19/12/2019 – Hace algunas semanas se conocieron los resultados de las pruebas Pisa, el Programa de evaluación internacional de alumnos que realiza la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y que aplican 79 países, entre los cuales está Argentina.
Los resultados obtenidos por los alumnos argentinos, están entre los peores del ranking de los 79 países en los que se hizo la evaluación.
Y a partir de ese mal desempeño surgió o resurgió el debate en torno a la exigencia, es decir, si los alumnos argentinos aprenden menos porque se les exige menos. Siempre se escucha por ahí que los japoneses o los chinos tienen más exigencia y aprenden más porque se les exige más.
Se suma en esto la discusión por la decisión de que, por ejemplo, en Córdoba, ningún niño repite grado en la primaria, y, como hemos podido comprobar personalmente, hoy nos podemos encontrar con niños de quinto o sexto grado que no saben escribir y que tienen dificultades para leer.
Al respecto, Marta Tenutto, Doctora en educación, Magíster y especialista en Educación, dijo a Radio María Argentina: “No puede haber enseñanza sin aprendizaje. Hay una serie de condiciones que deberíamos facilitar los docentes para que se produzca el aprendizaje”.
Tenutto expresó que, “a la exigencia la podríamos traducir en “criterios de evaluación”, es decir, sobre que base nosotros vamos a evaluar (…) aquí, la pregunta es ¿que quiere el docente que su estudiante realice?, ¿que espera que haga?, ¿que de todo lo que podría incluir el criterio “responsabilidad” está esperando de los estudiantes”. Es allí que surge otro tema que tiene que ver con el docente porque, muchas veces, nosotros tenemos algo en la cabeza que no comunicamos, que no lo transformamos en algo concreto para que el estudiante se haga cargo y luego evaluamos bajo esos criterios que tenemos y que no son compartidos”.
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