03/09/2018 – En relación al Congreso Eclesial por los 50 años de la II Conferencia General del Episcopado Latinoamericano que se desarrolló a fines de agosto en la ciudad colombiana de Medellín, el obispo de Chascomús y secretario general de la Conferencia Episcopal Argentina afirmó que “fue un nuevo paso del Espíritu por América Latina. Por iniciativa del Celam, de la Confederación Caribeña y Latinoamericana de Religiosos y de Caritas, se organizó este congreso”. Monseñor Carlos Malfa remarcó que “hace 50 años, Medellín fue la aplicación del Concilio Vaticano II a Latinoamérica. Algunos obispo de aquel tiempo dijeron que fue como un nuevo Pentecostés para nuestra Iglesia, por su fuerza profética”.
Monseñor Malfa indicó que “lo que se buscó en este congreso eclesial fue recoger una herencia, asumirla con pasión y proyectarnos con esperanza hacia el futuro”. El obispo bonaerense sostuvo que “las exposiciones fueron muy ricas en cuanto a sus contenidos, muy intensas y muy claras. La conclusión que sacamos fue que la actualidad del documento de Medellín es el magisterio del papa Francisco. Eso es lo que tenemos que encarnar hoy en América Latina”.
“Todas las liturgias que nos tocó vivir junto a monseñor Marcelo Colombo, vicepresidente segundo del episcopado argentino” fueron muy vivas y muy ricas”, dijo además monseñor Malfa, quien añadió que “eso permite descubrir la dimensión trascendente de la vida”. El secretario general de la Conferencia Episcopal relató también que “hay una comunión muy honda de Iglesia entre los latinoamericanos y el papa Francisco”.
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