El ABC de Jesús, el anuncio del Reino es signo de contradicción

martes, 11 de octubre de 2011
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            El “C” sería “feliz aquel para quien Yo no sea motivo de tropiezo” . Interesante definición de la misión de Jesús. Y no solo de su misión sino de cuáles son los signos que caracterizan que El es a quien estaban esperando.

 

            Estas tres pistas que nos da Jesús nos pueden servir para ver si realmente somos sus discípulos, si estamos siguiendo sus huellas, o hemos entrado en una adaptación ‘ligth’, convencional, cultural o meramente intelectual del seguimiento de este maestro, que realmente , en palabras de Jon Sobrino, es un Maestro que ‘impacta’

 

“De Jesús impacta la misericordia y la primariedad que le otorga: nada hay más acá ni más de ella, y desde ella define Jesús la verdad de Dios y del ser humano. Es buena noticia, entonces, que a Jesús se le muevan las entrañas a misericordia y que configure su vida y su misión desde ella.

De Jesús impacta su honradez con lo real y su voluntad de verdad, tanto en su juicio sobre la situación de las mayorías oprimidas y de las minorías opresoras, como en su reacción hacia esa realidad: defensa de los débiles y denuncia y desenmascaramiento de los opresores. Es buena noticia, entonces, que Jesús sea voz de los sin voz y voz contra los que tienen demasiada voz, su denuncia y el desenmascaramiento de las estructuras que los oprimen y al mismo tiempo esa misericordia y esa universalidad de su corazón abierto a todos y a todo.

De Jesús impacta su fidelidad para mantener a lo largo de la historia honradez y misericordia hasta el final en contra de crisis internas y de persecuciones externas. Es buena noticia, entonces, que Jesús sea fiel y mantenga la misericordia hacia donde quiera que le lleve.

De Jesús impacta su libertad para bendecir y maldecir, para acudir a la sinagoga en sábado y para violarlo, recordando la verdadera identidad de la ley. Libertad en definitiva para hacer el bien. Es buena noticia, entonces, que para Jesús la libertad no sea sólo ni principalmente la libertad burguesa ni siquiera la existencial, sino la que consiste en que nada puede ser obstáculo para hacer el bien.

De Jesús impacta que quiere el fin de las desventuras de los pobres, y que quiere el bien, la felicidad y el gozo de sus seguidores, y desde ahí formula las bienaventuranzas. Es buena noticia, entonces, que para Jesús existe un camino que lleva a la verdadera felicidad.

De Jesús impacta que acoja a pecadores y marginados, a quienes dedica su mensaje,   y que habían sido previamente excluidos de la mesa de las bienaventuranzas, se siente a la mesa y celebre con ellos y que se alegre de que Dios se revele a ellos,. Es buena noticia, entonces, que Jesús celebre la vida y celebre a Dios.

De Jesús impactan sus signos: son signos modestos, es cierto. Pero al mismo tiempo su horizonte es tan vasto que abarca a todo el mundo, a toda la historia y a toda la sociedad.

De Jesús impacta que confíe en un Dios bueno y absolutamente cercano, a quien llama Padre, y que esté absolutamente disponible a ese Padre que sigue siendo Dios, misterio absoluto e inmanipulable, no encerrable, no controlable. Es buena noticia, entonces, que Jesús sea hermano nuestro también a ese nivel estrictamente teologal.

Ver hecha realidad en una persona cada una de estas cosas, honradez y verdad, misericordia y fidelidad, libertad, gozo y celebración, confianza en el Padre y disponibilidad ante Dios, pequeñez de lo inmediato y grandeza de la utopía, es siempre una brisa de aire fresco en nuestra historia, ver a gente así es en verdad una buena noticia. Pero impacta también, y quizá incluso más que lo anterior, el que en una misma persona aparezcan unidas y se reconcilien cosas difícilmente reconciliables en la historia. Y eso es lo que aparece en Jesús. El se nos muestra, a la vez, hombre de misericordia (misereor super turbas) y hombre de denuncia profética ("ay de ustedes los ricos"), hombre de reciedumbre ("quien quiera venir en pos de mí, tome su cruz y sígame") y hombre de delicadeza ("tu fe te ha salvado"), hombre de confianza en Dios ("abba, Padre") y hombre de soledad ante Dios, hombre de escándalo y de grito ante el silencio de Dios ("Dios mío, ¿por qué me has abandonado?")…

Eso es lo que le hace no sólo un buen mediador, eficaz en su teoría y su práctica, sino también un mediador bueno. , acogedor, compasivo, confiable especialmente para los pobres, los afligidos, los desauciados, los enfermos, los exlcuidos, para los que ya no tienen esperanza en este mundo.

Jesús es, pues, buena noticia, porque nos lleva a lo más nuestro y originalmente humano, en palabras de Boff. Es buena noticia porque simultanea en su persona lo difícilmente simultaneable, en palabras de Ellacuría. Es buena noticia porque en último término expresa amor y sólo amor, en palabras de Rahner.”

Pienso a veces que Jesús no hubiera podido nacer en una cultura que no fuera en la que nació, porque la manifestación de este Dios que habla del derecho, la justicia como un derecho primordial ha sido comunicada al pueblo judío a lo largo de toda su historia.

            De ahí, por ejemplo, el tema del sábado, que tenía todo un sentido de democracia: en el sábado descansaban TODOS: esclavos y propietarios, campesinos y animales… el rigor de la ley del sábado estiba en que Dios quería en el descanso del sábado la renovación de las fuerzas vitales de todo lo viviente, incluyendo también la tierra, los animales. Luego el espíritu humano se va ensoberbeciendo, endureciendo, va empequeñeciendo la grandeza del Espíritu, va haciendo leyes y va tomando mas el rigor de la letra. Por eso Jesús, cuando cura en sábado, es motivo de crítica por parte de los que se sentían en la obligación de hacer cumplir la ley. Por eso les dice “el sábado es para el hombre y no el hombre para el sábado”. Muchas veces se ve en Jesús un transgresor de la ley, pero en realidad es la transgresión necesaria para volver a su raíz original, a su verdadero ABC.

            Lo que Jesús quería en definitiva era en primer lugar experimentar el amor incondicional de Dios , en primer lugar para los que en su momento eran considerados los más alejados de ese amor –enfermos y pobres-. Ese amor que te acepta tal y como sos, y no que espera que cambies para después amarte. Al contrario: después de experimentar ese amor incondicional, uno siente la fuerza para la transformación que necesita.

            En segundo lugar, Jesús quiere hacernos participar de la aventura del Reino de Dios. Y esas invitaciones son experiencias a poner en práctica, para historizarlas. Jesús nos habla al corazón pero en la historia real con todo lo que tiene de bonito y de difícil. Jesús dice claramente “busquen el Reino de Dios y su justicia y lo demás se les dará por añadidura”. Esto contrasta con el espíritu del mundo donde priman el orgullo, la soberbia y la codicia.

            Jesús no fue a luchar contra ellos, pero es evidente que su anuncio de que no es voluntad de Dios consolidar esas estructuras de injusticia, exclusión que denigran la condición humana, provocan situaciones de conflicto.

 

            Día a día, este mundo de sombras y de injusticia, demanda de alguna manera esta voz profética que Jesús ha querido dejarnos y dar también en herencia a todos sus discípulos. Pero esa voz profética, seguramente también tendrá un alto costo. Quienes alzan su voz para anunciar el Reino, quizá tarde o temprano se encuentren en situación de graves conflictos con los intereses de este mundo.

 

            Hay en la historia muchos de estos hombres. Uno de ellos, Santo Tomás Moro que nació en Londres en 1477. Hombre de gran sabiduría, fue canciller del rey (cargo de mucha importancia). Cuando el Rey se dispuso a romper la unidad de la Iglesia y formar para Inglaterra una Iglesia bajo su propia autoridad: la supremacía del poder temporal, Tomás dijo que él estaba dispuesto a estar, en el campo de lo civil, bajo la voluntad del rey, pero no aceptaba la autoridad ni la usurpación de la autoridad en el ámbito del poder religioso: “Al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios”. Un buen servidor del rey debe ser primero un buen servidor de Dios. El tenía claro que el rey, o el poderoso, lo es, o tiene su autoridad en la medida en que da cumplimiento a esta aspiración de Dios por la justicia, por el derecho, por la misericordia, por la solidaridad, por la igualdad. La autoridad del rey deviene de ser un príncipe de la paz. Sto. Tomás no hizo mas que recordar esto y por eso fue decapitado.

 

“Los pájaros somos nosotros, y ustedes son la rama. Si se van, no sabremos dónde posarnos” Una imagen muy bella acerca de la raíz del discípulo de Cristo. Evoca la parábola de Jesús acerca del Reino donde dice que es un árbol que crece de una semilla muy pequeña, pero que cuando crece cobija en sus ramas a los pájaros y les permite ser hogar. Muy linda metáfora para los que muchas veces creemos la itinerancia de Jesús como el ser golondrinas históricas.

 

Otro pastor que fue signo de contradicción para la sociedad donde echó raíces es Monseñor Romero. El no salió a confrontar, pero denunciaba en sus homilías. En la primera parte hacía una catequesis, un anuncio de Jesús y de la palabra, y en una segunda parte comentaba la información que le llegaba acerca de la masacre que se había extendía a lo largo de El Salvador. Esto constituyó una amenaza para un poder que se manejaba en la oscuridad, en la ilegalidad. Y su denuncia constante y permanente frente a las amenazas iba gestando la organización de instituciones en defensa de derechos humanos en su país, en América y en el mundo para tratar de frenar la escalada terrible de violencia que se extendía en su país. El no podía permanecer callado ante un atropello tan grande a la dignidad humana. Textualmente en su última homilía les decía a los militares que mataban por orden del gobierno “ante una orden de matar que es de un hombre, debe prevalecer la ley de Dios que dice ‘no matar’. Ningún soldado está obligado a obedecer una orden contra la ley de Dios. Una ley inmoral nadie tiene que cumplirla. Ya es tiempo de que recuperen su conciencia y obedezcan antes a su conciencia que a la orden del pecado. La Iglesia, defensora de los derechos de Dios, de la ley de Dios, de la dignidad humana, no puede quedarse callada ante tanta abominación. Queremos que el gobierno tome en serio que de nada sirven las reformas si van teñidas con tanta sangre. Les suplico, les ruego, les ordeno en nombre de Dios: cese la represión

“…este es el cuerpo inmolado y esta es la sangre sacrificada por los hombres para que nos alimente también para dar nuestro cuerpo y nuestra sangre al sufrimiento y al dolor, como Cristo, no para sí sino por la justicia y la paz de nuestro pueblo” En ese momento sonó el disparo que lo mató.

 

Por amor se han creado los hombres en la faz de la tierra

Por amor hay quien haya querido regalar una estrella

Por amor fue una vez al Calvario con una cruz a cuestas

Aquel que también por amor entregó el alma entera

 

Por amor se confunden las aguas que en la fuente se besan

Y en las alas de las mariposas los colores se crean

Por amor ha existido en el mundo siempre tanta belleza

Y el color de la naturaleza se pintó por amor.

 

Por amor soy feliz, lo seré toda la vida mientras viva

 

Por amor una noche cualquiera un amante se entrega

Por amor en un beso se calman unos labios que esperan

Por amor ya no llevo las cruces que me dio el sufrimiento

Y por ti lo que fuera mi suerte se cambió por amor

 

Por amor soy feliz, lo seré toda la vida mientas viva: por amor soy feliz

 

            No se muere por ser un héroe. Se muere por amor. Así quedó claramente dibujado en estos martirios, en estos signos de contradicción para el mundo.

            Las naciones tienen necesidad de estos profetas. Hoy mas que nunca, aunque se ha extendido y se ha instalado en muchos estados los conceptos de los derechos humanos, las naciones tienen necesidad de este mensaje de Dios. Quizá las comunidades no sean tan claramente identificadas como comunidades geográficas, pero sí como comunidades humanas que reclaman no solo nuestra asistencia sino nuestra voz. Con las personas empobrecidas a cuerpear sus luchas y demandas, con la naturaleza, a cuerpear su defensa, con las personas desahuciadas a cuerpear su dignidad, con las personas excluidas a cuerpear su integración…

            En definitiva, el pecado fundamental que tanto en el antiguo testamento “quien oprime al pobre ofrende a su Creador” (Prov 14), como en el nuevo testamento atraviesa todo, es el desconocimiento a la presencia de Dios en estos rostros que tan claramente ha dibujado también el Documento de Puebla.

            Por lo tanto, a la luz de estos mártires y a la luz del anuncio de Jesús, podríamos preguntarnos: ¿qué clase de espiritualidad estamos encarando, y si de alguna manera el hecho de que nosotros no seamos amados por lo menos por una persona o por un ser humano empobrecido, desahuciado, enfermo, si no somos la voz de por lo menos alguien que no la tiene, difícilmente nuestro ABC del cristianismo esté completado, y probablemente estemos viviendo un cristianismo ligth. Que no sea así.

 Oremos, porque orar es bueno, y nos hace signos de contradicción