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13/5/2021 – En un nuevo programa de “Enseñanzas desde el Magisterio de la Iglesia” continuamos desandando el Capítulo 5 de la Exhortación Apostólica “Cristo vive” del Papa Francisco, dedicada a los jóvenes.
Junto al padre Javier Soteras profundizamos en el tema de la amistad, la oración y la santidad, a la luz del Magisterio de Francisco.
Comenzamos con los punto 150 y 151 donde nos dice el Papa: “Por más que vivas y experimentes no llegarás al fondo de la juventud, no conocerás la verdadera plenitud de ser joven, si no encuentras cada día al gran amigo, si no vives en amistad con Jesús. La amistad es un regalo de la vida y un don de Dios. A través de los amigos el Señor nos va puliendo y nos va madurando. Al mismo tiempo, los amigos fieles, que están a nuestro lado en los momentos duros, son un reflejo del cariño del Señor, de su consuelo y de su presencia amable. Tener amigos nos enseña a abrirnos, a comprender, a cuidar a otros, a salir de nuestra comodidad y del aislamiento, a compartir la vida. Por eso «un amigo fiel no tiene precio» (Si 6,15)”
Aquí el padre Javier explicó que haber encontrado un amigo en el camino, como Jesús y en Jesús tantos amigos, es haber encontrado la perla preciosa: “El amor más grande en relación con Jesús, está en embarcarnos en su sueño hasta darlo todo”, agregó y sumó que “en este tipo de amistad no hay lugar para la especulación, por eso, Jesús dirá que la amistad está en dar la vida por el amigo. Él lo hace y espera de nosotros un gesto semejante”.
“Es tan importante la amistad que Jesús mismo se presenta como amigo: «Ya no los llamo siervos, los llamo amigos» (Jn 15,15). Por la gracia que Él nos regala, somos elevados de tal manera que somos realmente amigos suyos. Con el mismo amor que Él derrama en nosotros podemos amarlo, llevando su amor a los demás, con la esperanza de que también ellos encontrarán su puesto en la comunidad de amistad fundada por Jesucristo. Los discípulos escucharon el llamado de Jesús a la amistad con Él. Fue una invitación que no los forzó, sino que se propuso delicadamente a su libertad: «Vengan y vean» les dijo, y «ellos fueron, vieron donde vivía y se quedaron con Él aquel día» (Jn 1,39). Después de ese encuentro, íntimo e inesperado, dejaron todo y se fueron con Él”. (CV 153)
El padre Javier dijo que ser amigos de Jesús es una invitación a considerar qué valor tiene esta declaración de amistad y cuánto implica de nuestra parte también al darle la bienvenida a tener una “responsabilidad a la altura de lo que esa declaración de amor/amistad está suponiendo por parte de Jesús”.
En el apartado nº 154 dice Francisco: “La amistad con Jesús es inquebrantable. Él nunca se va, aunque a veces parece que hace silencio. Cuando lo necesitamos se deja encontrar por nosotros y está a nuestro lado por donde vayamos. Porque Él jamás rompe una alianza. A nosotros nos pide que no lo abandonemos: «Permanezcan unidos a mí» (Jn 15,4). Pero si nos alejamos, «Él permanece fiel, porque no puede negarse a sí mismo» (2 Tm 2,13).” (CV 154)
“La amistad es el valor- expresa el Papa Francisco- en clave social que permite al mundo salir de esta pandemia fortalecidos”, señaló el padre Javier y dijo además que “el don social de la amistad, el vínculo de amistad es algo que se cultiva permanentemente y que, además, se trabaja constantemente”.
padre Javier Soteras
Continuando con la Exhortación Apostólica, el punto 156 expresa: “Así es posible llegar a experimentar una unidad constante con Él, que supera todo lo que podamos vivir con otras personas: «Ya no vivo yo, es Cristo quien vive en mí» (Ga 2,20). No prives a tu juventud de esta amistad. Podrás sentirlo a tu lado no sólo cuando ores. Reconocerás que camina contigo en todo momento. Intenta descubrirlo y vivirás la bella experiencia de saberte siempre acompañado. Es lo que vivieron los discípulos de Emaús cuando, mientras caminaban y conversaban desorientados, Jesús se hizo presente y «caminaba con ellos» (Lc 24,15). Un santo decía que «el cristianismo no es un conjunto de verdades que hay que creer, de leyes que hay que cumplir, de prohibiciones. Así resulta muy repugnante. El cristianismo es una Persona que me amó tanto que reclama mi amor. El cristianismo es Cristo»[ S. Óscar Romero, Homilía (6 noviembre 1977]”.
Al respecto, el padre Javier dijo que el camino de Emaús “es un camino de encuentro en el diálogo ya que cuando estamos con amigos, sobran temas para conversar, sabemos cómo está, por qué dice lo que dice, qué hace. Ese es el don de la amistad”.
Te invitamos a escuchar el programa completo en el audio al inicio de la nota.
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