ustedes, que quiero agradecer al aire y en vivo. Muchísimas gracias

 

Hermana Andrea: Un abrazo grande a vos y todo el equipo.

 

Padre Javier: Alejandro, lo tuyo es la música, si tuvieras que poner una canción para este momento en Buenos Aires, cuál sería, para ponerla como cierre de la catequesis de hoy.

 

Alejandro: Estoy fuera de contexto, pero creo que hay una canción de Jesús Adrián Romero que se llama Mi día que nos plantea una predisposición a enfrentarnos con la vida cotidiana de todos los días.

Padre Javier: le pasamos el micrófono al otro Alejandro, la misión del 2012/2013 va a ser en el NOA, los detalles los vamos a ir construyendo con todos los referentes de allí, después será en el NEA, después será en Cuyo y después será en el centro de nuestro país.

 

Alejandro Puigari responsable de la catequesis aquí en Buenos Aires, te dejo el cierre de nuestro encuentro.

 

Padre Alejandro: Sencillamente me vienen las palabras de la Virgen. De alguna manera ustedes fueron instrumentos de la visita de María, Isabel se llenó de alegría y junto con Isabel todos los que estaban en su seno, por eso darle gracias al Seños, cantar con María las maravillas del Señor y creer absolutamente. Estamos caminando en un tiempo de oscuridades grandes pero tenemos certezas y una de ellas es que el Señor nos va guiando y que María hace las cosas mucho más fáciles.

Javier, a vos y a cada una de las personas que han venido, muchísimas gracias porque nos han ayudado a renovar nuestra fe. Y a los que diariamente nos unimos en esta gran familia de Radio María, dejemos que María nos siga diciendo no tengan miedo, hagan lo que Jesús les diga y podamos llenar nuestras vasijas con la presencia de lo que podemos dar y como en las Bodas de Caná, lo mejor está por venir. Que Dios los bendiga a todos!!