12/05/2020 -Continuamos nuestro recorrido por la Carta Encíclica Laudato Si del Papa Francisco , junto a nuestro Director, el padre Javier Soteras, quien como cada semana, nos ayudó a profundizar sobre algunos puntos del Documento sobre el cuidado de la Casa Común.Continuamos en el capítulo Cuarto de la Encíclica donde el Papa nos está hablando de la “Ecología de la vida cotidiana”:
“Dada la interrelación entre el espacio y la conducta humana, quienes diseñan edificios, barrios, espacios públicos y ciudades necesitan del aporte de diversas disciplinas que permitan entender los procesos, el simbolismo y los comportamientos de las personas. No basta la búsqueda de la belleza en el diseño, porque más valioso todavía es el servicio a otra belleza: la calidad de vida de las personas, el encuentro y la ayuda mutua”. (LS 150)
El padre Javier dijo que, desde la perspectiva de la ciudad, en la cultura del encuentro es donde Dios habita. Agregó que, esto mismo ya lo decía el papa Francisco cuando aún era cardenal en Buenos Aires: “hacer de la ciudad un Santuario”.
El padre Javier dijo: “Cuando hablamos de santuario, hacemos referencia a un lugar que sea un hábitat amplio, bello…donde lo sagrado tenga que ver con las relaciones humanas”. Añadió, además que, “en toda la complejidad que tiene esto, supone una integración de muchas miradas a la hora del desarrollo de la ciudad”.
Luego, nos detuvimos en el siguiente punto:
“Hace falta cuidar los lugares comunes que acrecientan nuestro sentido de pertenencia, nuestra sensación de arraigo, de «estar en casa» dentro de la ciudad que nos contiene y nos une. Es importante tener una visión de conjunto, en lugar de encerrarse en un barrio privándose de vivir la ciudad como un espacio compartido con los demás. Así los otros dejan de ser extraños, y se los puede sentir como parte de un «nosotros» que construimos juntos”. (LS 151)
“Hay un sentido de comunidad que el cristianismo tiene para ofrecer a la cultura contemporánea que, configura bajo lo privado su forma de ser y lo comercial, en su modo de relacionarse o de un modo de organizarse bajo la tutela del Estado y la organización de la convivencia social bajo un cuidado del mismo”, dijo sobre este punto el padre Javier.
A su vez, el padre Javier dijo que el cristianismo aparece configurando un “nosotros” que nos hacer ser personas, pero estando en un espacio común que llamamos comunidad y con la representación de quienes hemos transferido la delegación del ejercicio de la autoridad para acompañar el proceso comunitario.
“La falta de viviendas es grave en muchas partes del mundo. No sólo los pobres, sino una gran parte de la sociedad sufre serias dificultades para acceder a una vivienda propia, que tiene mucho que ver con la dignidad de las personas y con el desarrollo de las familias. Es una cuestión central de la ecología humana. La calidad de vida en las ciudades tiene mucho que ver también con el transporte, que en muchas ciudades significa un trato indigno debido a la aglomeración, a la baja frecuencia de los servicios y a la inseguridad” (LS 152-153)
El padre Javier dijo en referencia al punto anterior que, tener una casa es pertenecer, tener arraigo pero que al no tener una, uno está al margen, es decir, no está. “A veces, en la convivencia ciudadana, la dificultad está dada por el transporte. Si el lugar de la ciudad es el encuentro de los que tienen pertenencia a su casa, para que se produzca ese encuentro, tiene que haber facilidad para que nos encontremos”, añadió Soteras.
Te invitamos a escuchar el programa completo al inicio de esta nota y a compartirlo en tus redes sociales.
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