La manipulación en las relaciones humanas

viernes, 22 de enero de 2010
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El hombre del mañana, El del ayer del siempre
Guardaba en su garganta la simiente
El hombre y su guitarra, revolución a cuestas
No sabe que le aguarda y desespera
El hombre, el compañero depredador de tanto
Vuelve a inventar el sueño con su canto
El hombre, el aguerrido decide abrir las alas
Perdiéndose en el limbo de otra sala
El hombre que se abraza y asume a la pelea
Descubre la distancia hasta esta tierra
El hombre que se busca y logra dar consigo
Prefiere dar a luz a lo sentido
 

            El tema que hoy nos convoca, es una agresión que a veces no deja señales. No se pueden mostrar los estragos de la manipulación y la violencia psicológica, pero…¡sí que dañan!

Una de las prácticas de la violencia, que es la manipulación, lamentablemente se va extendiendo en nuestro país y en el mundo. Es la violencia física y la violencia psicológica, a veces sutil, que tienen que ver con esta agresión, esta ostentación de poder, esta prepotencia.

 

En América Latina tenemos experiencia en relación a secuestros y torturas de la extrema derechas. Sin estar en campos de exterminio ni de reclusión durante años,  la posición nuestra es rechazar radicalmente la tortura, el secuestro, la extorsión, el acoso, la amenaza, sea ejercida por la ideología que sea y por las personas que sean. Creemos que prácticas como estas son propias en este caso de la impotencia de un sistema que no encuentra forma de sustentarse por diversas razones, de un sistema que se viene cayendo –como cayó el comunismo ruso-, y es propio de la impotencia (lo hemos visto también acá en argentina) pretender matar las ideas que son contrarias a las nuestras, a través de la tortura, del secuestro, de la violencia a las personas. Combatiendo ideas queremos combatir personas. La historia ha demostrado que muy lejos de ser eso así, la historia se cobra su revancha. Si los habitantes de este planeta adoptamos una postura firme, clara, contundente, probablemente estas prácticas que muchas veces encuentran diversos tipos de justificaciones en religiones, ideas, principios, puedan ir disminuyendo. Por eso creo que también cada uno de nosotros tiene que limpiar de justificaciones en su propia mente este tipo de prácticas, sobre todo tener claro que la violencia no es un buen camino. Pero la violencia que se ejerce desde alguien que ostenta poder sobre alguien indefenso, vulnerable, que no puede defenderse, es aberrante.

 

Para iniciar la reflexión que nos introduce en el tema de hoy, tomo palabras de una persona que fue secuestrada y torturada –Yoanni-. “Después de una agresión hay ciertos miopes que culpan a la misma víctima de lo que ha ocurrido. Si se trata de una mujer que ha sido violada, alguien explica que su falda era muy corta y que se contorneaba con provocaciones. Si se trata de un asalto, lo hay los que sacan a relucir el llamativo bolso o los aretes brillantes que despertaron la codicia del delincuente. En caso de que haya sido objeto de la represión política, no faltará quienes aleguen que la imprudencia ha sido la causante de tan enérgica respuesta, Ante actitudes así, la víctima se siente doblemente agredida. Las decenas de personas que vieron como me metían a golpes en un auto prefirieron no testificar , sumándose así al bando del criminal. El doctor que no levantó el acta de maltrato f{isico porque ya ha sido advertido que en este caso no debe quedar ningún documento comprobando las lesiones recibidas, está violando el juramento de Hipócrates haciendo un niño cómplice al culpable. A quienes les parece que debería haber más moretones y hasta fracturas para recién empezar a sentir compasión por el atacado, no solo estan cuantificando el dolor sino que le están diciendo al agresor ‘tenés que agredir sin dejar señales’”  

A veces cuando pienso que todo esta perdido voy hacia algunas formas de la muerte
me pego un tiro con una palabra que alguna vez me fue tan transparente.
En la ternura del agua que corre me recuerdan la llegada de unos trenes
sales de los mares curvas de los puertos con mujeres descalzas en el verde
Voy hacia el fuego como la mariposa y no hay rima que rime con vivir
no te pares no te mates solo es una forma mas de demorarte.

En las tardes tranquilas cuando extraño todopienso que todo no es lo que perdi una rosa de feria
y aun a costa de perder se pierde pero se ganala lucha es de igual a igual contra uno mismoy eso es ganarla

no te pares, no te mates solo es una forma de mas de demorarse.


Recuerdo la quietud de la tierra la quietud de estar adentro
se cree mas en los milagros a la hora del entierro
Este hombre trabajo quien escribira su historia
la cal reseca la viuda que sueña los amigos que siguen igual
La gloria en zapatillas el florero vacioquien sabe si se puso a pensar
para que vivo vivo para no perder.

 

 

Yo te manipulo, y tú ¿que haces?

 

GL: Tema doloroso el de la manipulación en los vínculos. ¿cómo definiría la manipulación? ¿cuáles son los objetivos que tiene un manipulador?

W: La manipulación es una perversión de la comunicación entre los seres humanos, donde hay una figura de cualquier sexo –si bien generalmente la personalizamos en el sexo masculino- que intenta imponer su criterio sin tener en cuenta cual es el criterio de su/s víctima/s. El vínculo es entonces muy asimétrico donde hay alguien: el manipulador, que ejerce un determinado poder –sea económico, laboral o de otra índole- y entonces apela a las herramientas mas comunes –generalmente la agresión-, que utiliza para lograr su objetivo; imponernos sus criterios desconociendo lo que el otro piensa o siente al respecto,. Hasta ahí parece bastante inocente la figura del manipulador, pero el problema nace, crece y se desarrolla en la medida que la potencial víctima se resiste y entonces aparecen distintas formas de agresión.

            El manipulador aparece como un ser humano muy fuerte, muy seguro de sí mismo, pero es todo lo contrario; son seres muy inseguros, que justamente deben apelar a la agresión y/o a la violencia cuando por alguna razón sus víctimas se niegan a aceptar tácitamente aquello que desean imponer. Por eso es que muchas veces el manipulador suele aparecer como un ser dulce, muy comprensivo en la medida en que su víctima acepte su designio. Cuando la víctima se resiste, o al menos emite una opinión diferente, comienza a utilizar una serie de elementos que pasan por el chantaje emocional, por la inoculación de la culpa, por la violencia psicológica que no es otra cosa que destruir progresivamente la autoestima, la confianza y el respeto de uno mismo -de su víctima- desconociendo y desvalorizándola, hasta que la víctima pierde su propia identidad, y llegando hasta la violencia física en los casos mas extremos.

 

GL: ¿cómo se da cuenta una persona que está siendo manipulada teniendo en cuenta que en general, en la mayoría de los casos ya adolece de una baja autoestima quizá como fruto justamente de esta especie de chantaje en la comunicación, en el vínculo, y lo mas probable es que la víctima de manipulación no se termine de dar cuenta de que está siendo víctima de eso?

W: La víctima, aquella persona que ‘cede el espacio’ para que el manipulador pueda desplegar toda su perversidad, aún con una baja autoestima, llega un momento en que esa persona se siente asfixiada en la relación, en el vínculo, y se da cuenta que no puede seguir así a pesar de que ‘a vivir mal también un ser humano se acostumbra’. Esta manipulación que sucede todos los días bajo distintos ángulos y puntos de vista, hace que la víctima termine aceptando que esa es la normalidad, que esa es la situación habitual de su vida. Pero siempre hay alguien que le advierte desde afuera, o en determinado momento siente asfixia, e intenta al menos tomar conciencia de lo que está sucediendo.

            En el capítulo 3 de mi libro yo pongo “herramientas para resistir el asedio”. ¿qué significa esto? Una cosa es darse cuenta de que estamos en una relación donde estamos siendo víctimas de una manipulación, y otra muy diferente es que ya estemos preparados como para enfrentar a ese manipulador o para cambiar las piezas del tablero donde se está desarrollando el escenario de nuestra vida.

 

GL: ¿cuáles son esas herramientas, esos recursos que tiene el manipulador para asediar a su víctima?

W: Primero el “chantaje emocional”. La tan conocida frase ‘…después de todo lo que yo hice por ti, ahora tú me pagas de esa manera’. El pago de esa manera significa que la víctima intentó opinar algo diferente o proponer algo distinto a lo que el manipulador estaba planteando. Esta frase u otras similares, tienden todas a realzar la ‘seudo-protección’ que este manipulador ha otorgado a su víctima a través del tiempo. Otra frase ejemplificadora de chantaje: ‘si tu viviste hasta ahora conmigo es porque yo te protegí económicamente. Hacé el intento de salir por tu cuenta y verás lo que es el mundo” lo cual genera en la víctima miedo, pánico, terror’ porque en el día a día el manipulador intenta sutilmente hacerle creer a su víctima que no va a poder hacer frente a los desafíos de la vida porque no es capaz, y hasta puede ser que el mismo manipulador no dejó que esa persona creciera o se desarrollara para ser autónoma e independiente.

Otra herramienta es la inoculación de la culpa; hacer sentir culpable a la víctima de la falta de armonía en la relación, ya sea a nivel laboral, o puertas adentro a nivel de matrimonio. ‘¿Después de todo lo que hice por vos, te revelas contra lo que yo pretendo’. El manipulador tiene una sutileza muy importante para asumir el rol de víctima y tratar de que la otra persona siempre se sienta culpable y termine admitiendo de que realmente es porque yo soy muy demandante, o porque yo nunca estoy de acuerdo con lo que él dice… y entonces ‘prometo que yo a partir de ahora no voy a abrir la boca, no voy a emitir opinión, o por lo menos no voy a disentir con lo que tú intentas imponerme’. Frente a la reacción del manipulador, la víctima comienza a sentirse muy mal porque duda de si su actitud es la correcta o no.

Luego está la violencia psicológica, que para mí es mucho mas grave que la violencia física, porque la violencia física es fácilmente comprobable por un médico forense, en cambio la psicológica, puertas afuera, es muy difícil de demostrar. Tiene validez en función de dos variables que son la intensidad y la duración de la aplicación de esa violencia psicológica. Y es esas frases que se dicen diariamente y al pasar muchas veces por día en las cuales se realza la incapacidad o falta de habilidad de la otra persona para responder a los desafíos de la vida (‘vos nunca vas a poder defenderte en la vida si te separas de mi’, ‘estás condenado a estar siempre bajo mi protección’. Y por otro lado ‘qué mas querés que estar bajo mi protección si la vida así te resulta más fácil’) La poca autoestima que le podía quedar a la persona, termina desapareciendo ante la audición continua de frases como éstas, y la persona termina perdiendo identidad, queda como una hoja al viento a merced de la opinión de los demás y la permeabilidad que tiene frente a la opinión de ese manipulador, que se ha erigido claramente como su ‘tutor’ en la vida, hasta llegar –en los casos de mayor rebeldía- a la violencia física, donde muchas veces la víctima hasta justifica la violencia del manipulador porque admite que se debe haber equivocado y debe haber hecho cosas que han despertado la ira o el enojo del golpeador. Por supuesto, este razonamiento no entra dentro de lo que consideramos la comunicación normal entre los seres humanos, donde cuando uno siente que no está de acuerdo con el otro o que no es compatible la vida cerca, lo que tiene que hacer es alejarse.

Con muchísima frecuencia se da en los matrimonios en nuestra cultura, que las mujeres, cuando después de haber criado a los hijos quieren retomar o trabajos que habían dejado o estudios que habían creado truncos, etc, se enfrentan a la negativa cerrada de su marido o pareja que hace todo lo posible para que esa mujer continúe en ese rol de administración del hogar sin permitirle interactuar en el mundo exterior. Es decir, esa persona que hasta el momento nadie había podido sospechar que tenía esa faceta oculta, en al medida en que la víctima quizá durante mucho tiempo ni siquiera se dio cuenta de que era una víctima porque lo que estaba haciendo lo hacía a conciencia, porque quería estar al lado de sus hijos, apuntalar a su marido, construir una familia sólida, en el momento en que empieza a reclamar su propio espacio encuentra negativas muy cerradas, y allí empieza a verse la fisura que existen en los vínculos de pareja hoy en día, que a mi juicio son un poco las explicaciones de por que tantas parejas jóvenes se separan a corto plazo. Creo que no es por el proyecto a largo plazo sino porque las parejas se unen a punto de partida de sus carencias y no de sus aspectos mas sanos y mas positivos.

Hasta aquí el manipulador aparece como una persona correcta, dulce, cariñosa en la medida en que la víctima responde a su voluntad. Cuando la víctima comienza a resistirse, aparece la verdadera personalidad patológica. Y entonces, cual empresa de demolición, va destruyendo en el día a día la autoestima de la persona. Cuando a través de esto ya no puede, apela a la violencia física.

 

GL: ¿qué intercambio se da entre el que funciona en el rol de víctima y el que funciona en el rol de manipulador? ¿puede una persona ser manipuladora en determinado vínculo y en otro vínculo no?

W: sin duda. Esto sucede muchas veces. Por ejemplo: hay hombres que a nivel laboral están sometidos a una escala jerárquica, y tienen por encima jefes, gerentes, y allí se portan como verdaderos corderitos. Hasta que ponen la llave en la puerta de su casa y se convierten en tiranos y dictadores insoportables. Es decir: una persona es manipuladora donde puede y no donde quiere. Es decir, para manipular, tiene que tener un terreno predispuesto, proclive, para poder desarrollar esa perversidad que intenta por todos los medios hacer valer sus criterios sin detenerse a pensar si lo que está haciendo está bien o no.

            En la enorme mayoría de los casos el manipulador no es que no se de cuenta de que está manipulando, sino que él considera de que ese comportamiento es el normal, por tanto, no hay duda de si su actitud es la correcta o no. Recién cuando aparece la rebeldía de la víctima, recién cuando la víctima comienza a revisar su propia historia personal para ver qué episodios pueden haber llevado a aceptar esta situación tan lamentable, cuando empiezan a cambiar las estrategias de comunicación y cuando la víctima aprende a negociar, recién allí nos podemos sentar quizá –si el manipulador acepta sentarse en una mesa de negociación para ver qué vamos a hacer de aquí en el futuro- porque desde que la víctima descubrió que está siendo manipulada, no quiere más estar en esa situación, y quiere ver hasta donde puede y hasta donde no puede. Viene un período de transición y de conocimiento interior para definir fundamentalmente qué es lo que la víctima quiere para su vida de aquí en adelante. Sobre esa base tiene que trabajar para poder enfrentarse al manipulador

 

GL: La víctima queda como ‘entrampada’. El manipulador necesita de su víctima tanto como la víctima necesita del manipulador? ¿Se establece una relación de mutua dependencia? Porque el manipulador podría dejar ir a esa persona si tuviera un vínculo muy adverso

W: No siempre la víctima necesita del manipulador. Por eso muchas veces, ya sea como consecuencia o como fruto de un análisis del ‘cómo estoy viviendo’, tras un balance del ‘cómo ha sido mi pasado, cómo es mi presente y qué espero del futuro’, espontáneamente la víctima se da cuenta de que está inmersa en una relación asimétrica absoluta donde el otro ocupa gran parte de su territorio, que la misma víctima ha ido cediendo con el transcurso del tiempo –ya sea porque estaba buscando una figura paterna, ya sea porque necesitaba de la otra persona o porque le resultaba más cómodo-. Es decir, hay personas que saben que están siendo manipuladas, pero les sirve, por ejemplo cuando el manipulador tiene un cierto poder económico o un status del cual ella también disfruta y le permite interactuar en un medio social en el cual no podría hacerlo sin la presencia del manipulador. Y también hay otras personas que deciden que es mejor para su vida que otros resuelvan por ellas cual va a ser el destino o el proyecto de vida. También puede pasar que la persona se vea sutilmente cediendo territorios en aras de una armonía, pensando que si no confronta, si cede, si no expreso lo que pienso y lo que siento, probablemente la otra persona se va a sentir bien y por tanto podremos convivir en armonía y paz. Y esto es algo que no se cumple jamás. Cada vez que hay una persona que cede un espacio, la otra persona lo toma con una avidez cada vez mayor, y llegará un momento en que ya no haya espacios para ceder, y entonces esa persona se sentirá al borde del precipicio. Y allí comienza a reflexionar si es ese el estilo, la calidad de vida que desea para el presente y el futuro. Y allí comienza una etapa de transición donde hay una diferencia y una distancia entre reconocer que estamos sometidos a una relación de manipulación, y decidir qué es lo que vamos a hacer de aquí en adelante.

 

GL: La víctima ¿de alguna manera agrede al manipulador? ¿hay un intercambio de agresiones? ¿es puramente víctima, es decir, uno ejerce el poder y el otro es dominado?

W: en general, en la primera etapa la víctima es totalmente pasiva, no encuentra un camino de agresión porque la brecha que hay entre el dominio que ejerce el manipulador y este poco territorio de movimiento que tiene la víctima, ni siquiera le permite esbozar una defensa o una agresión. Pero convengamos también que hay personas que conscientemente se dejan manipular porque les conviene. Por allí está la conveniencia del poder económico del manipulador, del status social, y por otro lado la amenaza del abandono, el temor a la soledad, opera como mecanismo para que la persona se mantenga a la sombra de ese manipulador. Ahora, una vez que toma conciencia de que es manipulado y que empieza a definir qué es lo que quiere para su vida, puede muchas veces desbordarse y devolver agresiones bajo distintas formas. Pero pasa primero que nada por demandar la recuperación de su espacio, la recuperación del respeto por sus ideas y su manera de pensar, y de esa manera se generan a veces intercambios de palabras en tono subido

 

GL: a la hora de abrir juicios sobre las intenciones del corazón de los demás debemos ser muy prudentes, sin ser necios en los resultados de este tipo de vinculaciones. Sin embargo también es hora justamente porque las víctimas de la manipulación, de la violencia, de la opresión se multiplican y preocupan a las autoridades sanitarias, y debieran preocuparnos a todos. La ciencia, la psicología ha avanzado mucho en caracterizar a determinadas personas que ya en el libro de los Proverbios están de alguna manera caracterizadas. ”La sabiduría penetrará en tu corazón y la ciencia será la delicia de tu alma, y la reflexión cuidará de ti, y la inteligencia te protegerá para librarte de este mal camino del hombre que habla con perversidad, de los que abandonaron los senderos de la rectitud para tomar caminos tenebrosos de los que gozan haciendo el mal y se regocijan en las perversiones de la maldad, de los que van por caminos tortuosos y senderos retorcidos” (Prov 2) Me pareció una linda descripción de la comunicación manipuladora, porque una de las características es justamente la de ser muy retorcida. ¿cuál es su opinión respecto de esto?

W: Sin duda. Este pasaje bíblico confirma que esta manera de vincularse no es nueva. A lo que sí asistimos hoy en día quizá atónitos es al grado de violencia al que se ha llegado. En este siglo XXI la incapacidad para comunicarse entre los seres humanos cara a cara se está acentuando, a pesar de que la tecnología avanza. Lo que sentimos, lo que pensamos y lo que necesitamos de los demás para poder vivir en armonía y en un cierto equilibrio emocional. En un mundo globalizado como el que vivimos, tenemos que aceptar y adoptar los adelantos tecnológicos que de alguna manera nos permitan cumplir con nuestras tareas ya sea profesionales o personales con mayor celeridad o con mayor rapidez, pero no podemos perder esos atributos que caracterizan al ser humano y que jamás van a poder ser sustituidos por la tecnología. En ese sentido creo que es una tarea de todos el darse cuenta de que si hay alguien que ejerce violencia, no mirar hacia el costado porque ‘no nos toca a nosotros’, sino involucrarnos y denunciar el hecho y tratar entre todos de construir una sociedad mejor. La vida tiene que ser un ‘jardín de creación’ y no un ‘campo de batalla’ donde nos estemos lastimando cotidianamente

 

GL: ¿qué pasa cuando la que juega el rol de víctima en una relación con violencia psicológica es un niño pequeño? Porque se escucha mucho de madres que dicen a su hijo ‘después que te llevé 9 meses en mi vientre…’

W: Creo que en el vínculo padres-hijos no hay específicamente un tema de manipulación. Creo que hay un tema de ubicarse en la mejor posición pero no hay una manipulación en ese concepto de perversidad. Cuando un padre o una madre gratifican a un hijo porque tiene buenas notas o porque se comporta de determinada manera por ejemplo, creo que no podemos estar hablando de manipulación con el sentido de amplitud y magnitud que estuvimos hablando.

En el caso de los políticos o de marketing ¿manipulan la mente del ser humano? Yo creo que no. Creo que cada uno hace su trabajo intentando vendernos una idea o un servicio o un producto, pero queda dentro del libre albedrío del ser humano el tomarlo o el deshecharlo. Lo mismo pasa con la calidad de los programas de tv. Mas allá de que yo pienso de que sí debería haber un control de los programas sobre todo frente a los niños, en definitiva también hay una cuota de responsabilidad nuestra en ver o apagar o cambiar de canal.

            Creo que en ninguno de estos casos se dan estas dos variantes de intensidad y duración como las que se dan en un vínculo de pareja, en la que este tipo de variantes se dan durante todo el tiempo que esas personas conviven, o en el trabajo donde se da en todas las horas de trabajo que la persona permanece. Hay demasiado tiempo como para que el manipulador proyecte esa imagen negativa sobre su víctima

 

GL: El manipulador ¿también premia, gratifica a la víctima?

WD: Lo hace en la medida en que la víctima acepta tácitamente y sin discusión cada una de las propuestas que el manipulador le hace. Por eso el manipulador aparece muchas veces como muy tierno de manera que nadie podría sospechar desde afuera que esa persona está ejerciendo una manipulación. Cuando el manipulado cuestiona algo, el manipulador inmediatamente se transforma, monta en cólera porque no puede entender por qué esa persona cambia. Esto sucede a menudo en la relación de pareja, cuando la esposa después de haber criado a los hijos, intenta volver a actividades que había postergado como puede ser por ejemplo el ejercicio de su vida profesional. El manipulador trata por todos los medios de que la esposa siga dedicándose a la administración del hogar sin permitirle interactuar en el mundo exterior. Es decir, la víctima en ningún momento se había dado cuenta de que estaba siendo víctima porque lo que hacía lo hacía a conciencia de que quería estar al lado de sus hijos, apuntalar a su marido, constituir una familia sólida. Y en el momento en que comienzan a reclamar su propio espacio se encuentran con una negativa de parte de su marido y a darse cuenta de la fisura que existe en el vínculo. A mi juicio, esta puede ser una de las explicaciones de por qué tantas parejas jóvenes se separan: es un poco no por el proyecto a largo plazo sino porque las parejas se unen a punto de partida de sus carencias y no de sus afectos más sanos y más positivos

 

GL: Cuando una persona se da cuenta que está siendo manipulada, creo que lo primero que experimenta es una especie de shock, es decir, va a tardar en darse cuenta de esto, porque estamos hablando de mecanismos mas bien ocultos. Y cuando se da cuenta, va a experimentar un gran desafío por delante. Creo que son muchísimas las variantes de chantaje, de extorsión, de presión para mantener a una persona en el ámbito que el manipulador desea que esté. Suponiendo que este caso se de en un matrimonio que se haya desarrollado con mucha normalidad, suponiendo que la mujer haya abdicado de toda salida de enriquecimiento profesional, laboral o lo que fuera en pos de la familia y de pronto empieza a reclamar su derecho o su necesidad de enriquecerse a través de otro tipo de actividades fuera de la familia y comienza todo esto que ya describiste. Ella puede pensar: ‘si el costo de que yo pueda hacer tal o cual cosa es perder todo lo que hasta ahora he tenido –afecto, bienestar, etc- mas vale me quedo, abdico de este proyecto porque después de todo puedo prescindir de él y me resulta más difícil prescindir de todo lo que he tenido hasta ahora. ¿qué le dirías a esa persona?

W: Una vez que la persona toma conciencia de su nuevo proyecto, obviamente va a poner en la balanza lo que tiene y lo que deja, pero creo que no es una apreciación adecuada, porque si verdaderamente va a poner en riesgo todo lo que construyó, en realidad lo que tiene que plantearse es si esa persona que está o estuvo al lado durante 15 o 20 años al lado, alguna vez la quiso realmente, o simplemente instaló un escenario en el cual él era la figura dominante, y en el momento que la otra persona plantea algo, la amenaza de ruptura. Entonces el planteo sería mas bien ¿fue ese un vínculo sano en algún momento?

            Yo le diría a esa persona que mucho antes de plantear su proyecto, debe sentarse a tomar un café consigo misma y hacerse 4 preguntas básicas y fundamentales que le van a hacer, por un lado, aceptar su realidad, que no es otra cosa que aceptar que los hechos de la vida son de una determinada manera, quizá no como nosotros quisiéramos, pero que es el primer escalón que hay que subir para poder iniciar un proceso de re ingeniería personal por el cambio. Para poder realizar un cambio, primero tengo que aceptar que las cosas son de determinada manera. Entonces las preguntas serían:

1. qué quiero para mi vida de aquí en adelante? De aquí en adelante, porque hasta aquí ya hemos recorrido un determinado camino que forma parte del pasado, que no tiene cambio, y en el cual hay alegrías y tristezas, éxitos y fracasos, lágrimas y sonrisas. Y quizá nos haya dejado todavía heridas abiertas en el alma que demoran mas tiempo que las del cuerpo en cicatrizar. Pero no podemos permitir que ese pasado se interponga en el diseño de ese proyecto que tiene la persona para el futuro. Esto va a llevar más que ‘una taza de café’

2. ¿qué es lo que NO quiero para mi vida? Probablemente ahí aparezca esto que la persona acaba de reconocer: ‘no quiero seguir en esta situación de sometimiento o en esta situación donde simplemente no puedo decir lo que pienso

3. ¿cuál es el precio que estoy dispuesto a pagar en cuanto a compromiso para lograr aquello que quiero? Una vez que logré aproximarme a la respuesta de la primera pregunta, me tengo que preguntar hasta dónde tengo la fortaleza interior de jugarme por aquello que quiero. Y esto es muy importante, porque gran cantidad de los sueños que tenemos los seres humanos, muchas veces quedan en el ámbito de la ilusión porque nos falta este último escaloncito que es pasar a la acción. Si tenemos clara cual es la situación, tomamos la decisión en nuestra intimidad, pero nos falta ese último empuje de decir ‘estoy convencido de que esto es lo que necesito para mi vida, voy a pasar a la acción, voy a tratar de negociar de la mejor manera posible, pero no voy a abdicar de aquello que yo necesito para sentirme bien. Y aquí viene la pregunta

4. ¿qué necesito para sentirme bien?

            Por supuesto, a estas 4 preguntas cada uno le puede agregar otras que estén ajustadas a su vida personal. Pero el denominador común de todas es que nadie, absolutamente nadie las puede contestar por nosotros. Ni el mejor amigo ni el mejor terapeuta ni el mejor religioso pueden interpretar cabalmente y en profundidad las respuestas ¿Quien puede saber mejor que tú lo que tú necesitas para sentirte bien, o lo que quieres para tu vida?

            Estas respuestas nos van a poner sobre el escenario verdadero de nuestra vida al día de hoy, y a partir de ahí vamos a tener que comenzar a negociar y a evaluar cuáles son los pasos que vamos a dar. Pero nunca antes. Es decir; una cosa es reconocer la situación, y otra muy diferente es sentirse en condiciones de poder enfrentar la realidad en una nueva etapa que es la acción. Hay gente que se pasa la vida reconociendo la situación, describiendo su ‘victimidad’ y no tienen recursos (o no quieren tenerlos, porque ‘la enfermedad también trae beneficios’) o no reúnen la cantidad suficiente de estima o de firmeza o dignidad para pasar a la acción. Hay algo que creo que es fundamental y es que los seres humanos le tememos a lo desconocido. Entonces, cuando ingresamos en un proceso de cambio, culturalmente estamos programados para pensar que tenemos grandes chances de fracasar, y nos olvidamos que tenemos exactamente el mismo porcentaje de posibilidades de ser exitosos. Y eso es lo que tenemos que aprender a camibar. Cuando se producen este tipo de situaciones y la persona reconoce que ha estado durante mucho tiempo en una situación que no la favorece, los planteos tienen que ir mucho más a la profundidad y decir:¿qué fue lo que viví durante todo este tiempo, si en el momento que yo quiero algo… Porque ese crecimiento o ese desarrollo o ese proyecto que la persona está acuñando de aquí en adelante no tiene por qué rozar ni la armonía familiar, ni las responsabilidades asumidas a lo largo del tiempo. No estamos hablando de una revolución. Estamos hablando de un ser humano que quiere evolucionar, mejorar, crecer, estar a tono con lo que es el siglo XXI

Cuando hace años que una persona está sometida a manipulación, viene cediendo espacios, viene aceptando algo que no le gustó pero tampoco tuvo la fuerza y el coraje y la audacia para enfrentar y poder cambiar la situación, tampoco podrá pretender cambiarla de la noche a la mañana. Alli es donde tenemos que sentarnos a tomar un café con nosotros mismos y elaborar: en primer lugar, hacer una autocrítica para ver si en ese análisis, en ese balance, ese diálogo interno, podemos hallar causas o responsabilidades que nos permitan darnos cuenta de por qué hemos permitido durante tanto tiempo ser manipulados. Recién allí vamos a tener que establecer nuevos tipos de comunicación para ser mucho más firmes en lo que queremos transmitir y queremos que la otra persona sepa de nosotros. Hasta llegar a una ‘probable’ etapa de negociación, porque muchas veces el manipulador no es conciente de su manipulación, y le dice a la víctima ‘vos me tenés que tomar como soy, si te gusta bien y si no también. Yo no voy a cambiar, porque esta es mi esencia’. La víctima, por otra parte, debe sacarse de la cabeza pensar que con su esfuerzo va a lograr cambiar la actitud o la forma de ser o de actuar del otro en el mundo. 

            Entonces, si llegamos a una negociación, tenemos que tener claro qué es lo que queremos para la vida de aquí en adelante. Antes de inicial cualquier movimiento, el que se sienta identificado con este rol de víctima debe plantearse ser transparente, objetivo consigo mismo sobre qué es lo que quiere para sí de aquí en adelante, tomar lápiz y papel y comenzar a anotar. Y hasta dónde está dispuesta a comprometerse una vez tomada la decisión, si va para atrás y para adelante, está regalando terreno al manipulador para que siga destruyéndola cada vez con más fuerza, porque estará mostrando hasta qué punto es débil y vulnerable.

            También es de capital importancia plantearse: “he vivido tantos años ‘a la sombra de mi vida’ ¿que necesito hoy para sentirme bien?”

 A través de todas estas reflexiones voy juntando coraje para enfrentarme al manipulador y decirle: hasta aquí hemos llegado de esta forma. Si vamos a continuar en este vínculo, vamos a tener que sentar bases nuevas para poder construir un estilo y una calidad de vida que también sea satisfactoria para mi y no solo para ti.

 

GL: cuando se produce la manipulación en el ámbito sexual, ¿cómo puede darse?

W: Creo que esto puede referirse a ‘solicitudes’ que no son aceptadas por parte de la pareja y donde se ejerce una presión a través de muchas formas; a través del ‘deber conyugal’, a través de la necesidad de satisfacer determinados deseos que si no son satisfechos por la pareja serán satisfechos por otra, es decir, sometiendo y de alguna manera cerrándole un círculo a la persona y obligando a la persona a hacer cosas que verdaderamente no quiere. Esto ya es mas un acoso que una manipulación.

            Hay algo cierto: hay cosas que se ven solo a la distancia, desde otra perspectiva, puede analizar con mayor objetividad lo que ha vivido. Y una de las cosas que hace de manera prácticamente constante el manipulador, es inocular la culpa en su víctima: todas las desgracias y las cosas malas que suceden en la vida son responsabilidad de quien por alguna razón no obedece a rajatablas lo que la persona que manipula quiere

 

GL: ¿Cuáles son las estrategias que se pueden desarrollar cuando nos damos cuenta que estamos encerrados en una trampa de manipulación? En un conflicto vincular, los dos pueden acusar al otro de estar inculpándolo, es decir, el otro puede decir ‘yo cumplía demandas y el otro me inculpaba de demandante’. Entonces: ¿con qué herramientas distinguir, en el conflicto donde ambos están echándole la culpa al otro, quién está realmente manipulando?

W: en las relaciones de pareja generalmente claramente se determina una figura dominante y una dominada; una que permanentemente está demandando y otra que se defiende de alguna forma diciendo ‘yo no soy responsable de todas las cosas negativas que te pasan. Quizá sí me equivoque en algunas cosas y puedo asumir la responsabilidad’. Es difícil encontrar casos donde las demandas se den por partes iguales. Creo que allí, donde la pareja no puede resolver sus conflictos por sí sola, se necesita una ayuda terapéutica: alguien que objetivamente, sin estar involucrado en la situación simplemente pueda omitir una opinión. Tenemos que admitir que las cosas que nos pasan, tienen más de una interpretación, porque nosotros miramos con un determinado cristal. De ahí la importancia de la opinión de otra persona no involucrada en el epicentro del conflicto, sea terapeuta, amigo u otra persona.

 

No me creas cuando digo que el cansancio está venciéndome , no creas.
Si por un momento dejo de nadar en este río nada manso.
No me creas cuando el mundo se derrumba ante mis ojos y no aguanto.
No me creas cuando sientas que este frágil corazón se ha vuelto de metal.
Dame un beso cuando veas que la fuerza se me fue
y verás que me levanto pues un beso tuyo cura todo cura todo.
Cuando el aire cruza raro entre los árboles de mi alma tú no creas.
Se podrán mover algunas hojas pero siguen firmes las raíces.
Dame un beso y alíviame el dolor de estar tan vivo
y verás que es pasajero pues un beso tuyo cura todo cura todo.
Dame un beso y aférrate conmigo al paso de los años
y abrígame que hay frío el resto del camino y

solo un beso tuyo puede ser mi abrigo.

GL: Los libros sapienciales de las Escrituras suelen llamar “necio” al que se niega a ver lo obvio. Esto cuadra muy bien con la figura de la manipulación. “Si buscas la justicia la alcanzarás, y te revestirás de ella como de una túnica gloriosa. Los pájaros buscan la compañía de sus semejantes y la verdad retorna a aquellos que la practican. El león está al acecho de su presa. Así, el pecado está al asecho de los que practican la injusticia. La conversación del hombre es buena siempre que sea sabia, pero el insensato es variable como la luna. Mide tu tiempo cuando estés entre los necios, pero quédate largo rato entre la gente de criterio. La discusión con los necios es odiosa y solo causa el vicio desenfrenado (Ecl)

Yo no te pido Yo no te pido que me bajes una estrella azul
solo te pido que mi espacio llenes con tu luz.
Yo no te pido que me firmes diez papeles grises para amar
sólo te pido que tu quieras las palomas que suelo mirar.

De lo pasado no lo voy a negar el futuro algún día llegara
y del presente que le importa a la gente si es que siempre van a hablar.

Sigue llenando este minuto de razones para respirar
no me complazcas no te niegues no hables por hablar. Mario Benedetti

Participan los oyentes

          Cuando recurrimos a la justicia para resolver un problema así para proteger a nuestros hijos, nos encontramos con un problema a futuro. Lo único que nos ofrecen es divorcio, división de bienes. ¿qué otra idea se nos podría aportar para salir de las manos del manipulador? Tengo un hijo discapacitado y del manipulador no recibo ningún tipo de atención humana.

W: Aquí existe un vacío legal. Cuando las personas acuden a la justicia es porque realmente hay un abandono de las responsabilidades económicas, pero fundamentalmente cuando hay agresión física. Allí primero se radica la denuncia a la policía, se cita al acusado y luego se pasa el caso al juez que dicta una medida cautelar: ‘esta persona por equis cantidad de tiempo no puede acercarse a esta persona’, y hasta allí está todo bien, pero desde el momento en que se emite esa orden, no hay absolutamente nadie que pueda fiscalizar, y lamentablemente muchas veces esas personas que tuvieron la valentía de ir a hacer la denuncia terminan siendo víctimas de un homicidio. Hay un vacío en el seguimiento de esta situación que ya dejó de ser ‘puertas adentro’ y comenzó a ser un caso ‘de la justicia’. Allí sí, en todo el sentido del término, ‘la víctima’ queda literalmente ‘desamparada’, a merced del equilibrio o el desequilibrio del manipulador. Evidentemente esto debería legislarse con urgencia, pero esto escapa a lo que estamos tratando nosotros desde este lugar.

GL: no todo es ruptura, no todo es divorcio. Tenemos que desarrollar todas las estrategias en la comunicación. Hay posibilidades de encontrar caminos

W. además creo que por naturaleza los seres humanos somos conciliadores.

 

          Qué lectura tiene la indiferencia emocional que generalmente en una pareja el que más tiende a aplicarla es el hombre: el tema de evitar hablar, de no explicar los sentimientos, no aceptar la necesidad que se le puede plantear de la mujer, y en el mejor de los casos, si se anima a hablar, de negar lo que ella siente. En este caso ¿qué herramienta puede uno utilizar en función de encontrar la forma de poder comunicar y dialogar sobre ese tema?

GL: ahí hay dos preguntas: la indiferencia como forma de ‘agresión pasiva’, y el no reconocimiento del manipulador de lo que se le plantea

W: Vamos a partir de la base de lo que la vida me ha mostrado y es que ‘nadie puede cambiar a nadie’. Aquí la oyente no plantea un caso de manipulación sino de ‘insensibilidad’, de dificultad para comunicar sentimientos o dificultad para aceptar o para comprender qué es lo que su pareja está demandando. Creo que en estos casos hay dos formas muy claras. Una es pedirle a esa persona que pida ayuda (que generalmente la rechaza de plano, porque –palabras más, palabras menos- le va a decir ‘yo estoy bien, la que estás loca sos vos’, y eso genera una actitud mucho más violenta por parte de quien se siente devaluada y además agredida desde todo punto de vista. En ese caso, cuando pasa el tiempo y verdaderamente la comunicación no existe, creo que debe plantearse si se justifica seguir al lado de esa persona que por ningún motivo permite evaluar qué es lo que le pasa a la persona con quien está compartiendo la vida. En una pareja permanentemente hay una mutua cesión de espacios sin que cada uno pierda su identidad. No es cierto que una pareja para funcionar bien tengan que ser como dos gotas de agua, primero porque no es posible esto porque cada uno tiene un pasado diferente aunque se hayan conocido de muy jovencitos. Y cada uno tiene una manera de enfocar los problemas que naturalmente surgen en la convivencia. Pero cuando hay una negativa cerrada –más allá de que los hombres tienen cierta dificultad en expresar sus sentimientos, y las mujeres lo hacen con mucho más facilidad y soltura- también todas las cosas tienen un límite. Una cosa es tener dificultad en expresar sentimientos y otra es negarse a ver qué es lo que le pasa a la otra persona con quien comparto mi vida y que a todas luces se ve que no se siente bien.

                Una de las armas que usa el manipulador es   ‘no me lo dijiste’ ‘no fuiste clara’ o ‘no te entendí’. Eso de alguna manera establece como una zanja, una separación entre lo que yo intento emitir como comunicación y lo que el receptor intenta recibir. Por eso nosotros tenemos que ejercitar nuestra comunicación, ser claros, y de esa manera evitar que el manipulador pueda usar eso como uno más de los argumentos para ‘no entender’ cuales son nuestras demandas.

                Pero por otro lado muchas veces la indiferencia es mayor que las palabras agresivas. Ese sentimiento de ‘no me importa si estas o no estás’, ‘no me importa lo que pensás’, ‘aquí las cosas se van a hacer como yo digo’, me parece que tiene que llevar finalmente a la persona a la reflexión de si merece eso para su vida o no. Y eso está íntimamente vinculado a los dos pilares que tiene la autoestima, que son la confianza y el respeto por uno mismo. La confianza no es otra cosa que la creencia en la habilidad que vamos a tener para poder resolver los problemas que normalmente se nos presentan en el curso de la vida. Y el respeto por uno mismo no es otra cosa que aprender a poner límites para no ser invadidos por los demás y a su vez para no tener nosotros la necesidad de invadir a los otros. En la medida en que nosotros desarrollamos estos dos pilares, las cosas comienzan a equipararse con mucha más facilidad. Yo tengo que saber dónde estoy parada, cómo me respeto, qué confianza tengo en mis propios procesos de pensamiento aún en el acierto o en el error. Siempre es preferible que un ser humano trace su propio surco y transite por él que transitar por un surco que trazó otra persona. Muchas veces nosotros tratamos de reflejarnos en el éxito de los demás, pero cada vida y cada situación personal y particular es un universo aparte. Yo tengo que construir mi propio edificio, y tengo que poner primero los cimientos y recién después comenzar a construir el crecimiento de mi propia casa. Trabajar en esos pilares de la autoestima va a ser el mejor antídoto contra la insensibilidad. En la medida que el manipulador ve que su víctima crece, se desarrolla, empieza a tener argumentos para rebatirlo, la indiferencia comienza lentamente a desaparecer porque no tiene otro camino que comenzar a defenderse.

 

          La persona manipuladora ¿en algún momento encuentra paz o es patológico?

W: El manipulador en realidad no vive inquieto, porque como dijimos, para el manipulador esa es la actitud natural. Quizá recién empiece a inquietarse cuando quien sufre la condición de víctima comienza a rebelarse y a hacer demandas. En la medida en que su escenario comienza a moverse, no es tan firma como lo era previamente, recién a partir de ah{i es posible que empiece a perder un poco la paz y a inquietarse

 

          ¿Puede haber una actitud encubierta, es decir , que el manipulador parezca una víctima?

W: sin duda. Justamente cuando el manipulador exige y la persona que está sometida no acepta, allí, inmediatamente, el manipulador adopta el rol de víctima. Como dijimos al principio: ‘con todo lo que hice por ti, ahora te niegas a hacer lo que te pido’, y de alguna manera enternece a la otra persona, que entonces se mira al espejo y se dice ‘¡qué mala persona que soy¡, la verdad que él tiene razón’, se siente culpable, y volvemos a ese círculo que nunca termina de romperse y es porque el manipulador cambia su ropaje y se pone en el rol de víctima en la medida en que no se responde a su demanda

 

          Tengo mi hijo con capacidades especiales, y en la escuela sufre de agresión física de parte de la Directora hacia mi hijo y hacia varios de los niños con discapacidades graves. En el caso de mi hijo la discapacidad es solo de conducta. Varios de los padres optaron a sacar sus hijos de la escuela. Yo no opté por eso porque mi hijo quiere seguir yendo para no perder sus compañeros, y tengo miedo de qué otras cosas pueden estar sucediendo emocionalmente y esta manipulación psicológica que hace esta directora, que hasta conmigo lo ha hecho para ver hasta dónde iba a llegar yo con denuncias o no. Yo quiero dejar que mi hijo termine este año de escuela y luego sí pedir alguna investigación donde corresponda, pero quiero saber si estoy haciendo bien con mi hijo

W: creo que la oyente da la respuesta. Justamente creo que frente a niños con distintas discapacidades se pueda permitir que se ejerza ningún tipo de violencia. Creo que justamente esto exige una investigación de manera de deslindar responsabilidades, y creo que hasta tanto eso no suceda esta señora, como las otras, no pueden enviar a sus hijos allí

 

W Como mensaje final por hoy, quería decir que la idea es que periódicamente nosotros, para evaluar el grado de satisfacción o insatisfacción que tenemos con la vida, nos hagamos las 4 preguntas que planteamos.

            Creo que los seres humanos tenemos que encontrarnos a nosotros mismos primero y con los demás luego. Tenemos que llamarnos a la reflexión sobre nuestra propia realidad que es la que ocupa el cien por ciento de nuestra vida, y unirnos todos para encontrar las herramientas que nos permitan mejorar nuestra calidad de vida. Se vive una sola vez: tratemos nosotros de minimizar aquellas dificultades con que cotidianamente nos encontramos, pero rescatemos los verdaderos valores esenciales que tenemos los seres humanos para poder vivir en armonía y en paz . Es una tarea que nadie puede hacer por nosotros, y que la tenemos que hacer juntos, tomados de la mano, buscando lo mejor de nuestra persona. Por eso ese símbolo de “tomarse un café con uno mismo” es también para encontrarse con lo mejor de nuestra persona, y también con aquellas áreas que son nuestras debilidades, para poder transformarlas en nuevas fortalezas que nos ayuden a conseguir nuestras metas y nuestros objetivos, que no son otra cosa que acceder al bienestar, la armonía y la paz espiritual. En definitiva, en forma manifiesta u oculta, todos los seres humanos trabajamos y crecemos buscando ese objetivo final.

 

GL: Yo creo que Dios también quiere el encuentro con la verdad. Además de lo que yo quiero para mi vida, es bueno que los creyentes nos preguntemos qué quiere Dios para nuestra vida. Y El nos responde “Si buscas la justicia la alcanzarás. Los pájaros buscan la compañía de sus semejantes, y la verdad retorna a aquellos que la practican.” Amor siempre en la justicia y en la verdad es lo que Dios quiere para todos.

 

W: Un religioso me dijo en cierta oportunidad: lo que le compete a los seres humanos está en el área de los seres humanos. Lo que los seres humanos no pueden hacer está es el área de Dios. Entonces, cada uno tiene que asumir su propia responsabilidad sabiendo que desde allí Dios está velando por todos nosotros