La Iglesia Católica es una, santa y apostólica

miércoles, 30 de mayo de 2012
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Buen día para todos los que se suman a nuestra propuesta del Despertar con María, feliz día de la patria, iniciamos nuestro encuentro de Catequesis y lo hacemos con la gracia de la presencia del Señor en medio nuestro y en torno a esta perspectiva de la Iglesia: Creo en la Iglesia Católica dice nuestro credo. Esta Iglesia Católica es una, santa y apostólica.

 

Las características de la Iglesia que el Catecismo nos presenta, es decir, una, santa y apostólica le vienen dadas de la presencia de Jesús

 

Estos cuatro atributos, inseparablemente unidos entre sí, indican rasgos esenciales de la Iglesia y de su misión. La Iglesia no los tiene por ella misma; es Cristo, quien, por el Espíritu Santo, da a la Iglesia el ser una, santa, católica y apostólica, y Él es también quien la llama a ejercitar cada una de estas cualidades.

 

Sólo la fe puede reconocer que la Iglesia posee estas propiedades por su origen divino. Pero sus manifestaciones históricas son signos que hablan también con claridad a la razón humana. La Iglesia por sí misma es un grande y perpetuo motivo de credibilidad y un testimonio irrefutable de su misión divina a causa de su admirable propagación, de su eximia santidad, de su inagotable fecundidad en toda clase de bienes, de su unidad universal y de su invicta estabilidad.

 

El sagrado misterio de la unidad de la Iglesia. La Iglesia es una debido a su origen: "El modelo y principio supremo de este misterio es la unidad de un solo Dios Padre e Hijo en el Espíritu Santo, en la Trinidad de personas

La Iglesia es una debido a su Fundador: "Pues el mismo Hijo encarnado […] por su cruz reconcilió a todos los hombres con Dios […] restituyendo la unidad de todos en un solo pueblo y en un solo cuerpo". La Iglesia es una debido a su "alma": "El Espíritu Santo que habita en los creyentes y llena y gobierna a toda la Iglesia, realiza esa admirable comunión de fieles y une a todos en Cristo tan íntimamente que es el Principio de la unidad de la Iglesia" . Por tanto, pertenece a la esencia misma de la Iglesia ser una.

 

Todos los rasgos que caracterizan a la Iglesia están presentes en Cristo Jesús. Nosotros hoy queremos adentrarnos en uno de esos rasgos: La Iglesia es una.

 

Cada uno de nosotros puede tener una experiencia distinta de la unidad de la Iglesia. El lunes justamente compartía con un grupo de voluntarios a través de una  video conferencia mi experiencia de riqueza y unidad en la diversidad en nuestro ser familia de Radio María del mundo. Es increíble, desde ese contexto de compartir la misma Radio y una misma misión, como los rasgos de unidad se muestran claramente en la diversidad, diversidad de culturas, diversidad de modos de hacer Radio María, diversidad de Iglesias donde se encarna el Espíritu para hacer presente la tarea de la evangelización, diversidad de expectativas, diversidad de historias, sin embargo sentido de pertenencia a un mismo proyecto.

 

Tal vez tengas conciencia de cómo en lo diverso de tu comunidad parroquial, movimiento, asociación, grupo de servicio apostólico, de tanta perspectiva diversa, hay sin embargo una sinfónica armonía que expresa una melodía única. También tenemos experiencia de que nuestros instrumentos son disonantes en la manera de hacer presente el evangelio, pero no queremos hoy vincularnos a esa realidad, hoy  no pondremos allí el centro de nuestra mirada sino en el acto de reconocimiento de cómo tantos diversos instrumentos permiten la expresión de una única melodía.

 

En el último tiempo viene siendo experiencia mía en lo cotidiano sobre todo a partir del cambio en el proceso cultural de nuestra obra, con un camino de acompañamiento sostenido de un grupo de trabajo que viene ayudando en este sentido, yo noto como cada uno va ocupando un lugar propio con mayor especificidad, con mayor profesionalidad, con mayor capacidad de servicio y contenido en un proyecto de conjunto.

Por ejemplo, nosotros con Alejandro hace tiempo que lo vivimos así, el Espíritu va haciendo que el servicio que hacemos  juntos entre música y palabras tenga ese sabor tan rico y sinfónico para ir al corazón de los oyentes.

Esto yo lo podría traducir cada vez más en el equipo de trabajo de la producción, de los programas y de las acciones que llevamos adelante.

 

¿Qué lo da eso?, lo da la diversidad estructurada en la vida del Espíritu.

 

Yo estoy seguro que has hecho la misma experiencia – porque perteneces a la Iglesia.

A veces nos enganchamos en lo que no funciona, en lo que no anda bien, en cómo sería mejor y tenemos un espíritu híper crítico que nos desalienta, que no nos permite ver el futuro con optimismo, que no nos permite saber gustar de lo bueno con lo que contamos.

 

Yo te pido que hoy te detengas a gustar de lugares familiares, eclesiales, laborales, donde sentís que hay una sinfónica armonía entre los actores que llevan una misma tarea. Porque la Iglesia que es una al mismo tiempo es diversa en personas y en carismas.

 

 

Podemos ver como las distintas tonalidad en la Radio suenan sinfónicamente, qué rica que es nuestra nación en expresiones culturales, en tonadas, en perspectivas, en modos, en paisajes, que bello es recorrerlo todo y quedarnos con todo en el centro de la mirada federal. La federalidad construida desde la unidad nacional es sinfónica y esto podría responder a lo que estamos intentando descubrir en la mañana de hoy.

La Iglesia que es una al mismo tiempo es diversa, porque la unidad de la Iglesia le viene dada por su origen, el modelo y el principio de este misterio es la unidad en el Dios que es diverso, Padre, Hijo y Espíritu Santo.

 

Claramente la unidad de la Iglesia por la gracia fundacional de la misma en Cristo Jesús es una expresión de confluencia de lo diverso que hace sinfónica melodía de anuncio de un misterio de integración de todos en una misma familia. El mismo hijo de Dios, su fundador, el Verbo hecho carne, por su cruz reconcilió a todos los hombres con Dios […] restituyendo la unidad de todos en un solo pueblo y en un solo cuerpo" Este es el lugar donde el Padre mira a la humanidad contemplando a su Hijo, por lo tanto, pertenecer a Jesús es un camino de aliento que nos lleva hasta la meta y es nuestraq gran verdad. La Iglesia es una debido a su "alma": "El Espíritu Santo que habita en los creyentes y llena y gobierna a toda la Iglesia, realiza esa admirable comunión de fieles y une a todos en Cristo tan íntimamente que es el Principio de la unidad de la Iglesia". Por tanto, pertenece a la esencia misma de la Iglesia ser una: 

Dice Clemente de Alejandría: "¡Qué sorprendente misterio! Hay un solo Padre del universo, un solo Logos del universo y también un solo Espíritu Santo, idéntico en todas partes; hay también una sola virgen hecha madre, y me gusta llamarla Iglesia»

 

Uno más uno más uno, en este caso da uno.

 

En este misterio que estamos contemplando, la Iglesia una que nace del misterio Trinitario en la diversidad de personas, el que nos hace uno siendo distinto es Cristo Jesús, porque en él somos uno, en su cuerpo somos uno, y la presencia del Espíritu como alma de la Iglesia nos hace sentir hermanos. Cuando uno se siente hermano se siente en casa, y cuando estás en casa estás en tu lugar y ese lugar al que perteneces parece que lo conocieras desde siempre, desde hace mucho tiempo.

 

Desde el principio, esta Iglesia una se presenta, con una gran diversidad que procede a la vez de la variedad de los dones de Dios y de la multiplicidad de las personas que los reciben.

En la unidad del Pueblo de Dios se reúnen los diferentes pueblos y culturas. Entre los miembros de la Iglesia existe una diversidad de dones, cargos, condiciones y modos de vida; "dentro de la comunión eclesial, existen legítimamente las Iglesias particulares con sus propias tradiciones". La gran riqueza de esta diversidad no se opone a la unidad de la Iglesia. La Iglesia no es un espacio de un único discurso, es un lugar de unidad en la diversidad. No obstante, el pecado y el peso de sus consecuencias amenazan sin cesar el don de la unidad. También el apóstol debe exhortar a "guardar la unidad del Espíritu con el vínculo de la paz".

 

¿Cuáles son estos vínculos de la unidad? "Por encima de todo esto tenemos que revestirnos con el don de la caridad, que es el camino a la perfección, donde somos plenos. Pero la unidad de la Iglesia peregrina está asegurada por vínculos visibles de comunión:

 

— la profesión de una misma fe recibida de los Apóstoles;

 

— la celebración común del culto divino, sobre todo de los sacramentos;

 

— la sucesión apostólica por el sacramento del orden, que conserva la concordia fraterna de la familia de Dios.

 

"La única Iglesia de Cristo, Nuestro Salvador, después de su resurrección, la entregó a Pedro para que la pastoreara. Le encargó a él y a los demás apóstoles que la extendieran y la gobernaran como servidores. Esta Iglesia, constituida y ordenada en este mundo como una sociedad, subsiste en la Iglesia católica, gobernada por el sucesor de Pedro y por los obispos en comunión con él".

 

La verdad sinfónica que nace del corazón uno de la Iglesia y se expresa con tantos dones y carismas, con tantos rostros diversos, hoy es un acontecimiento nacional y se celebra en el día de la Patria, en Morón, donde tantos catequistas con diversidad de servicios se hacen presentes.

 

Nos vamos despidiendo, mañana tenemos la vigilia de Pentecostés, y nos encontramos el lunes para nuestro Despertar con María.

 

Un abrazo grande y que Dios los bendiga.