Educar es un trabajo

jueves, 2 de mayo de 2019

01/05/19- La familia es la primera escuela de la vida, y es en la misma que los padres intentan transmitir a sus hijos, a través de un ambiente de amor, los valores que creen forman a una persona buena, íntegra, coherente y capaz de estar en sociedad. ¿Cómo logramos este objetivo en un mundo tan cambiante?; ¿Qué les depara el destino a nuestros niños?; ¿Estaremos educando niños para un mundo versátil, complejo y desconocido? ; ¿Que tenemos que tener en cuenta?.

¿Cual es la diferencia entre educar y criar?

Existe una gran diferencia entre criar y educar. Educar implica más tiempo, más paciencia, y más estar en el aquí y ahora. Es conciencia plena. Es luchar nuestras propias batallas como adultos para poder estar calmados, enfocados y conectados en el momento de tener que corregir conductas en los niños. Es tratar de no herirlos, de no lastimarlos, de estar presentes y de amarlos incondicionalmente.

Perseverancia y pasión

Cumplir con la ardua misión de ser padres no es fácil en estos tiempos. Pero tampoco es una tarea imposible si echamos mano de una herramienta muy importante definida por la psicología como grit. La psicóloga Angela Duckworth define grit como“la perseverancia y pasión por los objetivos a largo plazo”; es una combinación de esfuerzo, perseverancia y pasión. El trabajo con las habilidades blandas, es decir, cómo nos comunicamos y relacionamos, será fundamental para que nuestros hijos puedan tener una vida mucho más satisfactoria e interesante. Ayudar a nuestros niños a que comprendan cómo piensan, sienten, eligen y se relacionan con los otros, es la clave para que logren conocerse, autorregular sus emociones y trazar el mejor camino que puedan delante de ellos. Y, por sobre todo, que tengan un despertar espiritual que les permita sentirse personas de bien, amables, amorosas, y que puedan contribuir positivamente con la comunidad.

@LauraLewinonLine

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