“La emergencia alimentaria no mejorará en el corto plazo”, afirmó el titular de la Pastoral Social

sábado, 11 de abril de 2020
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11/04/2020 – El obispo de Lomas de Zamora y presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral Social, monseñor Jorge Lugones, afirmó que “en los barrios más humildes del Conurbano bonaerense estamos transitando una cuarentena con conciencia social, solidaria y comunitaria”. “En esos barrios las personas están en la calle porque no tienen espacio suficiente para estar en sus hogares. Me contaban que algunos jóvenes de Lomas hacen ollas en las esquinas para las pibas y los pibes que no tienen qué comer”, indicó el prelado jesuita.

Monseñor Lugones también dijo: “Esta cuarentena es comunitaria y solidaria porque los vecinos se ayudan entre sí. Y en los comedores vemos que donde antes iban 100 ahora hay 200 personas. Lo que noto es que la gente de nuestros barrios humildes necesita de contención social, no solo de un plato de comida. Y esa contención, ese sentirse acompañados, lo encuentran en los centros comunitarios, en los comedores y en los merenderos”. Y agregó: “No se contrapone lo sanitario con lo alimentario. Todo lo contrario: si no te alimentás, tus defensas estarán bajas y te podés enfermar”.

“Por otro lado, tenemos el registro de que 11 millones de personas pidieron recibir el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE). Pero esto alcanzaría para llegar a 3 millones 700 mil beneficios. Si 2 millones 200 mil tiene la Asignación Universal por Hijo, quedan poco más de 1 millón y medio para cobrar el IFE. Por eso creemos que lo que se viene en relación a la emergencia alimentaria no va a mejorar en el corto plazo sino que se va agravando. Esa es una realidad que estamos viendo y chequeando en los barrios más pobres”, manifestó el titular de la Pastoral Social. Lo importante es que quienes habitan en estos barrios más humildes no salgan de allí, respeten ese límite de la cuarentena. Eso nos permite poder asistirlos allí mismo. Es muy importante esta relación comunitaria y humana que se necesita en este tiempo en estas zonas periféricas.”, pidió.

El obispo lomense sostuvo que “en nuestros centros comunitarios estamos con una notable falta de insumos, no tenemos lavandina, no tenemos elementos de limpieza, hay pocos alimentos. Pese a las entregas que hace el Estado, estos elementos escasean o directamente no alcanzan. Además se nota la falta de trabajo, por ejemplo en los obreros de la construcción o en los que hacen changas. En estas familias no hay ingreso de dinero”. Por otra parte, expresó: “Es un pecado grave que clama al Cielo que haya personas que quieren ganar a costa de especular con sus productos en medio de esta situación de pandemia. Vamos que afloran estas miserias humanas de ambiciones desmedidas, incluso hasta entre nuestra gente humilde. Es muy triste esto porque estamos en un momento crítico donde debemos poner lo mejor de cada uno de nosotros”.

“En medio de todo esto, Dios no nos abandona, Él está cercano a nuestras necesidades. Y para los que no creen, Jesús Resucitado también será un faro de luz para iluminar los corazones y las voluntades para un proyecto de vida generoso”, concluyó.