La gran asignatura pendiente del cristiano es aprender a confiar

16/01/23- Cada lunes de verano en el programa “Acortando Distancias”, ponemos en el aire el ciclo “Música y anuncio, junto a diversos cantautores católicos. En esta oportunidad dialogamos con Fray Nacho, sacerdote mercedario y Lic. en psicología, quien desde España nos habló de la confianza en Dios, sobre la base de su tema musical “Quédate”. Así reza parte de la letra:

¿Quién sino Tú
Que calmaste hasta los mares
Podrá calmar de mi alma
La tempestad?

¿Quién sino Tú
Que llenaste soledades
Podrá dar a mi esperanza
Un nuevo hogar?

¿Quién sino Tú
Que después de tantos años
Y a pesar de mis rechazos
Sigues dándome tu luz?

¿Quién sino Tú
Que a pesar de mis pecados
No te cruzaste de brazos
Y en tu abrazo descubrí
Que me amaste desde siempre?
Y, ¡para siempre!

Quédate, Señor
Y habita de nuevo en mi alma
Que sola quedó tras mi marcha
Y herida por falta de amor

Quédate, Señor
Inúndame con tu palabra
Seréname, ven, tráeme calma
Que quiero entregarme a tu amor

Fray Nacho nos habló de cómo se inició con la música: “Una inquietud siempre presente, pero que no explotó hasta que a los 16 años una amiga, del grupo juvenil, me regaló una guitarra española. Fue entonces cuando, en mi parroquia, San José Obrero, y de la mano del P. Florencio Roselló, aprendí casi todo lo que sé de música y de guitarra”.

De forma incipiente surgieron pronto las primeras canciones, ganando incluso algún concurso. Paralelamente a su crecimiento vocacional, a su vida religiosa mercedaria y transformado por sus experiencias como capellán de prisiones, la música sigue siendo parte importante de su vida.

Sus canciones expresan su propia historia de búsqueda y encuentro, sus anhelos más profundos, sus dudas, sus alegrías, su experiencia de Dios.

Fray Nacho relató que la canción “Quédate” nació del diálogo con unos novios que se iban a casar y que les aconsejó que tenían que descubrir que el Señor siempre está cuidándonos y amándonos “desde siempre y para siempre”, como dice la letra. “Por si alguna vez nos despistamos del camino espiritual, pidamos al Señor que se quede con nosotros, aunque nos alejemos, porqué Dios nunca se va”.

“Muchas de nuestras tempestades y que nos hacen so sobrar, tienen que ver con la falta de confianza en Dios. Muchas crisis en la vida nos examinan de confianza. Tomar conciencia de nuestras tempestades y pedirle al Señor que nos permita escuchar Su Voz que calma el alma. Cuando el alma reconoce la voz de Su Dios se produce un espacio donde la confianza vuelve a ser posible y dónde uno sale de uno mismo para entender e integrar de que todo lo que acontece en nuestra vida , forma parte de un proyecto mucho mas grande que yo mismo. La gran asignatura pendiente del cristiano es aprende a confiar en Dios. En situaciones complejas , se nos invita a confiar plenamente. ”

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