10/08/2020 – En una nueva emisión del ciclo “Hablemos de Liturgia”, junto al padre Mario Sánchez, conversamos sobre la música y el canto en la liturgia.
El padre Mario, quien es miembro del Secretariado Nacional de Liturgia, contó que, antes del Concilio Vaticano II, existían dos modos de celebrar la Eucaristía, la Misa rezada o la Misa cantada:
“Cuando era de esta última manera, el clero asumía casi toda la función de la asamblea, y los coros ‘robaban’ el papel de la asamblea al cantar con el sacerdote los textos propios de la celebración”, dijo el padre Mario.
Cuando el papa Pio X ejerció su pontificado, reunió a la Sagrada Congregación de la liturgia para delinear la forma en que los compositores musicales debían escribir la música litúrgica. Luego, el Concilio Vaticano II fue el que abrió la puerta en situaciones de apertura en muchos países: “Como fruto de todo eso surgió el canto comunitario”, dijo el sacerdote.
En 1985, el papa Juan Pablo II expresó que era necesario la contribución de toda la asamblea y que, a su vez, la Iglesia esté predispuesta a que verdaderamente todo este arte se introduzca en la liturgia y sea capaz de movilizar y transformar los sentimientos de hombres y mujeres en el canto de oración que participen en la acción litúrgica.
El padre Mario dijo: “La música y el canto son expresiones del genio cultural del pueblo, son esenciales a la vida social. La Eucaristía y los sacramentos son una fiesta, por eso también, son consideradas Fiestas de la Fe”.
El padre Mario resaltó que es importante tener en cuenta que “el canto y la música no son un mero adorno para que la celebración salga bonita”, sino que son “oración hecha música y canto” porque cantar es orar dos veces.
¡Te invitamos a escuchar el programa completo al comienzo de la nota y a compartirlo en tus redes sociales!
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