La firmeza de Jesús

jueves, 24 de octubre de 2019
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24/10/2019 – Jueves de la vigésima novena semana del tiempo ordinario

Jesús dijo a sus discípulos: “Yo he venido a traer fuego sobre la tierra, ¡y cómo desearía que ya estuviera ardiendo! Tengo que recibir un bautismo, ¡y qué angustia siento hasta que esto se cumpla plenamente! ¿Piensan ustedes que he venido a traer la paz a la tierra? No, les digo que he venido a traer la división. De ahora en adelante, cinco miembros de una familia estarán divididos, tres contra dos y dos contra tres: el padre contra el hijo y el hijo contra el padre, la madre contra la hija y la hija contra la madre, la suegra contra la nuera y la nuera contra la suegra”.

San Lucas 12,49-53

Los Evangelios suelen presentarnos a Jesús como una persona paciente, que habla del amor, que invita al perdón, a la comprensión. De hecho, el mismo Evangelio de Lucas pone el acento en estas delicadezas que caracterizan el mensaje de misericordia de Jesús. Por eso, a veces, si leemos algunos pasajes del Evangelio podemos sorprendernos.

Si nos quedamos solo en ese Jesús paciente, bondadoso y cariñoso sería una visión parcial de su persona y se corre el riesgo de pensar que Cristo como alguien desprovisto de firmeza, de decisión y de convicciones sólidas pero, en el Evangelio de hoy vemos que esto no es así, Jesús tiene firmeza.

El Señor, en distintas situaciones de su vida nos muestra que, con firmeza pone límites y nos quiere dejar bien en claro que seguirlo no es algo simple sino que implica una radicalidad.

Que bueno poder renovar hoy la certeza de un Dios que está y camina al lado nuestro, que nos ama pero nos coloca límites cuando hace falta, que es un accionar propio de una padre. Así nos da la certeza de que Dios quiere lo mejor para tu vida. El fuego del amor de Dios viene a iluminar hoy nuestro camino”.

 

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