13/06/2026 – El Evangelio de hoy nos presenta palabras muy fuertes de Jesús. Parecen duras: nos habla de arrancarnos el ojo o cortarnos la mano si nos llevan al pecado. Pero si las leemos desde el amor, entendemos que no se trata de castigo, sino de una invitación a cuidar el corazón.
Jesús no quiere que cumplamos normas por miedo. Nos invita a vivir desde el amor verdadero, desde una libertad interior que sólo nace cuando lo dejamos habitar en nosotros.
“Han oído que se dijo… pero yo les digo…” (Mateo 5, 27-32)
Jesús dijo a sus discípulos: Ustedes han oído que se dijo: No cometerás adulterio. Pero yo les digo: El que mira a una mujer deseándola, ya cometió adulterio con ella en su corazón. Si tu ojo derecho es para ti una ocasión de pecado, arráncalo y arrójalo lejos de ti: es preferible que se pierda uno solo de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea arrojado a la Gehena. Y si tu mano derecha es para ti una ocasión de pecado, córtala y arrójala lejos de ti: es preferible que se pierda uno solo de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea arrojado a la Gehena. También se dijo: El que se divorcia de su mujer, debe darle una declaración de divorcio. Pero yo les digo: El que se divorcia de su mujer, excepto en caso de unión ilegal, la expone a cometer adulterio; y el que se casa con una mujer abandonada por su marido, comete adulterio.
San Mateo 5,27-32
A veces pensamos que ser cristianos es no hacer “cosas malas”. Pero Jesús va más allá. No quiere una vida “sin fallas”, sino una vida llena de amor y entrega.
Nos propone una justicia mayor:
No podemos lograr esto solos. Solo cuando nos descubrimos amados por el Padre, nace en nosotros el deseo de vivir de otra manera. Dios no se escandaliza de nuestras heridas. Al contrario: se acerca con ternura y nos transforma desde adentro.
Bernanos decía que hay muchas personas que mueren sin haber usado su alma ni una sola vez. Por miedo al fracaso, al dolor, al compromiso… se guardan la vida. Pero Jesús no nos llama a escondernos, sino a vivir con coraje y pasión.
San Alberto Hurtado repetía esta pregunta en todo momento. Podemos hacerla nuestra también.
Hoy le pedimos a Dios:🙏 La gracia de aborrecer el mal.💗 Y la gracia de amar el bien.
Jesús no quiere solo buenas acciones. Quiere corazones transformados que actúen como Él actuaría.
Jesús propone una vida nueva. No basada en el temor, sino en la relación viva con Él. No basta cumplir con lo justo. Nos invita a una justicia mayor: el amor.
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