28/06/2016 – El Dr Mirolli es médico especialista en inmunología, ha dado miles de conferencias en países de todo el mundo sobre prevención, drogas y adicciones. En dialogo con Radio María, el médico explicó que “una persona que fuma sabe todos los daños del tabaco pero lo sabe en su corteza cerebral, le enseñaron, le hicieron hacer ferias de ciencia y etc sobre lo tóxico, pero el fenómeno adictivo emocional está en el cerebro intermedio”.
El especialista comentó la realidad que vive cuando llega a algunos colegios y le dicen que es la semana de la feria de prevención de adicciones. “Me encuentro con afiches de arriba abajo que dice Marihuana: y todas las dosis, propiedades, semillas, etc otro con Tabaco y otro que dice Alcohol. Ninguno dice autoestima, ninguno dice amistad, ninguno dice afecto ni solidaridad, entonces parece que fuera una semana de promoción no de prevención. Este tipo de información tiene que ir por otro lado, tiene que ir por el lado de lo emotivo, pasional, afectivo, de la autoestima del querernos”.
“En las villas marginadas se droguen o no, ¿debo esperar ver tasas de crecimiento de droga para arrimar ayuda para el tiempo libre, la alimentación, para los afectos, para el conocimiento de los límites? ¿Tengo que esperar a ver en qué villa hay más droga para recién llevar acciones? ¿Es un paliativo del consumo de drogas o es una ayuda afectiva, humana, ética y digna para las personas que están viviendo la marginalidad?” se preguntó e hizo extensivo el interrogante a los oyentes.
Alfredo Miroli, comentó que “me resisto personalmente a ver que las acciones que hacemos las hacemos en prevención de la adicción. Creo que tenemos que hacer eso y mucha más en pos del amor del prójimo, de la vulnerabilidad de las personas, porque podemos lograr que no se droguen pero también evitar que sean violentos por ejemplo”.
El médico especialista habló de fortalecer el rol de la familia como primer lugar de prevención. “La familia de Nazareth es un ejemplo de que en medio de la mayor pobreza se pueden lograr cosas maravillosas, por lo tanto fortalecer el rol del papá y la mamá. Tal vez hemos estado mucho tiempo tomándonos un descanso, hay que volver a ser papá y dejarse de macanear con ser un simple padre, hay que volver a ser mamá y no simplemente madre. Hay que seguir siendo papá, querer serlo, y no sólo hasta que se hagan grandes, porque en mis acierto y en mis errores seguiré siendo padre, aún muerto”.
“Me gustaría que resurjamos como Ave Fénix los papás y las mamás” y poder entonces entender el valor del límite. “Abrazar es encerrar, porque el que abraza no lo hace con los brazos abiertos, el que abraza limita para proteger dentro de los límites del amor. No se puede ser papá sin límites, en ese caso se es amigo y si si se es amigo entonces el hijo creció huérfano porque papá y mamá hay uno solo. Nosotros no podemos dejar en la orfandad sin nuestros límites a nuestros hijos. También la autoestima, y desde el día de la concepción hacerles saber que son valiosísimos. “Te amo, hijo” ¿se lo dijiste hoy, y todos los hoy?” se preguntó Miroli. “En la pobreza, en la marginalidad, en la clase media, en cada momento de todos los días hacerles sentir a nuestros hijos que son amados” terminó diciendo el especialista.
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