24/03/2022 – Dentro del ciclo “De lo espiritual en el arte”, el eremita y músico Santiago Chotsourián compartió desde Villa Martelli, en el Gran Buenos Aires, un nueva entrega hablando del agua y del aire. “Cuando nos referimos a las virtudes es inevitable que aparezcan los pecados, no para cometerlos sino para tenerlos presente. La soberbia, la avaricia, la lujuria, la ira, la gula, la envidia y la pereza son las siete pasiones del alma que la tradición eclesiástica ha fijado como pecados capitales. Hoy comenzamos escuchando una pieza de Bertolt Brecht, que fue un dramaturgo y poeta alemán, uno de los más influyentes del siglo 20, creador del teatro épico. En este tema prevalecen la soberbia y la pereza”, indicó.
“También vemos al agua como un elemento fontal y su presencia en los textos evangélicos. El agua tiene en la fe cristiana un carácter ritual, simbólico y sagrado. Por ejemplo lo vemos en el sacramento del bautismo o en el pasaje evangélico donde Jesús en la cruz, cuando un soldado romano le atraviesa el cuerpo con su lanza, mana agua y sangre de su costado. Aquí escuchamos de la música negra espiritual que combina el sentimiento de opresión por la esclavitud que padecían y lo que surge de su experiencia de Cristo en sus vidas”, añadió Chotsourián.
“Me parece que hay que valorizar lo líquido, hoy a veces ocurre lo contrario. Es una forma de recuperar la fuerza bautismal que viene de Jesús. Por eso, los elementos fundamentales son esenciales para conocer a Dios y su misterio, que es suave, estético y vital”, dijo Santiago. “El aire aquí también forma parte de este pensamiento y vemos en el ascenso de la alondra un ejemplo de esto. Alondra es un término usado para personas mañaneras que son de levantar muy temprano y dormir al atardecer. El ave alondra es principalmente diurna y es figura de Cristo, que se asocia al sol y a luz”, aseveró.
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