El perdón que sana el cuerpo y el alma

lunes, 5 de diciembre de 2011
Entrevista de Cristian Romano al padre Mateo Bautista, master en Pastoral de la Salud y Licenciado en Teología Moral y Espiritual, en la actualidad se desempeña como Delegado Arquidiocesano para la Pastoral de la Salud del Arzobispado de Santa Cruz de la Sierra, Bolivia. Con anterioridad aplicó sus conocimientos en Argentina, donde impulso la Pastoral de la Salud, fue director de la revista Humanizar, dirigió el centro de humanización y pastoral de la salud "San Camilo", promovió Resurrección, el grupo de mutua ayuda para familiares en duelo y fue Secretario Ejecutivo de la Comisión Episcopal para la Pastoral de la Salud. Lleva publicado más 60 libros, entre los cuales se destacan: Nuestra Salud Mental, Vida sin distrés, Cuentos para vivir en positivo, Renacer en el Duelo, Cuentos para elaborar el duelo, entre otros.

 

CR: El perdón ¿puede sanar?

MB: No solo puede, sino que sana y debe sanar. Vamos a comenzar haciendo una clarificación de términos. En castellano diferenciamos bien dolor de sufrimiento. La palabra dolor tiene sobre todo un cariz somático pero con repercusiones psicológicas y espirituales. Pero cuando afecta a todas las dimensiones de la persona: la afectiva, mental, a las relaciones humanas, a los valores y a la espiritualidad lo llamamos sufrimiento. Por eso dolor tenemos en alguna parte de nuestro cuerpo. Pero sufrimiento no tenemos en ‘una parte’ de nuestra persona sino en ‘toda’ nuestra persona incluso en nuestra personalidad. Y cuando hay una crisis profunda del sentido de la vida, cuando la persona se desconcierta, pierde su cosmovisión y hasta el gusto por la vida, hasta el sentido vital, hasta el deseo de vivir, hablamos de sufrimiento existencial. Y ahí es donde entra el tema del PERDÓN, que es esencial. Y no solo para el sufrimiento existencial y sino también hasta para el dolor corporal.

            Ciertamente que muchos dolores corporales pueden ser aliviados con una medicación, pero es importante saber de dónde surgen esos dolores. La mayoría son psico-somatizaciones. Gran parte de los males corporales son resultado de las torpes y deficientes e irregulares relaciones humanas. Por eso el dolor físico no es solo una dis-función orgánica. Es la causa que lo lleva adelante. Y si atajamos esa causa seguramente el dolor desaparece. Si tomamos pastillas pero no vamos a la raíz profunda, no vamos a tener sanación

            No hace falta ser especialista para saber que quien tiene un estilo de vida sano se enferma corporalmente menos. El que es alegre, optimista, positivo, solidario se enferma menos. El que es comunitario, abierto, se interesa por los demás, se enferma menos. Hasta me atrevería a decir que ‘tiene menos tiempo para enfermarse’.

            Somos una unidad integral e integrada en que se relacionan todas las dimensiones: orgánica, afectiva, mental, social, valórica y espiritual. Si trabajamos a la par y al unísono todas estas dimensiones, tenemos una armonía. Vamos a poner un ejemplo en los valores: la persona voluntaria se enferma menos que la que nunca hace nada gratuito por los demás. Esto está comprobado estadísticamente. Lo mismo pasa con las personas que viven con optimismo vital. Las personas aisladas se deterioran más en su psiquismo y en su corporeidad.

            Y luego está el fenómeno de la somatización. Las personas que no manejan bien sus crisis afectivas, no piden ayuda, no se interrelacionan, dicho de otra manera: ’se lo tragan todo’, ¿qué pasa si uno ‘se traga’ los problemas (afectivos, mentales, etc)? ¿dónde van a aparecer? Aparecen las úlceras. Otro ejemplo: ¿cómo se sabe inmediatamente que una persona está depresiva? Por la alteración del ritmo del sueño. Se rompe el biorritmo ordinario de los tiempos, se desmotiva. Y al depresivo en general le duele todo el cuerpo. Cuando estamos agotados, estresados, expresamos corporalmente la situación vital en que nos encontramos.

            Otro ejemplo de somatización que se da mucho en los niños. Supongamos que sus padres se llevan mal. En muchos casos, el niño no tiene capacidad para hablarlo fuera de casa, con sus maestras. ¿cuál es la manera que tiene para expresar la rabia de que sus papás no se lleven bien? Corporalmente. Tal vez lo expresa aislándose, poniéndose agresivo. Son maneras de llamar la atención (que suele pasar también con los ancianos)

            Por eso hay que apuntar a una salud integral e integrada.

La enfermedad es ‘un llamado de atención’ y nos apela a los estilos de vida no solo corporal, porque la mayoría de los problemas vienen de las relaciones humanas: las relaciones torpes, las relaciones escasas o deficientes, son la mayor fuente de sufrimiento. Los vínculos alargan la vida saludable. Las personas que se aíslan se enferman más, porque no arriesgan, no descubren nuevos mundos y nuevas posibilidades. Y el que tiene el mejor amigo del mundo, Dios, imagino que eso también le hará vivir mejor, más feliz. Tenemos que copiar de esta “Persona” , de este Ser tan saludable que a pesar de los problemas que le llevamos no tiene distrés ni se deprime. Por eso la amistad con Dios, recibir su gracia, su perdón, es la mejor fuente de salud. LA FE NO ES UNA TERAPIA, PERO ES LO MAS TERAPÉUTICO. Dios no está para quitarnos los problemas. Es mas: creo que Dios nos mete los problemas, pero tan saludablemente que nos hace crecer. Todo en la vida depende de la ACTITUD saludable con que se enfrentan los problemas. Las actitudes positivas, optimistas, el deseo de aprender, el darse gratuitamente, es lo que llena a las personas. No el que da cosas sino el que se da tiene la clave de la salud, de la armonía, del equilibrio, la satisfacción interior

CR: y esto de profundizar lo espiritual y trabajar lo emocional hace que también en lo físico encontremos un orden.

MB: El perdón sirve para recuperar los biorritmos, y hasta el sueño

CASI   Soraya

Anoche me dormí abrazando las nubes con almohadas de sueños en una cama de ilusiones
desde niña me imaginé esta vida cruzando retos para llegar a mi cima
en un instante perdí toda la certeza, las dudas y el rencor se marcaron en mi esencia
Será una pesadilla, no puede ser verdad, me despierta un derrumbe,empiezo a deslizar

Casi se me acaba la fe. casi se me escapa el amor
casi se me quiebra la inocencia, se me agota toda la fuerza para luchar un día más
casi me rendí hasta que pensé en Tí. casi me rendí… pero pensé en ti.

Veo en mi reflejo un rostro traicionado frente al fantasma de un cuerpo cansado
¿por qué hoy, por qué yo, por qué esto?
preguntas con respuestas que vendrán solo con el tiempo
Será una pesadilla no puede ser verdad, me despierta un derrumbe, empiezo a deslizar

Cuando solo escuchas el latido de tu corazón, encontrarás entre su ritmo y el silencio, la razón…

CR: Ese “casi” es el que muchas veces nos falta para encontrar esta armonía. Hay situaciones de enojo, por ejemplo, que provocan una des-armonía general. ¿qué lugar ocupa allí el perdón?

MB: Esa es una buena expresión: una enfermedad es una des-armonía general. La palabra “enfermedad” viene del latín “in- firmitas”, esto es, una no-firmeza. La armonía de la persona, su seguridad, su estabilidad, se perdió, se trastornó. Por eso se ve la enfermedad también como trastorno, desequilibrio de esta armonía. Cuando llega el perdón, viene una restauración. El perdón es reconciliación. De ahí viene también la palabra “conciliar”: reunir a todos en armonía. Por eso el perdón , que es amor, es el potentísimo factor de salud.

            Cuando ‘nos tragamos’ los problemas ¿dónde los metemos? En el estómago. Y el estómago grita de muchas maneras. Los que renegamos ‘un poco’ (no mucho) cada día, tenemos una salida, pero no tenemos que dejarlo adentro. Las personas que expresan los sentimientos, también la bronca, adecuadamente, se enferman menos.

            El perdón, como es amor, saca peso de encima. La persona abrumada es como que tiene un mundo encima. Y suele decirlo: ‘me pesa la vida’. El perdón nos saca ese peso de encima, restablece la armonía, la cordialidad, la unión, devuelve la amistad. El que puede perdonar y dejarse perdonar, se restaura, vuelve al equilibrio, a la armonía, a la salud.

CR: es un desafío al que muchas veces no estamos dispuestos, y queremos con medicamentos u otras técnicas tratar de solucionar. Y el problema permanece

MB: yo tengo un método de salud. Yo dono sangre cada 3 meses ¿sabe para qué? Para sacarme la ‘mala sangre’. El que dona sangre, no solo dona ‘el tejido’: dona valores. Solidaridad, cordialidad…El buen humor es un potentísimo factor de salud.

            El perdón nos alivia corporalmente, afectivamente, nos sanea mentalmente, restablece los vínculos, nos eleva en valores y nos da crecimiento en espiritualidad. El mejor médico del mundo es Jesús. Si inventó el sacramento de la reconciliación, por algo lo habrá hecho. Ese es el remedio más potente para sanar física, mental, afectiva, social, valórica y socialmente. Como será de importante el perdón que los que hacemos ayuda a los moribundos, lo que le aconsejamos tanto a ellos como a los familiares es que si hay alguna ‘deuda pendiente’ de cualquier tipo haya un diálogo, se digan las cosas. Estar reconciliado hasta ayuda a morir en paz. Cuales son los frutos del perdón? Serenidad, gozo. Cuando perdonamos y nos dejamos perdonar, vuelve la alegría, el entusiasmo, la motivación.

            Tendríamos que aprovechar a ver si, detrás de los que están en distrés –y tal vez en dis cuatro y en dis cinco-, no hay una gran falta de perdón

CR: Es la pregunta que tal vez no nos haríamos, porque creo que en el fondo muchas veces nos damos cuenta, pero queremos mirar para otro lado

MB: También podríamos hacernos otra pregunta: ¿por qué nos cuesta dejarnos perdonar? ¿por qué no nos perdonamos a nosotros mismos?

            El perdón nos reconcilia también con el pasado, nos hace vivir con profundidad el presente y nos lanza al futuro. Pero muchas personas tienen el lastre de una i-reconciliación con el pasado. Cuando pedimos perdón a Dios, ponemos todo el pasado en sus manos misericordiosas y volvemos a nacer. Es importante ver al perdón como un nuevo nacimiento. El pecado es muerte. Y el perdón mata la muerte. Y, hay que decirlo: es una manera de ahorrar. El que sabe perdonar y perdonarse visita poco las farmacias y vive saludablemente. Cuando hacemos valores sanamos, y cuando perdonamos creamos nuevos hermanos. Eso es lo maravilloso. El perdón sanea porque libera, porque reconcilia, porque restaura nuestra autoestima. Y es importante decir ue es una herramienta gratuita: para el perdón no necesitamos pagar, ni necesitamos desplazarnos, ni hay que hacer terapias extraordinarias. Y no está unido solo al corazón, al afecto, sino a la volutad. Es necesario un deseo voluntarioso. Es necesario decir “quiero perdonar” “necesito perdonar” “puedo perdonar” y “puedo, quiero, necesito recibir el perdón”.

            Conviene destacar y recalcar que el perdón es una decisión de vida. El deseo de perdonar no es solo un sentimiento que me sale del corazón. Me tiene que salir de la voluntad, de una inteligencia afectiva. Porque si yo sé que perdono y me perdono, sano. Por tanto la motivación, lo dice la palabra, tiene que ser el motor para la sanación holística

“RAZÓN DE VIVIR” Victor Heredia

Para decidir si sigo poniendo esta sangre en tierra, este corazón que va de su parte, sol y tinieblas

Para continuar caminando al sol por estos desiertos, para recalcar que estoy vivo en medio de tantos muertos.

Para decidir, para continuar, para recalcar y considerar, sólo me hace falta que estés aquí con tus ojos claros

foogata de amor y guía, razón de vivir mi vida

Para aligerar este duro peso de nuestros días, esta soledad que llevamos todos islas perdidas

Para descartar esta sensación de perderlo todo. Para analizar por donde seguir y elegir el modo.

Para aligerar, para descartar, para analizar y considerar sólo me hace falta que estés aquí con tus ojos claros

fogata de amor y guía. Razón de vivir mi vida

Para combinar lo bello y la luz sin perder distancia, para estar con vos sin perder el ángel de la nostalgia

Para descubrir que la vida va sin pedirnos nada y considerar que todo es hermoso y no cuesta nada.

Para combinar, para estar con vos, para descubrir y considerar sólo me hace falta que estés aquí con tus ojos claros

fogata de amor y guía. Razón de vivir mi vida

 

 

 

 

MB: Insisto: el perdón tiene que ver con la afectividad, pero es cuestión de voluntad. Hay que trabajarlo. Muchas personas dicen ‘emocionalmente no puedo’. Si usted lo maneja con una armonía afectiva, mental, va a encontrar nuevas dimensiones.

            También hay quienes dicen que perdonaron pero no pueden olvidar. Recordar es una cosa y perdonar es otra. El recuerdo no depende de nosotros. No es facultad de nuestra inteligencia impedir que un recuerdo aparezca. Un recuerdo nos puede venir mientras caminamos por la calle, o cuando vemos determinada cosa, o cuando escuchamos algo, etc. Lo que tenemos que manejar es que ese recuerdo sea sano. Si recuerdo con agresividad, eso es problema. La clave está en recordar y manejar ese recuerdo.

            También frente a la muerte de un ser querido hay personas que reniegan, se enfrentan, se sienten castigadas, abandonadas por Dios. Por eso es importante elaborar los duelos. Eso es también una reconciliación con la vida, con la muerte, con la vida eterna, que nos devuelve la salud

 “CUANDO” Jorge Fandermole

Cuando te despiertes cada día con el cuerpo de aire y ese olor
feliz del sueño manso de las lilas, sin miedo al movimiento ni al dolor.
 
Cuando yo no tenga casi nada de sangre en la garganta de papel
ni un agrio pez nadando en la mirada, ni quiera más amparo que la piel.
Van a ser los días esos barcos de luz que una vez pude escribir
y la alegría que hemos olvidado volviendo por los huesos a subir.
Yo me alimento con una quimera en que los ojos al sol verán brillar
los brazos de mi padre en las banderas y una ceniza negra, y una ceniza negra
y una ceniza negra que se va.
 
Cuando me convenza que la suerte me rige a la par que la pasión
y no el temible arcángel de la muerte velando sobre el campo del reloj.
Si lo consumado y lo posible tienen siempre la cara del horror
en esta patria de lo inaccesible en este tiempo olvidado de Dios.
Yo digo que mis ávidos amores son fuertes y viven más que yo
son gigantes tenues como flores que alientan este turbio corazón.
Los alimento con una quimera en que los ojos al sol verán brillar
los brazos de mi padre en las banderas y una ceniza negra, y una ceniza negra
y una ceniza negra que se va.
 

Participan los oyentes

         ¿qué pasa cuando tengo voluntad de perdonar a una persona pero ésta se niega a hablar conmigo? ¿qué pasa cuando yo doy el perdón pero no me perdonan?

MB: usted perdone. Me dirá ‘pero la persona no se siente perdonada’. Usted perdone. ‘pero la persona no quiere recibir mi perdón’. Usted perdónela. Usted ya ha hecho lo que tiene que hacer. Usted no puede obligar a la otra persona a que se deje querer o se deje perdonar. La sanación viene en el momento que se perdona aunque la otra persona no quiera ser perdonada.

         Desde que se suicidó mi hermana se me declaró hipertensión. No la perdono ni me perdono no darme cuenta

MB: es necesario sanar los duelos por homicidio y por suicidio. Son los más difíciles porque tienen muchas connotaciones. Sin el factor de perdón de la misericordia de Dios no hay ninguna técnica humana que pueda sanar estos procesos. Necesitamos el perdón y la misericordia. Las personas que no han resuelto duelos fuertes, somatizan mucho, tienen graves cuadros de ansiedad, angustia, incluso muchos casos hay de muertes por paros cardíacos en personas que ni lloran ni comunican lo que tienen adentro.

            También son duelos fuertes, a veces más duros que la muerte de un ser querido, los casos de separación o de abandono. A veces eso trae rabia, bronca. A la persona abandonada le baja profundamente su autoestima: ¿en qué fallé? ¿qué no supe hacer?. Por tanto en esos casos hay que trabajarlo, dejarse ayudar, pedir ayuda. Y difícilmente se saneen estas situaciones si no está el factor de reconciliación.

Incluso hay duelos por omisión. Por ejemplo, la persona que no se sintió querida, que no pudo satisfacer sus deseos en la vida

         Tengo problemas de salud, y mi madre con demencia senil. Me han dicho que la ponga en un geriátrico y yo no quiero. A veces me enojo con ella y me da bronca porque tengo que ver a Jesús en ella. Pero soy humana. ¿qué puedo hacer?

MB: cuando se ve el deterioro de un ser querido, que si es mental es mas sufriente aún, es importante no estar solo, pedir ayuda, acudir a profesionales, crear una red de vínculos y tener también con quien compartir momentos, desahogarse, y también aceptar que los deterioros son parte de la vida, y que pueden ser ocasión de crecimiento. El desafío en la vida es cómo transformamos las realidades aparentemente negativas en positivas, cómo podemos sacar del sufrimiento, crecimiento. Hay personas que visitan enfermos terminales y están contentas, buscan iniciativas; y hay otras que por el contrario dicen ‘no puedo visitar un hospital’. Es una opción de vida el buscar transformar la realidad en positividad.

CR: por todo esto que vamos conversando, veo que es como que a cada momento tenemos que estar ejerciendo esta decisión del perdón, estar como haciendo un duelo por muchas cosas que nos van ocurriendo, por ejemplo lo que yo esperaba de mi hijo o de mi esposa y no fue. Hacer el duelo de expectativas no cumplidas tiene que llegar a ser como un estilo de vida para poder mantener una vida sana

MB: esto es muy acertado. Conviene diferenciar sufrimiento de duelo. Duelo es lo que hacemos con las crisis, con los sufrimientos, con las omisiones, con las expectativas. En realidad, la vida es una balanza entre pérdidas y adquisiciones. Y ahí es donde tenemos que tomar una decisión positiva. Hay personas que pierden, y pierden. Y después de perder, siguen perdiendo. No hay una compensación con otros valores, adquisiciones. Eso es una fuente de sufrimiento y por tanto de i-reconciliación. Aceptar esas realidades positivamente es la mejor fuente de salud.

CR; Hay algunas líneas de autoayuda que sostienen que solo con pensar en positivo basta.

MB: eso no basta. Hay que pensar positivamente, hay que querer emocionalmente positivamente, y sobre todo, hay que actuar. El amor siempre es en acción. En los duelos de cualquier tipo pasa lo mismo. No basta con desahogarse, tiene que tener acciones. Un ejemplo concreto: hay personas que dicen no poder ir al cementerio donde descansa un ser querido porque le provoca sufrimiento. Hasta que no concrete la acción de ir y reconocer que el sufrimiento está en ella y no en ese lugar, no va a sanar. Por eso decimos que los duelos son acciones. La persona se reconcilia cuando vuelve a una armonía corporal, emocional, valórica, espiritual, en acción.

         Yo no puedo perdonarme de los abortos que me hice y por los cuales me arrepiento profundamente ¿cómo puedo lograr perdonarme?

MB: Existe lo que se llama el “perdón supra-natural”. Aquí necesitamos el perdón de la persona a sí misma, y que la persona recurra a pedir perdón a la fuente de la vida que es Dios. El aborto es un crimen y por eso cuesta tanto. Se necesita también pedir perdón a la criatura. Pero ¿cómo se pide perdón a alguien a quien asesinamos? Solamente desde la fe. Por eso de nuevo la fe va a ser lo más terapéutico. Esas criaturas no están en el cementerio, no son inexistentes, no están solo en la imaginación. Están en Dios, están en la gloria, están en la resurrección. Y ellas, desde el amor de Dios nos aman. La persona que ha abortado tiene que dejarse amar por los hijos que abortó. Y por eso hasta tienen que ponerle nombre a ese hijo, y pedirle perdón dentro del amor de Dios. Y sentirse perdonadas por esas personas en el amor de Dios. Es un ciclo muy natural que solo se puede hacer desde la fe en Dios, y en la resurrección. Quien lo hace va a tener realmente la paz. Y eso sirve también para los papás, los médicos, etc.

            Pero volvemos al principio: eso no quiere decir que eso se olvide, pero va a haber un saneamiento del recuerdo y una paz interior (no una justificación, porque el aborto es un crimen por mas que haya una ley que lo avale, y eso toda conciencia lo sabe)

– VIDA ETERNA – Ricardo Montaner

Sí:  tu existes, yo te hice, te pensé antes de nacer.
Si tu vives a mi vera, no te faltará la bondad, ni a tus padres, ni a tus hijos, ni nación.
Tengo siembra y cosecha, solo…

DEJA QUE TE GUIÉ MI PALABRA,
TENGO MI REINO DE REGALO Y SALVACIÓN DE HUMANIDAD.
YO TENGO MÁS: TENGO GRACIA Y GLORIA AL QUE ME SIGA , Y VIDA ETERNA.

Si tu amas, si tu adoras, el amor Yo lo inventé. Si no llegas a la hora de mi rapto esperaré.
Si te impones en hacer tu voluntad, si no encuentras a quien dar tu carga.

DEJA QUE TE GUIÉ MI PALABRA,
TENGO MI REINO DE REGALO Y SALVACIÓN DE HUMANIDAD.
YO TENGO MÁS: TENGO GRACIA Y GLORIA AL QUE ME SIGA , Y VIDA ETERNA.

 

CR: Qué lindo sería que a esta vida eterna podamos vivirla desde hoy y con este sencillo pero no menos difícil acto decisivo de voluntad de perdón