Educar en el perdón, un camino de felicidad, según el padre Héctor Espósito

martes, 1 de enero de 2019
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01/01/2019 – “Todos experimentamos alguna vez la necesidad de liberarnos interiormente”, señaló el padre Héctor Espósito en el nuevo ciclo sobre “Espiritualidad y Contemplación” que inauguramos este martes 1 de enero.

El padre Héctor Espósito, párroco de la Parroquia Nuestra Señora Del Rosario en Villa del Rosario, meditó sobre el Evangelio según San Lucas, en el que Jesús nos invita a amar a nuestros enemigos siendo buenos con todos, como el Padre lo es con cada uno de nosotros (San Lucas, 6, 27-35).

“El problema no reside tanto en las cosas que nos faltan ni en los problemas que tenemos, sino que el problema está en nuestro interior, hay algo dentro que no funciona”, reflexionó el Padre Héctor. Y agregó que “en la profundidad de la interioridad radica algo que necesita ser liberado, necesita ser sanado”.

En este contexto, exhortó a pedir con confianza al Señor que sane nuestro interior herido, “Podemos pedirle con confianza al Señor que sane nuestro mundo interior enfermo, sabiendo que Él tiene poder para cambiar las cosas. Cristo podría sanarlo sin que yo lo pida – completó- pero de ordinario Él espera que yo tome en serio mi propia vida”, indicó.

¿Para qué quiero sanarme?

Nos invitó también a preguntarnos: “¿Para qué quiero sanarme?, y eso es preguntarnos cuál es el ideal de nuestra vida”, acertó. “Porque puede haber una búsqueda enfermiza de la sanación -expresó- donde la oración no sea necesaria”.

Por otro lado, alertó que esa búsqueda enfermiza de sanación interior “no nos impida alcanzar el verdadero ideal cristiano, que no es sólo sentirse bien o sacarse una carga de encima, sino que tiene su centro en el amor a Dios y al prójimo”.

En este sentido, observó que “Educándonos para el perdón, nos llevará por un camino de felicidad, porque el ser feliz brota desde adentro para afuera, no de afuera para adentro, por eso la oración de sanación tiene el objetivo de sanarnos y liberarnos para que podamos amar mejor a los demás”.

El padre Héctor aclaró que “Sanar el interior nos permite expresar mejor el amor y logra que nuestras actitudes no dañen a los otros, y así apoyemos a otros con un amor sano, alegre, comunicativo”.

Consecuentemente, dijo que “A esta búsqueda de sanación interior, hay que dedicarle sólo un tiempo limitado y que la búsqueda de la sanación no sea demasiado frecuente para no ser obsesiva”.

¿Hay que estar totalmente sanos para amar?

“Hay quienes esperan estar totalmente sanos para poder amar y entregarse a los otros, pero eso es condenarse a no amar nunca”, resaltó. “Es bueno tener en cuenta que muchas veces las personas que se sienten débiles y frágiles, son las que mejor saben comprender y ayudar a otros”.

“En el fondo -concluyó- lo que hay que sanar es un amor herido y el remedio para ello se llama perdón, perdón”, finalizó el padre Héctor Espósito, párroco de la Parroquia Nuestra Señora Del Rosario en Villa del Rosario.