29/07/2021 – En el ciclo “Pastoral carcelaria sin fronteras”, Miguel Ángel Gómez, coordinador de Cáritas en esta pastoral y veterano de la guerra de Malvinas, junto a Patricia Alonso, secretaria nacional del área y referente en la diócesis de Lomas de Zamora, hablaron de sus experiencias en las cárceles de Ezeiza y de otros lugares del gran Buenos Aires. “Los agentes de la Pastoral Carcelaria somos los que terminamos llevando lo de Cáritas a nuestras prisiones. Nosotros estamos formados para desarrollar este servicio. Lo que hacemos es que se revise cada paquete que ingresa, que se cumplan con todos los protocolos de seguridad”, reveló Alonso.
“Prestamos el servicio en el complejo federal de Ezeiza y en las cárceles de la provincia de Buenos Aires que hay en el ámbito de la diócesis de Lomas de Zamora. Esto es como la multiplicación de los panes, nosotros fracciones cada cosa para que esté acorde a los que nos piden desde el servicio penitenciario. Tenemos que buscar ropa que no sea de color azul o verde, para que no se confunda con los guardias. A veces la persona que cae presa llega en paños menores, así fue arrestado y llega casi desnudo”, indicó Gómez, que es militar retirado de la Fuerza Aérea.
“La cárcel es tierra de misión porque tenemos personas que llegan allí de todo el mundo prácticamente. Hasta hay un módulo dedicado en Ezeiza a los extranjeros. Lo importante es empatizar con los hermanos con los que nos encontramos, sin juzgar a quien está privado de su libertad. Con el tiempo va surgiendo una amistad y hasta llega el momento del perdón, que conseguimos con mucho acompañamiento espiritual y fraternal”, agregó Miguel.
“La cárcel te enseña muchas cosas, hay jóvenes que comienzan a leer y escribir, como también aprenden a recibir y a dar afecto. También entre ellos se van compartiendo la lectura de la Biblia. En la capilla, en la catequesis o en los talleres que hacemos, ellos se sienten libres”, dijo Gómez. También contó su experiencia en las Islas Malvinas, cómo estuvo prisionero sufriendo distintos padecimientos que luego lo llevaron a colaborar con la Pastoral Carcelaria.