Hacer el bien: lo heredado, lo propio, lo adquirido

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Entrevista a Marta de la Iglesia, Licenciada en Psicología, Especialista en LOGOTERAPIA

Fax 011 42223267

 Gabriela Lasanta  = GL

 Marta = M

GL: Hay cosas en la existencia que nos vienen dadas. En el devenir de la historia recibimos un bagaje, una herencia de muchas cosas. Hay cosas que son adquiridas, y hay cosas que son propias: las construimos.

 

M: LO HEREDADO es ese bagaje, ese aluvión genético que un bebé recibe ya en el momento de la concepción. Ya en el útero materno recibe toda una historia de la mamá, del papá y de tantos ancestros. Ese bagaje es a veces conocido y otras en parte ignorado. En ese bagaje hay componentes orgánicos, anatómicos, es decir genéticos. También en lo genético está el bagaje psíquico que se recibe: ciertas disposiciones del temperamento, de las emociones.

            Ya desde el útero comienza el proceso lento, gradual, de transformación en eso que pasará a ser la constitución entre lo heredado y lo que vamos recibiendo de la mamá, de las emociones que ella experimenta durante todo el embarazo.,

A partir del momento del nacimiento comienza ese proceso personal de personalizar la historia individual de cada uno, y allí ya lo adquirido tiene que ver con múltiples factores que gradualmente van estando acompañados de mayor “darnos cuenta” qué adquirimos. Al principio lo que adquirimos es automático: repetimos mucho lo que nos dicen los adultos que nos rodean, gradualmente va apareciendo ese maravilloso y a la vez delicado deslumbrar de la libertad, en el que comenzamos a elegir nosotros. Y allí es donde comienza a aparecer casi sin darnos cuenta, una necesidad profunda que llega desde nuestra esencia espiritual, desde nuestro psiquismo, una búsqueda del bien y la verdad, y también por otra parte una constante incertidumbre, imprecisión, a veces casi olvido de esta búsqueda porque no siempre está muy claro en cada uno de nosotros. Esto está muy relacionado con las crisis propias del desarrollo de la personalidad. Pero allí lo propio se va enraizando con nuestro propio modo de ser. En ese proceso escuchamos más y cada vez más tenue las voces de los que nos rodean, familiares o no, que nos dicen “se parece a…”, pero eso va cambiando a “se parecía a… pero cada vez menos” porque ahora ya es esa personalidad propia que ya a veces en la adolescencia –tímidamente o firmemente- comienza a perfilarse. En eso propio está la consolidación de la identidad y de la propia vocación a la vida, a la propia necesidad de descubrir y realizar una misión en la vida.

 

GL: Ustedes como logoterapeutas trabajan sobre todo sobre LO PROPIO. Sobre encontrarle el sentido a la vida. Vivir el presente con proyección al futuro recuperando el pasado.