Heridas que no se nombran, heridas que no se ven

martes, 7 de marzo de 2023
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07/03/2023 – El padre Matías Jurado, director pastoral del retiro “Del dolor a la Gracia” y la psicóloga María Jurado, integrante del mismo espacio, invitaron a hablar de esas realidades innombradas y ocultas que esconden situaciones de abusos. “Hay un silencio fructífero y otro que sirve para tapar y ocultar una realidad dolorosa. El silencio fructífero nos permite escuchar lo más profundo, da lugar a la interioridad, a la creatividad, al agradecimiento. Nos permite descubrir los sueños más hondos. En cambio, el silencio de lo que nos hizo sufrir nos hace estancarnos en la herida, poner la fuerza interior en los mecanismos de defensa, nos impide conocer la verdad de nuestra historia. En la psicología se hablade creencias matrices pasionales que son representaciones mentales que hacemos sobre nosotros mismos, sobre los demás y sobre la realidad externa en general. Estas creencias que forman parte de una estructura cognitivo-afectiva”, aseguró la profesional.

“Otro autor dice que no se puede insensibilizar la emoción selectivamente. Si me dijeron que no me puedo enojar porque es algo mal y lo anulo, también elimino el disfrute o la alegría. Es como cuando hay un corte de energía eléctrica en una casa, deja de funcionar una zona. Cuando quiero cortar con el enojo por ejemplo, también corto la alegría. Si me pongo una armadura, dejo de sentir el dolor pero además dejo de sentir el gozo de una caricia. De lo que no se habla, es un mensaje. De lo que mis figuras significativas no hablan, es algo que van a aprender. Si no se habla de frustraciones o sentimientos de vida, se incorpora eso como modo de emoción”, agregó María.

“Las palabras crean identidad. Y hay realidades de las que no hablamos. El motivo del silencio puede ser buscar interioridad, sentir vergüenza o pudor. O simplemente el olvido de la herida. Son todos mecanismos de defensa. Hay que buscar interlocutores posibles”, sostuvo el padre Matías. Y añadió: “Las posibles situaciones de abusos tapados pueden ser espacios no definidos como tal. Estamos hablado de algo que se pensó que era un juegos de niños, o las iniciaciones sexuales o la naturalización de la violencia en el hogar. También hay heridas no reconocidas como traumas, como el rechazo o abandono de los padres, la separación de los mismos o el bullying sufrido en algún momento”. Quienes quieran encontrar una solución a estos traumas en quierosanar.com.ar encontrarás los distintos grupos de la Iglesia católica de Argentina que trabaja con estos temas.