23/02/2024 – Como resultado de la legalización del aborto, en Argentina se ha hecho más pronunciada aún la caída de la tasa de natalidad, la reducción de la cantidad de nacimientos.
Los últimos datos oficiales son los del año 2022, cuando hubo un 6,5 por ciento menos de nacimientos que en 2021.
Ese año, el 2022 fue un año especialmente “productivo” para la “cultura de la muerte”, como dijo Mónica del Río, experta en el seguimiento de estos temas: la OMS dictó sus nuevas directrices para la práctica de los abortos, se distribuyeron los primeros combos abortivos (mifepristona + misoprostol), se publicó la primera Guía de AIPEO (Anticoncepción inmediata post evento obstétrico) y el Plan ENIA (de erradicación del embarazo no intencional en la adolescencia) se extendió a todas las provincias.
Los nacimientos vienen disminuyendo ininterrumpidamente desde 2014. El número de nacidos vivos del 2022 (495.295) constituyó un nuevo récord negativo. La merma de nacidos vivos entre 2014 y 2022 es del 36%.
Esto significa que hay más y más abortos y, en consecuencia, más traumas post aborto en miles de mujeres, y también de hombres.
Ante esto, hay mucha gente que trabaja por la cultura de la vida. El Proyecto Esperanza, de la ciudad de La Plata, es una de las instituciones que trabaja para reparar los daños, las huellas de dolor que ocasiona el aborto en quien lo consiente, lo lleva adelante, lo impone. Y también trabaja para contagiar esta cultura de la vida mostrando y compartiendo todo lo que se hace en defensa de la vida.
Al respecto dialogamos con Mariela Chineli, psicóloga, integrante de Proyecto Esperanza.
Podés ver la entrevista completa en el reproductor de video ubicado bajo el título.