29/06/18 – Cada viernes la Lic. Ángela Sannuti, investigadora y miembro del consejo de redacción de la revista Criterio, nos acompaña en el programa “Hoy puede ser”. En esta oportunidad el título del encuentro fue: “La dependencia emocional y el amor”.
“La dependencia emocional es un tema clave, porque no hay nadie que no anhele amar y ser amado. Lo que debemos descubrir es que todos somos un potencial de amor”, dijo al inicio de la charla.
¿Por qué no sabemos como amar?
Ángela explicó que lo que sucede es que nuestro mundo está lleno de gente herida en su intimidad. Llena de miedo y resignada a vivir aprisionada en jaulas emocionales invisibles y aferradas a vínculos que atan. “El desamor esta hecho de ataduras, exigencias, reproches y servidumbres. La desconfianza, los celos, el afán de dominar, controlar, y poseer; es el lenguaje de relaciones inmaduras y dependientes.”
Todos deseamos dar y recibir amor, pero debido a errores en el enfoque a menudo lo que parece ser amor con frecuencia no lo es.
¿Cómo me doy cuenta si es amor o dependencia?
“El amor es fuente de dicha, libertad, serenidad, respeto y cuidado de uno mismo y del otro. El amor es conducir gentilmente a que el otro sea quien es . Las personas dependientes están interesadas solo en su propio bienestar. Desean llenar su vacío interior a costa de otros y renuncian a todo esfuerzo por evolucionar y responsabilizarse de sí mismos. No toleran el riesgo y la soledad que implica crecer”, explicó.
¿Cuáles son las dificultades e impedimentos a la hora amar?
Uno de los impedimentos es que aprendimos a funcionar de un modo muy mecánico con hábitos y respuesta aprendidas y heredadas en muy temprana edad. Estamos programados inconscientemente.
No son respuestas elegidas y conscientes. “Una persona que fue maltratada cree que el amor es maltrato. Asocia el amor a la crueldad”.
Otro de los obstáculos es que cuando somos pequeños se nos impone un modelo de comportamiento y se nos dice cómo tenemos que actuar, lo que tenemos que hacer y lo que no tenemos que hacer. “Pasa a ser más importante el cómo se comporta ese niño que el conocer quién es verdaderamente. Se nos considera como un recipiente vacío que hay que llenar y no como un potencial que hay que estimular para que brille.”, dijo la especialista.
“Éste es el obstáculo que nos impide crecer, la imposición de modelos y cuando crecemos seguimos siendo niños asustados disfrazados de adultos.”
Para finalizar Ángela afirmó que la vida siempre da una posibilidad de tomar conciencia. Hay una tendencia innata a desplegar el potencial que somos. “Ya somos un potencial y hay que permitir también que el otro se despliegue”.
Te invitamos a escuchar la entrevista completa en la barra de audio debajo del título.
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