02/06/2020- Todos tenemos en mayor o menor medida algunos pensamientos negativos, pero si permitimos que se adueñen de nuestra mente pueden resultar peligrosos para nuestra salud mental. ¿Podemos limpiar nuestra mente de sentimientos negativos? En el programa “Hoy puede ser” nos acompaña el Dr. Roberto Federico Ré, médico psiquiatra y Director de la Red Sanar.
Los pensamientos negativos son la raíz de los males de la salud mental Los pensamientos negativos quiebran la esperanza y repercuten en la salud de las seis dimensiones de la persona. Los pensamientos dependen de innumerables factores: de la personalidad, de cómo dormimos, de qué comimos, del entorno, del humor, etc. Hay que cuidar la calidad de nuestros pensamientos.
Señales de alarma Tenemos que vigilar nuestros pensamientos para reconocer cuáles de ellos pueden hacernos daño. “La psicoeducación nos sirve para detectar las señales de alarma. Pensar negativamente quiebra la esperanza y nos trae indicadores como la angustia y el miedo, que son señales primarias. Si no seguimos de cerca estos indicadores, sin darnos cuenta, podemos transformarnos en malhumorados y pesimistas. La persona se va desensibilizando y ensimismando. Esta mismidad se transforma en el foco de atención de la persona y la daña.”
La conducta del pesimista “El pensamiento negativo es como un virus y lesiona la estructura de la persona. El pesimista repite siempre “no”, como una tendencia natural a la negación. Cuando convivimos con una persona negativa se corrosiona ese vínculo. El pensamiento negativo sistemático estanca nuestra vida y nuestra proyección hacia el movimiento vital. Una de las consecuencias más graves puede ser la depresión, máxima expresión en la negatividad.”
¿Qué podemos hacer para cortar y gestionar los pensamientos negativos? El Dr. Ré recomendó un ejercicio de respiración que podemos hacer varias veces al día. Este ejercicio se puede aplicar en estadios tempranos de pensamientos negativos y no cuando ya se tiene una patología. “Los pensamientos negativos agitan el corazón y la respiración. Al aquietar la mente , se aquieta también el corazón-pulmón. Para los mecanismos de miedo, de angustia es muy útil.”
Ejercicio: Inspirar lentamente por la nariz, hacer una breve pausa, y exhalar lentamente por la nariz. Esto lo repetimos cuatro veces como mínimo. Tenemos que tomar conciencia que el aire entra por la nariz. Podemos aplicar a la respiración también una oración: Inspiro y digo “Padre”, espero y digo “Hijo”, exhalo y digo “Espíritu Santo”. “Este ejercicio nos dará una gran pacificación interior.”, finalizó.
No te pierdas de escuchar la entrevista completa en la barra de audio debajo del título.
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