El idioma de la cultura del encuentro

martes, 25 de julio de 2023
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25/07/2023 – Junto a María Cecilia Jaurrieta compartimos una vez más el ciclo “Hermanos todos” una reflexión desde la Encíclica del Papa Francisco “Fratelli tutti”.

¿Hay un idioma en la cultura del encuentro?

El Papa Francisco nos dice que con la amabilidad y la ternura podemos bajar el Evangelio a la vida cotidiana. Éste es un idioma que tenemos que incorporar, es un idioma gestual que no necesita ser traducido. Los gestos hablan más que las palabras, hacernos cercanos al que nos necesita, hacernos solidarios, eso un gesto que todo el mundo entiende.

El Papa nos dice que estamos viviendo en el espíritu del “sálvese quien pueda”, sin embargo todavía es posible optar por el cultivo de la amabilidad, hay personas que lo hacen y se convierten en estrellas en medio de la oscuridad. A nosotros los cristianos nos corresponde ser esa estrella; y cuando encontramos alguna persona que actúa irradiando esa amabilidad, debemos decírselo y destacarlo: hacer un culto de ese bien, difundir lo que hace, que el otro también se sienta reconocido por cultivar esta cultura de la amabilidad.

La cultura de la amabilidad es un manera de tratar a los otros y que se manifiesta de diferentes formas: amabilidad en el trato, con cuidado para no herir con palabras o gestos como un intento de aliviar el peso a los demás, implica decir palabras de aliento, que reconfortan, que fortalecen, que consuelan y estimulan en lugar de palabras que humillan, entristecen, irritan, que desprecian. Todos los días estamos tentados a decir palabras así, que puedan llegar a herir o humillar y el Papa también nos alerta sobre los fundamentalismos, o sea, el estar apegado a los valores que tenemos y hacer de ellos algo como una piedra, en lugar de ser dóciles con nuestras palabras y gestos.

“Muchas veces queremos arrojar el Evangelio al prójimo, como una piedra; el Evangelio es algo que se propone, no que se impone; y como alguna vez dijo un filósofo: “nada desacredita tanto a la verdad, como imponerla por la fuerza”. La verdad no se impone por la fuerza, la verdad por su misma belleza fluye, irradia, se acepta pero tiene que ir acompañada del gesto de la ternura y de la amabilidad”.

Te invitamos a escuchar el programa completo en el audio que acompaña esta nota