Jesús en mi ama a los demás.

lunes, 6 de febrero de 2023

06/02/2023 – Compartimos la catequesis del día junto al Padre Alejando Puiggari. El Evangelio de Marcos nos acerca, sobre todo, gestos de Jesús. Vemos, en la Palabra de hoy como el se Señor va introduciendo a los discípulos en la realidad de que para la predicación del Reino no hay fronteras.

 

Después de atravesar el lago, llegaron a Genesaret y atracaron allí. Apenas desembarcaron, la gente reconoció en seguida a Jesús, y comenzaron a recorrer toda la región para llevar en camilla a los enfermos, hasta el lugar donde sabían que él estaba. En todas partes donde entraba, pueblos, ciudades y poblados, ponían a los enfermos en las plazas y le rogaban que los dejara tocar tan sólo los flecos de su manto, y los que lo tocaban quedaban curados.

San Marcos 6,53-56

 

 

Jesús les va ampliando la mirada y las tierras paganas son también lugares de su presencia.

Este evangelio refleja que cuando la gente se enteraba de que Jesús iba a estar en algún lugar, le llevaban a los enfermos para que ante su presencia sean curados. Ellos no sabían quién era pero apenas lo veían lograban reconocerlo. ¿Por qué? Jesús irradiaba bondad, era el verbo hecho carne, el amor de Dios. Jesús no predicaba, simplemente estaba. Él enseñaba un nuevo modo de relacionarse con todos. Que nosotros también podamos, como nuestro Señor, mostrarlo no tanto con palabras sino con gestos “decidores”.

Las obras de misericordia no son un suspiro por hacer algo bueno. Es un compromiso. Lo vemos en el gesto de aquellos que en camilla acercan a Jesús a los enfermos.

A veces en esta cultura de Instagram tenemos todo como acelerado, vemos cómo nos cuesta comprometernos en forma permanente.

Algunos espacios de voluntariado sacan del centro a la persona a la que se acompaña poniendo en su lugar la búsqueda y/o lucha de poder. Cuando nos adueñamos de los espacios de poder o hacernos siempre lo mismo vamos perdiendo la frescura en el servicio, no le permitimos al Espíritu Santo que obre con libertad en nosotros. Jesús en mi ama a los demás.

Dejarse tocar por Jesús. Podemos pedirle al Señor que nos toque, porque nosotros también necesitamos ser curados de tantas cosas que tenemos. Solo en la experiencia de haber sido sanados por el Señor, desde nuestra vulnerabilidad, nos permitirá convertirnos en instrumentos de sanidad para nuestros hermanos.

Estamos atravesados por el amor de Dios y no podemos callar lo que hemos visto y oído. Que comencemos el día avisando nuestro corazón para animarnos a ir más allá de nuestro pequeños mundo viendo que podemos hacer por los demás.