“La mejor forma de vivir el año mariano es difundir e imitar el amor a María y de María”, dijo el padre Cassone

viernes, 3 de abril de 2020
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03/04/2020 – En Madre del Pueblo, nos visitó el padre Guillermo Cassone quien reflexionó en torno a la figura de María en el contexto del Año Jubilar Mariano que estamos transitando. Por su parte, el padre Marcelo Amaya nos invitó a reflexionar sobre este año jubilar mariano, “A poner nuestra mirada en nuestra Madre, reflexionar y mirar a María, porque Jesús la dejó para cuidarnos, para acompañarnos y encontrar ese lugar que ella tiene en nuestra vida”.

Desde Tucumán el padre Guillermo Cassone

El padre Guillermo Cassone es del Movimiento de Schoenstatt, y en diálogo con Radio María, compartió que tiene “cuarenta y ocho años  de sacerdocio, con muchos años de servicio”.

¿Cómo ha sido la devoción a María en tu familia?

En torno a esto, el sacerdote dijo que “Mi marianismo viene del nombre que me han puesto, Guillermo Mario, y viene de la consagración que hicieron mis padres cuando era bebé, el mismo día del bautismo en la iglesia de los Capuchinos en Córdoba”.

“Lo he mamado en casa el amor a María, tanto mi mamá como mi papá eran muy marianos, nos inculcaron siempre el rezo del rosario, las fiestas marianas”, recordó el padre Guillermo.

“Después cuando iba a la primaria en el Colegio La Salle, fue un año universal del año setenta y cuatro, que el papa Pío XII convocó por ocasión por celebrar el dogma de la Asunción, y ahí nosotros como colegio hicimos una consagración a la Virgen del Valle precisamente”.

“Luego como adolescente -continuó- conocí el movimiento de Shoenstatt y ahí me consagré totalmente a la Virgen y después ya entré a la comunidad y empecé a formarme como seminarista”.

“Influyó muchísimo el encuentro que tuve con el fundador de Schoenstatt, el padre Kentenich que era un sacerdote muy mariano, él nos llevó con María siempre al encuentro con Jesús y la Trinidad”.

“Nos enseñó la fe en la providencia, la providencia divina que nos sostiene en todo momento, también en estos tiempos difíciles de la pandemia que nos toca vivir”, acertó el padre Guillermo al referirse al padre José Kentenich.

“Eso lo llevo en la sangre, y el 29 de agosto de 1961 el día de mi ordenación sacerdotal volví a renovar mi consagración a la Virgen”.

¿Qué importancia tiene en la vida de la Iglesia un Año Mariano y por qué un Congreso? ¿Esto sería una Mariología o mariolatría?

Con respecto a esta última pregunta, el padre Guillermo indicó que “Yo creo que la mariolatría es una exageración de algún fanático pero la mariología es la ciencia que dentro de la teología la función de María junto a Cristo”. Y completó diciendo que “El padre Kentenich nos inculcó que María es la compañera de Cristo, la que lo acompaña siempre”.

“La mariología es esa parte de la teología que nos muestra esa íntima relación entre Cristo y María, no se puede hablar de Cristo sin María, ni de María sin Cristo”.

“Yo viví el congreso mariano de Mendoza”

Yo viví el congreso mariano de Mendoza -contó- en el año ochenta, fue una experiencia hermosa, de celebrar todos a la Mamá de todos, a la Madre común de los argentinos”. “Fue un año muy difícil, porque todavía había muchas restricciones a la libertades personales, de movimientos, de reunión, sin embargo ese congreso fue un momento de unidad, fue un momento de pacificación de los ánimos”. “María no se puede ignorar en la historia argentina”.

“Cuando veía al Papa rezar frente a la imagen de la Salus Populi Romani, un icono muy antiguo, me emocioné pensando en el Papa, cómo confía en la Virgen”, testimonió el padre Guillermo.

Finalmente, el padre Guillermo nos dejó una bendición maternal. “Me emociona y alegra mucho que la devoción a María se vaya difundiendo”. “La mejor forma de vivir el año mariano es difundir e imitar el amor a María y el amor de María”, concluyó el padre Guillermo Cassone, del movimiento de Schoenstatt.