24/03/2025 – En febrero de 2026 se cumplirán 100 años de esta expresión tan popular en el ámbito deportivo. Lo llamativo es que su origen no está en el discurso de relatores deportivos o en sucesos vinculados al fútbol, como suele pensarse en general, sino que tiene como protagonista a un entrenador de atletismo estadounidense, Federico Dickens, quien trabajó e hizo historia con el seleccionado argentino.
Gustavo Farías, periodista e historiador, director del Museo del Estadio Mario Alberto Kempes de Córdoba, nos contó los detalles de esta historia. “Córdoba, Cuna de Campeones” es una expresión que ha trascendido generaciones y disciplinas deportivas, pero pocos conocen su verdadero origen. No nació en el fútbol ni en el automovilismo, y ni siquiera fue dicha por un cordobés o un argentino. Fue un estadounidense, el profesor de educación física Federico Dickens, quien acuñó la frase en 1926 mientras armaba la selección argentina de atletismo.
Dickens, encargado de conformar un equipo competitivo para el Sudamericano de Montevideo, recibió una lista de posibles convocados de distintas provincias. Sin embargo, su respuesta fue clara: “Si fuera por mí, convocaría a los cordobeses”. Su afirmación se basaba en el talento innegable de los atletas de la provincia, como Máximo Virgolini, los hermanos Balania y Fernando Cicarelli, entre otros. Cuando los dirigentes le señalaron que parecía querer un equipo íntegro de cordobeses, Dickens no dudó: “Porque Córdoba es cuna de campeones”.
La frase comenzó a circular en el ámbito del atletismo, pero fue en 1931 cuando adquirió notoriedad, gracias a la revista El Gráfico. El periodista Lorenzo Borocotó la utilizó en la portada de la revista, acompañando la imagen de tres atletas cordobeses. A partir de allí, la expresión se expandió a otros deportes y se convirtió en un símbolo de orgullo para la provincia.
Y los atletas cordobeses no solo llevaban la fama, sino también los logros: en aquel Sudamericano de 1926, Argentina fue campeona con una amplia ventaja sobre sus rivales, y los principales responsables del triunfo fueron los cordobeses. Atletas como Carlos Bianchi Luti, quien en 1932 alcanzó un récord olímpico en Los Ángeles, siguieron consolidando la grandeza de la provincia en el deporte.
Hoy, a casi 100 años de aquella expresión, el Museo del Estadio Mario Alberto Kempes exhibe parte de esta historia con medallas, documentos y objetos originales de los protagonistas.
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