12/03/2018 – Un aldeano encontró empleo en la ciudad, a donde iba y venía cada día, retornando ya de noche a su aldea, que distaba cinco kilómetros de la ciudad.
Fue a una tienda de material eléctrico y pidió una linterna que alumbrara hasta cinco kilómetros, para poder ver el camino. El vendedor le mostró una linterna y la encendió.
El aldeano protestó: “Esta linterna no da luz más que a dos metros de distancia. No me sirve. Yo necesito una de cinco kilómetros”. El vendedor le explicó: “Esta linterna es para cinco kilómetros, sólo que tengo que explicarle antes cómo funciona.
La enciende usted primero, y con su luz anda los dos metros. Cuando llegue allí, puede ver hasta otros dos metros…y así sucesivamente. Así, la linterna le alumbrará los cinco kilómetros y podrá llegar a su pueblo. ¿Comprende?”.
El aldeano comprendió y compró la linterna. La propuesta es tan sencilla como “dos metros para cinco kilómetros”
Adaptación cuento del p. Carlos Vallés SJ