01/02/2022 – Esta semana compartimos un nuevo programa del ciclo de espiritualidad junto al padre Héctor Espósito, quien contiuó avazadno en los Mandamientos, como tesoro de Dios.
Comenzamos con el cuarto mandamiento “Honra a tu padre y a tu madre” y como siempre, el padre Héctor comenzó el espacio iluminando con la Palabra de Dios:
“Vean cómo sabremos que lo conocemos: si cumplimos sus mandatos. Si alguien dice: «Yo lo conozco», pero no guarda sus mandatos, ése es un mentiroso y la verdad no está en él. En cambio, si uno guarda su palabra, el auténtico amor de Dios está en él. Y vean cómo conoceremos que estamos en él: si alguien dice: «Yo permanezco en él», debe portarse como él se portó. Hijos queridos, no les escribo un mandamiento nuevo, sino el mandamiento antiguo, el que ustedes tenían desde el comienzo; este mandamiento antiguo es la palabra misma que han oído. Y, sin embargo, se lo doy como un mandamiento nuevo, porque es realmente novedad tanto en ustedes como en Jesucristo; ya se van disipando las tinieblas y brilla la luz verdadera. Si alguien piensa que está en la luz mientras odia a su hermano, está aún en las tinieblas. (…) Esto les escribo, hijitos: ustedes recibieron ya el perdón de sus pecados. Esto les escribo, padres: ustedes conocen al que es desde el principio. Esto les escribo, jóvenes: ustedes han vencido al Maligno. Les he escrito, hijitos, porque ya conocen al Padre. Les he escrito, padres, porque conocen al que es desde el principio. Les he escrito, jóvenes, porque son fuertes, la Palabra de Dios permanece en ustedes y ya han vencido al Maligno.” (1º Carta de Juan, 2)
“Dios quiso que, después de Él, honrásemos a nuestros padres, a los que debemos la vida y que nos han transmitido el conocimiento de Dios. Estamos obligados, por amor, a honrar y respetar a todos los que Dios, para nuestro bien, ha investido de su autoridad. La palabra autoridad significa “el que hace crecer” ¿quien puede tener más autoridad que un padre y una madre que quieren que crezcan sus hijos?”.
“El cuarto mandamiento se dirige expresamente a los hijos en sus relaciones con sus padres, porque esta relación es la más universal. Se refiere también a las relaciones de parentesco con los miembros del grupo familiar. Exige que se dé honor, afecto y reconocimiento a los abuelos y antepasados. Finalmente se extiende a los deberes de los alumnos respecto a los maestros, de los empleados respecto a los patronos, de los subordinados respecto a sus jefes, de los ciudadanos respecto a su patria, a los que la administran o la gobiernan”.
El padre Hétor Espósito es párroco de Nuestra Señora Del Rosario en Villa del Rosario
Podés escuchar el programa completo en el audio que acompaña esta nota