27/09/2022 – En el espacio dedicado a la Familia Grande del Hogar de Cristo conocimos el Hurtadito, que funciona en la parroquia de Virgen de los Milagros de Caacupé, en la Villa 21 24 del barrio de Barracas, en Buenos Aires. El párroco en esta comunidad es el padre Lorenzo “Toto” De Vedia. Cintia Cossio es parte del equipo del Hurtadito y fue nuestra anfitriona. “Dentro del Hogar de Cristo San Alberto Hurtado funciona este lugar de infancia. El Hurtado tiene ya 14 años de vida y nosotros un poco menos. Abrimos porque al principio estaban las mamás que atendían a sus hijos, pero no era bueno que los chicos escucharan y vieran todo de los adultos en su proceso de recuperación. Fue así que vimos que era necesario crear este espacio para los niños. Hoy tenemos desde bebés hasta chicos de 13 años”, indicó Cintia.
“Tengo 29 años. Trabajo en el Hurtadito desde el 2018 primero fui voluntaria entre 6 y 7 meses. Luego empecé a ser parte del equipo del hurtadito junto a Joselina (psicóloga) y Maru (profesora de nivel inicial y puericultora) Quienes iniciaron el Hurtadito en el año 2018 como respuesta a la necesidad de acompañar a las infancias así como es importante acompañar a las familias, nos parecía importante que los niños y las niñas también cuenten con un espacio donde elles puedan expresarse, puedan tener un espacio para disfrutar, para jugar, para equivocarse y volver a intentarlo a su vez siendo acompañados por nosotras, acompanar la vinculación con madres o padres y sus hijos e hijas desde el amor, la escucha, acompañar desde la ternura. Hoy después de casi 4 años, pasamos de ser 3 personas a ser un equipo de 12 personas”, dijo Cossio.
“El Hurtadito está ubicado en Monteagudo 860, abrimos de lunes a viernes de 10 a 16 hora. el mismo horario del centro barrial San Alberto Hurtado. Es el primer centro barrial de Argentina”, agregó la joven. “Con los niños rezamos con mamá María, que es la Virgen de Luján. Los niños nos lo piden. El Hurtadito es el corazón del Hogar, allí está puesta la semilla de la esperanza”, destacó Cintia.