“La artesanía hace a la identidad del pueblo wichí”, dijo Mercedes “Lola” Llorente

sábado, 3 de agosto de 2019

03/08/2019 – Mercedes Llorente, más conocida como “Lola” es una misionera que hace más de 30 años desarrolla su actividad en la provincia de Formosa. trabajando con las mujeres wichís en la localidad de El Potrillo. Desde la fundación Niwok, ayuda a más de 400 mujeres a hacer artesanías a partir de la técnica para hilar fibras de chaguar. Estos productos llevan la marca “Siwan’i” luego se comercializan en Buenos Aires y en otros puntos del país, pero también se exportan.

“Esa zona de Formosa es la única en el mundo en la que crece la fibra del chaguar. Cuando vi como estas mujeres hilaban las artesanías de chaguar en sus piernas, me di cuenta de que eso tenía un gran valor y que podía servir para empoderarlas”, sostuvo Mercedes. “Para hacer una de sus creaciones estas mujeres wichís puede tardar hasta cuatro meses en conseguir las fibras”, destacó. “Siwan’i significa en la lengua wichi ‘arañita que no para de tejer’ y por eso resume su labor. La artesanía hace a la identidad del pueblo wichí”, comentó Lola.

La localidad de El Potrillo se encuentra a 544 kilómetros de distancia de la capital formoseña, al oeste de la misma y muy cerca de la provincia de Salta. El acceso se realiza por la ruta nacional 81 hasta llegar a Ingeniero Juárez, donde se ingresa a la ruta provincial 39, recorriendo 90 kilómetros de tierra. En el verano este lugar suele tener máximas entre 45° y 47° C, con picos superiores en situaciones eventuales. “Siwan’i es un emprendimiento de economía social y solidaria que adhiere a los principios de comercio justo. La idea es que a través de la organización se mantenga vivo el estilo de vida alrededor de la artesanía”, dijo Llorente.

Lola recordó que ella es la segunda de trece hermanos. Entre los más chicos está el padre Gonzalo Llorente, párroco en la ciudad riojana de Chepes. “Cuando yo ingresé al convento de las Hermanas Azules con 18 años, Gonzalo era un niño. Los años que más me marcaron fueron los que viví en La Rioja cuando nuestro obispo era monseñor Enrique Angelelli. Esa vivencia eclesial marcó mi existencia. La iglesia de La Rioja era en esa época muy comprometida y evangélica con un Angelelli que era un hombre de Dios. Y ahí vino Gonzalo a visitarme y se enamoró de esta iglesia. Y nunca más él dejó esa comunidad. Recuerdo que a Gonzalo le decían ´cura sin registro`, je, hasta que finalmente entró al seminario y luego se ordenó sacerdote”, manifestó Lola.

Por último, Lola compartió esta oración desde lo profundo del monte formoseño:

Dios padre y madre de todos los pueblos,

Señor de la historia:

Algo nuevo irrumpe en la humanidad.

Las mujeres de todas las culturas

vamos gestando una nueva conciencia.

Que tu Espíritu, Señor, nos de la lucidez, la fuerza y la valentía

para poner lo más genuino de nosotras

al servicio de una nueva construcción colectiva,

la del buen vivir y la tierra sin males,

principio central de los pueblos originarios.

Tu vida Jesús, tu actuar, tu ternura y sensibilidad ante el sufrimiento humano

son el camino de tu buena noticia: la vida en abundancia.

Seguir tus huellas en la realidad de hoy es mi hondo querer.

Amén.