03/08/2018 – Santa Teresa de Ávila, doctora de la Iglesia, nos deja estos hermosos versos que nos invitan a poner toda nuestra vida en las manos de Dios:
“Sea mi gozo en el llanto, sobresalto mi reposo, mi sosiego doloroso, y mi bonanza el quebranto.
Entre borrascas mi amor, y mi regalo en la herida, esté en la muerte mi vida, y en desprecios mi favor.
Mis tesoros en pobreza, y mi triunfo en pelear, mi descanso en trabajar, y mi contento en tristeza.
En la oscuridad mi luz, mi grandeza en puesto bajo. De mi camino el atajo y mi gloria sea la cruz.
Mi honra el abatimiento, y mi palma padecer, en las menguas mi crecer, y en menoscabo mi aumento.
En el hambre mi hartura, mi esperanza en el temor, mis regalos en pavor, mis gustos en amargura.
En olvido mi memoria, mi alteza en humillación, en bajeza mi opinión, en afrenta mi victoria.
Mi lauro esté en el desprecio, en las penas mi afición, mi dignidad sea el rincón, y la soledad mi aprecio.
En Cristo mi confianza, y de El solo mi asimiento, en sus cansancios mi aliento, y en su imitación mi holganza.
Aquí estriba mi firmeza, aquí mi seguridad, la prueba de mi verdad, la muestra de mi firmeza.”
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