“La esperanza indica lo bueno que tiene nuestro mundo”, dijo el psicólogo Gastón del Río

lunes, 7 de junio de 2021
image_pdfimage_print

07/06/2021 – En el ciclo “Familia, caminos de esperanza”, los psicólogos Carla Gerbino y Gastón del Río introdujeron el tema y hablaron de cómo construir familias con sentido en medio de la pandemia. “En este espacio vamos a desarrollar tips y herramientas para las familias de hoy que viven crisis y situaciones límites. Con Gastón iremos compartiendo lo que nos va llegando al consultorio diariamente”, sostuvo Gerbino. Y dijo Del Río: “Este tiempo nos interpela a todos en nuestra forma de vivir, de vincularnos, cómo contemplamos la cotidianeidad en este mundo pandémico. Vamos a buscar nuevos recursos para darle un sentido nuevo”.

La psicóloga y logoterapeuta indicó que “la familia es el pilar fundamental de nuestra vida, es donde descubrimos nuestra potencialidad y personalidad. No hay cursos para ser familia, aquí intentaremos dar herramientas fundamentales. La familia ya estaba en crisis de antes que comenzara la pandemia, sobre todo de valores. Hoy ser familia no es lo mismo que hace 5 o 10 años atrás. Hay cambios que nos atraviesan. La crisis es peligro pero también oportunidad. Los peligros los conocemos sobradamente, pero nos queremos enfocar en las oportunidades. No neguemos ni evadamos los peligros o las amenazas, sino abordarla con esperanza. La familia es motor de la esperanza. Estamos pasando por trastornos de ansiedad, duelos, los ataques de pánico. Ante esto hay que apelar al valor de la esperanza, que aparece en las situaciones límites”.

Y el doctor Del Río expresó que “la esperanza es una expresión común en el ser humano e indica el bien, la verdad y la belleza que tiene nuestro mundo.  Preparar la comida para la familia o renunciar a algo para que el otro pueda desarrollarse son cosas que hacen crecer este valor. Parece que hablar de valores es solo lo que yo valoro. Pero los valores hablan de lo que somos, de cómo humanizar los vínculos, de cómo reconocer el valor del otro. Lo más seguro es que hayamos perdido el norte. Por eso hay que buscar la verdad, la belleza y el bien, de allí nacerá la esperanza”.

Gerbino manifestó: “Cada familia es única e irrepetible. Hay mitos sobre lo que es una familia funcional. Las familias perfectas no existen, siempre hay que cosas buenas mezcladas con las malas, hay heridas y fragilidades que en todas las familias están. Lo que si podemos hacer es ser generadores de familias con sentido, donde las personas tengan una misión en la vida. Para lograrlo cada uno tiene que saber quién sos. Esto es algo que tenemos que conseguir con una buena contemplación. Los padres tenemos que saber contemplar lo que hay en nuestros hijos. Los padres son los que más conocen a sus hijos, como un esposo es el que mejor conocer a su esposa y viceversa. Hoy hay distintos tipos de familias, las ensambladas y las monoparentales, hoy hay muchísima variedad. Se debe trabajar en los vínculos, en las funciones, en la adaptación frente a los cambios, en los modos. El corazón de todo hombre se forma en la familia y el anhelo más grande es estar bien en esa familia”.

“No tenemos que encerrarnos en el encierro, yo invito a no quedarse en las situaciones límites que vivimos. Jesús no nos ahorra el sufrimiento pero si nos promete la paz. Esto se vive en la familia”, destacó Carla. “La logoterapia pone el acento en la responsabilidad para hacer efectiva la libertad humana. Eso se muestra en cómo respondemos en la vida. La libertad en una familia está condicionada por la convivencia. De allí surgen reglas o normas que se proponen para que ese estar juntos sea un espacio de crecimiento para todos. La situación se vive como límite si la vivimos así, en parte de nosotros. Esas situaciones son cosas que nos zamarrean y también nos despiertan, nos hacen pensar y reubicarnos”, cerró Gastón.