La oración: respiración del alma

02/03/2021 – Seguimos, como cada semana, creciendo en nuestra vida interior. En esta oportunidad comenzamos, junto al padre Héctor Espósito, un camino acerca de la oración en la vida cristiana.

“Si no respiras te mueres- comenzó diciendo el padre Héctor- la oración es la respiración del alma, sino oras te mueres”.

Dice el Evangelio de San Lucas en el capítulo 11: “Un día estaba Jesús orando en cierto lugar. Cuando terminó, le dijo uno de sus discípulos:—Señor, enséñanos a orar, así como Juan enseñó a sus discípulos. Él les dijo:—Cuando oren, digan: “Padre, santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Danos cada día nuestro pan cotidiano. Perdona nuestros pecados porque también nosotros perdonamos a todos los que nos ofenden. Y no nos dejes caer en tentación”. »Supongamos —continuó— que uno de ustedes tiene un amigo, y a medianoche va y le dice: “Amigo, préstame tres panes, pues se me ha presentado un amigo recién llegado de viaje, y no tengo nada que ofrecerle”. Y el que está adentro le contesta: “No me molestes. Ya está cerrada la puerta, y mis hijos y yo estamos acostados. No puedo levantarme a darte nada”. Les digo que, aunque no se levante a darle pan por ser amigo suyo, sí se levantará por su impertinencia y le dará cuanto necesite. »Así que yo les digo: Pidan, y se les dará; busquen, y encontrarán; llamen, y se les abrirá la puerta. Porque todo el que pide recibe; el que busca encuentra; y al que llama, se le abrirá”

“El tema de la oración no es un tema. Es la vida. Es mi vida. Mi oración se define en practicarla. ‘Or oris’ significa ‘labios’, de allí viene ‘oración’: lo que proclamamos con los labios”.

“Cuando abandonamos la oración comenzamos a faltar al amor, porque abandonamos el líquido vital, de un Dios que ora en mí y yo respiro en Él. El que ha tenido la experiencia de falta el aire, sabe que es una experiencia muy desagradable. Si falta la oración nos enfermamos”.

Santa Teresita decía acerca de la oración: “La oración es un impulso del corazón, una sencilla mirada lanzada hacia el cielo, un grito de reconocimiento y de amor”.

“Hagamos una mirada al cielo y lo deseemos- nos dijo el padre Héctor-. Desear al Señor y decirle: ‘Enseñame a orar Señor, porque te deseo de corazón’. La oración es una necesidad fundamental de vida”

La oración: Don de Dios, Alianza y Comunión

La oración como don de Dios

“Dios es el Don por excelencia. La oración es la elevación del alma a Dios. Dios se da en la oración. Nosotros le pedimos cosas, bienes, virtudes, pero Dios me quiere decir: ‘¿Y no puedo ser yo tu regalo?’ La oración es Dios dándose: Dios conmigo y yo con Dios”

La oración como Alianza

“Cualquiera sea el lenguaje de la oración (gestos, palabras, pensamientos) el que ora es todo el hombre: mi cuerpo, mi alma y mi espíritu.“Es el corazón el que ora, si éste está alejado de Dios la expresión de la oración es vana, inútil

La oración como comunión

“La oración es la relación viva de los hijos de Dios con su Padre infinitamente bueno, con su Hijo Jesucristo y con el Espíritu Santo. Es una alianza”.

Te invitamos escuchar el programa completo en el audio al inicio de esta nota.

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