El perdón es fuente de felicidad, dijo el padre Héctor Espósito

miércoles, 6 de febrero de 2019
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06/02/2019 – El padre Héctor Espósito, tomando lo que San Pablo le escribe a los cristianos de Éfeso (San Pablo, capítulo 4, 25 en adelante), explicó cuáles son las consecuencias para quien perdona.

Comenzó recordando que “El perdón es un acto de voluntad. Al perdonar decido cancelar la deuda moral que el otro ha contraído conmigo”, expresó.

Y en este sentido, el padre Héctor dijo que “Necesito de la gracia, para tener la fuerza para perdonar”, señaló.

En este contexto, recordó lo que el papa Francisco en muchas de sus audiencias les dijo a los matrimonios: <No se vayan a la cama estando enojados>. “No te vayas a la cama sin tener la profunda alegría de haber perdonado”, agregó el padre Héctor.

Por otra parte, indicó la diferencia entre perdón y prudencia diciendo que “Cuando alguien haya cometido un daño y tenga intenciones de seguir haciéndolo, hay que tener prudencia para evitarlo. Porque -agregó- en la medida en que ayude al enemigo a evitar acciones que le dañen y dañen, estaré ayudando a mi ofensor”, explicó el sacerdote.

“Si lo que se busca es el bien del otro, se puede imponer un castigo, pero que este no sea con el fin de venganza”, aclaró.

Al mismo tiempo alertó que no se debe buscar la venganza a través de un tercero y ejemplificó diciendo que “Muchas veces escuchamos decir: <Yo te perdono, pero ya te las verás con Dios>, quien procede así -indicó el padre Héctor- no está realmente perdonando, porque pone a Dios como el ejecutor de la venganza”.

“El perdón es un acto de voluntad que incluye dos aspectos:

Cancelar la deuda moral del ofensor.

Tratar de eliminar los sentimientos contrarios provocados por la ofensa recibida, cambiarlos por otros sentimientos positivos”, explicó el sacerdote.

Y en torno a la prudencia volvió a recalcar su importancia diciendo que “Por eso la prudencia es la actitud que nos hace gobernar pensamientos, actitudes, acciones y es lo que nos hace ver el bien del otro. Ejemplo: una madre que corrige”, señaló.

Perdono pero no olvido

¿Qué relación existe entre perdonar y olvidar? ¿Qué significa la expresión perdono pero no olvido?

Ante estas preguntas, el padre Héctor Espósito dijo que “Olvidar no es lo mismo que perdonar, porque yo puedo decidir perdonar y perdono, mientras que mi decisión de olvidar no tiene el mismo resultado”. “El perdón entonces puede ser compatible con el recuerdo de la ofensa”.

En cambio -contrapuso- la expresión, perdono pero no olvido significa en el fondo, no querer olvidar, porque perdonar es querer olvidar. Pero no es tan fácil. Hay que sanar el olvido”.

“La esencia del perdón pasa por la decisión de perdonar, no por la memoria, porque esa memoria seguirá, pero yo ya perdoné”.

El perdón fuente de felicidad

“Aprende a perdonar de corazón y de corazón a pedir perdón, porque no viene mal recordar que todo hombre es débil”, propuso.

Y señaló además que “Si la decisión de perdonar que incluye el deseo de olvidar ha sido firme y se mantiene, el recuerdo de la ofensa irá perdiendo intensidad y en muchos casos se irá perdiendo por el paso del tiempo”.

“Una señal elocuente de que he perdonado aunque no haya podido olvidar es que el recuerdo involuntario de la ofensa no cuenta cuando me dirijo a la persona”, explicó.

“Tal vez no sea posible olvidar pero tengo que proceder como si lo hubiera olvidado”. “Porque el verdadero amor no lleva cuentas del mal, dice San Pablo a los Corintios”.

“Una ofensa se puede perdonar aunque no haya sido olvidada”, clarificó.

Finalmente, el padre Héctor concluyó su reflexión con una oración para perdonar. Dejamos un extracto de la misma:

Señor Jesucristo, hoy te pido la gracia de poder perdonar a todos los que me han ofendido en mi vida.

Sé que Tú me darás la fuerza para perdonar.

Señor, me perdono por cualquier intromisión en ocultismo, usando tablas de uija, horóscopos, adivinos, amuletos, tomado tu nombre en vano, no adorándote; por herir a mis padres, emborracharme, usando droga, por pecados contra la pureza, por adulterio, aborto, robar, mentir.

Señor Jesús, pido especialmente la gracia de perdonar a esa persona que más me ha herido en mi vida. Pido perdonar a mi pero enemigo, la persona que más me cuesta perdonar o la persona que haya dicho que nunca la perdonaría. Gracias Jesús, porque me estás liberando del mal de no perdonar y pido perdón a todos aquellos a los que yo también he ofendido.

Gracias Señor, por el amor que llega a través de mí hasta ellos. Amén