El Sagrado Corazón: símbolo que nos conduce al amor vivo de Cristo (Dilexit Nos: puntos 83 al 85)

miércoles, 17 de septiembre de 2025

17/09/2025 – ¿Podemos reducir el amor de Cristo a una sola imagen? Con esta pregunta, el Padre Javier Soteras nos invita a descubrir que el Sagrado Corazón de Jesús es mucho más que un símbolo devocional: es un camino para vivir el Evangelio en profundidad.

El corazón de Cristo: un símbolo que remite al misterio

En esta nueva edición del ciclo Enseñanzas desde el Magisterio de la Iglesia, el director de Radio María Argentina compartió la riqueza de la encíclica Dilexit nos – Él nos amó. Allí se resalta que la imagen del Corazón de Jesús nunca agota la grandeza de su amor, sino que la vehiculiza.

“El símbolo siempre apunta a algo más grande que él mismo”, explicó el padre Soteras. Del mismo modo que un beso de una madre a su hijo expresa cariño, pero no agota el amor que lo sostiene, así el Sagrado Corazón es signo vivo de una realidad mayor: el amor misericordioso de Dios manifestado en Jesús.

Una devoción que transforma el corazón

El sacerdote recordó que la devoción al Sagrado Corazón no se apoya principalmente en revelaciones privadas, sino en la Sagrada Escritura. San Pablo invita a tener “los mismos sentimientos de Cristo Jesús”: compasión, humildad, bondad, sencillez y fortaleza.

El desafío no está en multiplicar gestos devocionales de manera mecánica, sino en dejar que esas prácticas abran nuestro corazón al amor transformador de Cristo. Como toda oración, la devoción al Corazón de Jesús alcanza su autenticidad cuando nos conduce a la Palabra y a la Eucaristía.

La centralidad de la Eucaristía

Una parte esencial de la catequesis fue la relación entre el Corazón de Jesús y la Eucaristía. “La adoración eucarística tiene sentido cuando nos prepara a comulgar mejor”, afirmó Soteras. La contemplación del Señor presente en la hostia consagrada alimenta el deseo de recibirlo y disponerse a ser transformados por Él.

En palabras del padre Javier:

  • La Eucaristía no es un premio para los perfectos, sino alimento para los débiles.
  • Toda devoción auténtica debe conducirnos a dos fuentes: la Palabra de Dios y la Eucaristía.
  • Somos transformados en aquello de lo que nos alimentamos: cuando recibimos a Cristo, nos volvemos más semejantes a Él.

La enseñanza deja un mensaje actual y profundo: no quedarnos en los gestos, sino abrirnos al encuentro vivo con Jesús. En un mundo lleno de distracciones y consumismo, necesitamos espacios de silencio y adoración que reaviven nuestro deseo de Dios.

El Corazón de Cristo nos invita a un “conocimiento interno de Jesús”, como proponía San Ignacio de Loyola, para amarlo más y seguirlo mejor.

Te invitamos a ver el video completo en nuestro canal de YouTube. Allí vas a encontrar las palabras completas del Padre Javier Soteras y profundizar en este mensaje que ilumina la vida de fe de cada creyente.