15/05/2020 – “Este momento de pandemia es un tiempo nuevo y en este tiempo está Dios presente, María está cerca y es una oportunidad para ver qué nos está diciendo Dios con esta difícil situación que estamos viviendo“, indicó el padre Santiago Granillo, asesor de la pastoral de la Niñez de la diócesis de Catamarca.
En Madre del Pueblo y junto al padre Marcelo Amaya, desde Catamarca, compartimos las repercusiones de lo que fue la fiesta de Nuestra Señora del Valle allí en Catamarca, el pasado domingo 26 de abril. Para hacer este recorrido el padre Marcelo nos trae la presencia de tres invitados muy especiales, que estuvieron en alguna parte de la organización, el padre Javier Cisternas, Mery Santillán y el padre Santiago Granillo.
“En primer lugar, agradecido de Dios y de la Virgen, y del padre Lucas que me invitó a participar de las fiestas marianas, he ayudado no solo desde la liturgia, sino desde la parte técnica, ya que se transmitieron las celebraciones por las redes sociales”, comenzó diciendo el padre Javier Cisternas.
En este sentido, el padre Javier, contó que se pudo vivir esta fiesta en honor a la Morenita de una manera distinta pero no por eso menos importante, “ya que fueron muchísimas las personas que peregrinaron a Catamarca desde sus casas, con sus propios altares a través de los medios tecnológicos y desde allí disfrutaron de las misas, procesiones, oración del rosario”.
“La animación hacía que uno pudiera tener ese contexto, quizá haya que ver este tiempo como una oportunidad para vivir de otra manera las festividades“. “Cuando uno está en alguna parte de la organización, está pendiente de eso y no permite que uno lo pueda vivir espiritualmente a fondo”, expresó el sacerdote. Y completó diciendo que “Poder vivir esta fiesta más a fondo espiritualmente, con menos preocupaciones, fue una gracia muy especial para mi”, testimonió.
Por su parte, desde la ciudad de Belén, Mery Santillán, quien es directora del colegio Virgen de Belén, del nivel secundario, contó sobre esta hermosa iniciativa de los altares domésticos, diciendo que “En este tiempo de pandemia, tuvimos la iniciativa de armar los altares, lo hicimos con el objetivo de que cada familia pueda vivenciar y darle un lugar en la casa a la Virgen”. “Hicimos esta propuesta en conjunto con la municipalidad, así que después de la difusión, la gente empezó a enviar las fotos de sus altares”, indicó Mery.
Indicó además, que esta actividad de los altares tuvo una dimensión solidaria, ya que la hermana Laura Rivas junto a todo el equipo docente del colegio, planificaron una entrega de sábanas, colchones, artículos de limpieza, cofias, y todo esto se donó al hospital de Belén.
El padre Santiago Granillo, asesor de la pastoral de la Niñez de la diócesis de Catamarca, destacó que “A través del proyecto de los mantos, la gente se sintió más cerca de la Virgen”. Y agregó que “Han sido dos proyectos que gracias a Dios han tenido una muy buena acogida en la gente -el proyecto de los mantos y de las grutas- y han sido promovidos dentro del contexto de las festividades del centenario de la Virgen del Valle”.
“El proyecto de los mantos ha sido para ayudar a la gente para que se sienta identificada con la Virgen María, con su protección, ya que han sido bendecidos para ser colocados en las puertas de la casa, justamente como signo de protección, como signo de su bendición”, indicó el padre Santiago.
“Esto ya lo veníamos trabajando desde unas cuantas festividades anteriores, pero se ha podido federalizar este proyecto dentro del contexto de pandemia que vivimos”. “Ha tenido una buena acogida y se ha podido difundir a nivel nacional también por medio de la Junta Nacional de catequesis”.
“Yo creo que la Virgen tiene sus caminos, sus modos, sus tiempos, y yo creo este tiempo es de una fuerte presencia mariana”.
“Y después estuvo el proyecto de las grutitas, donde cada uno elaboraba junto a la familia una gruta a la Virgen”. “Ha sido muy acogido por las familias y entusiasmó mucho a los niños”. “Yo creo que ha sido un lindo obsequio de la familia para la Virgen”.
“Este momento de pandemia es un tiempo nuevo y en este tiempo está Dios presente, María está cerca y es una oportunidad para ver qué nos está diciendo Dios con esta difícil situación que estamos viviendo”, indicó el padre Santiago Granillo, asesor de la pastoral de la Niñez de la diócesis de Catamarca.
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