11/07/2019 – Jesús envía a los discípulos a anunciar la Buena Noticia. Jesús envía a hacer un camino con “un mensaje: anunciar el Evangelio, salir para llevar la Salvación, el Evangelio de la Salvación. Proclamando que el Reino de los Cielos está cerca. Curando a los enfermos, resucitando a los muertos, purificando a los leprosos, expulsando a los demonios.
Si un discípulo se queda quieto y no sale, no da lo que recibió en el Bautismo a los demás, no es un verdadero discípulo de Jesús: le falta la misionalidad, le falta salir de sí mismo para llevar algo de bien a los demás. Ir no siempre supone salir del país, la misión se juega en lo de todos los días y en lugares muy necesarios como la propia familia, el trabajo, el barrio y la escuela.
Lo sorprendente de la misión es que nos invita a ir sin nada, porque Él viene con nosotros. Llevamos el tesoro del anuncio de la buena noticia de Jesús en vasijas de barro.
Jesús dijo a sus apóstoles: Por el camino, proclamen que el Reino de los Cielos está cerca. Curen a los enfermos, resuciten a los muertos, purifiquen a los leprosos, expulsen a los demonios. Ustedes han recibido gratuitamente, den también gratuitamente.” No lleven encima oro ni plata, ni monedas, ni provisiones para el camino, ni dos túnicas, ni calzado, ni bastón; porque el que trabaja merece su sustento. Cuando entren en una ciudad o en un pueblo, busquen a alguna persona respetable y permanezcan en su casa hasta el momento de partir. Al entrar en la casa, salúdenla invocando la paz sobre ella. Si esa casa lo merece, que la paz descienda sobre ella; pero si es indigna, que esa paz vuelva a ustedes. Y si no los reciben ni quieren escuchar sus palabras, al irse de esa casa o de esa ciudad, sacudan hasta el polvo de sus pies. Les aseguro que, en el día del Juicio, Sodoma y Gomorra serán tratadas menos rigurosamente que esa ciudad. San Mateo 10,7-15
Jesús dijo a sus apóstoles: Por el camino, proclamen que el Reino de los Cielos está cerca. Curen a los enfermos, resuciten a los muertos, purifiquen a los leprosos, expulsen a los demonios. Ustedes han recibido gratuitamente, den también gratuitamente.”
No lleven encima oro ni plata, ni monedas, ni provisiones para el camino, ni dos túnicas, ni calzado, ni bastón; porque el que trabaja merece su sustento.
Cuando entren en una ciudad o en un pueblo, busquen a alguna persona respetable y permanezcan en su casa hasta el momento de partir. Al entrar en la casa, salúdenla invocando la paz sobre ella. Si esa casa lo merece, que la paz descienda sobre ella; pero si es indigna, que esa paz vuelva a ustedes. Y si no los reciben ni quieren escuchar sus palabras, al irse de esa casa o de esa ciudad, sacudan hasta el polvo de sus pies. Les aseguro que, en el día del Juicio, Sodoma y Gomorra serán tratadas menos rigurosamente que esa ciudad.
San Mateo 10,7-15
El camino del discípulo es el que busca al Señor todos los días, en la oración, en la meditación. Si no busca siempre a Dios, el Evangelio que lleva a los demás será un Evangelio débil, aguado, sin fuerza. @Pjaviersoteras #CatequesisAudiovisualhttps://t.co/0rMyzcKvZ7 — Radio María Arg (@RadioMariaArg) July 11, 2019
El camino del discípulo es el que busca al Señor todos los días, en la oración, en la meditación. Si no busca siempre a Dios, el Evangelio que lleva a los demás será un Evangelio débil, aguado, sin fuerza. @Pjaviersoteras #CatequesisAudiovisualhttps://t.co/0rMyzcKvZ7
— Radio María Arg (@RadioMariaArg) July 11, 2019