24/11/2015 – El problema del crecimiento del consumo y negocio de la droga en Argentina alarma a la sociedad, que percibe cómo el país, año a año, se ve sometido a la presencia de narcotraficantes que arruinan la vida de miles de personas a lo largo y ancho del territorio.
Néstor Moccia, diputado nacional del frente Progresistas, quien participa también de la Red de Comedores Solidarios, comentó en su visita a los estudios de Radio María que esta situación deriva en la construcción de una economía paralela, manifestó que el problema “no es de los pobres” y criticó la falta de estadísticas públicas sobre el tema.
“Hasta acá parecía que el problema del narcotráfico era en Rosario y algunas villas de Capital Federal, Córdoba parecía que estaba afuera, para nosotros tiene que ver con la protección mediática. Lo más complicado fue observar la retirada del Estado, y ver como el narcotraficante no solo usaba esto para enganchar pibes, sino para resolver problemas concretos, y ocupaba el lugar que antes ocupaba el centro vecinal o el puntero político”, aseguró.
“Los barrios que están a orillas de la Circunvalación hay un mundo aparte, se construye una economía en paralelo, se mueve el dinero. A nosotros nos llamó la atención que no es sólo un problema delictivo, sino que tiene relación con cuestiones sociales”, agregó Moccia.
“No es un problema de los pobres. La pasta base con la que hacen el paco decanta de la cocaína buena, que se reparte en el Cerro de las Rosas. El pobre y joven no es sinónimo de narcotraficante. El problema es más complejo, Argentina no es un país de tránsito, tiene mercado interno, hay consumo”, resaltó.
“Hay capacidad técnica y redes de transporte, la salida de la política entró por la ventana. El problema de Argentina es que del puerto de Buenos Aires salió un cargamento de cocaína que llegó a Alemania. Es un problema más grande, hay que tomarlo desde el punto de vista del delito complejo, de la salud, y de la seguridad, entendiendo que hay una connivencia demostrada con el aparato de seguridad”, destacó.
Moccia consideró que la falta de estadísticas es uno de las principales dificultades: “El dato que es tremendo es que no hay estadísticas públicas alrededor de cuánto se decomisa, o de los pibes que consumen. En el último año, se ve que hay muertes por enfrentamientos en barrios, pero atrás de eso hay una pelea de territorio. La construcción de la estadística pública es fundamental para atacar el flagelo en los distintos niveles”.
“Gendarmería y Prefectura tienen complicidad. No se puede conocer bien el tema sin estadísticas, pero a la fuerza de seguridad la pone la política, que tiene responsabilidad sobre eso. Acá no hay ley de blanqueo de capitales. Hay capitales sin blanquear, uno se pregunta de donde sale la plata para construir las mansiones que se ven. Se debe tomar como política de Estado, no puede ser solución de un gobierno. Las provincias la manejan políticos distintos, de diferentes partidos. Debe ser una política de Estado”, remarcó.
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