“La pandemia es un tiempo de gracia para la Iglesia servidora”, afirmó Mavi Álvarez

jueves, 4 de marzo de 2021
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04/03/2021 – María Victoria Álvarez, secretaria nacional del área de Propagación de la Fe en Obras Misionales Pontificias, sostuvo que “la OMP es el instrumento eclesial que tenemos para animar la misión y para que las iglesias particulares se sientan parte de la misión universal. En Obras Misionales Pontificias tenemos distintas áreas y una de esas es la mía, donde tenemos 4 servicios, que son los grupos, las familias, la unión de enfermos y ancianos, y la misión ad gentes. Lo que hacemos es trabajar con todas las etapas de la vida y hacemos saber que todos pueden ser misioneros”.

“Los grupos misioneros es algo bien propio de nuestra cultura. Hay muchísimos en nuestro país. Estos grupos misionan a distancia, en otras diócesis que necesitan avivar el fuego misionero. Hay jóvenes, hay niños, hay familias, hay sacerdotes, hay religiosas y religiosos que forman parte de ellos. Lleva tiempo armar una misión, formarse. Pero la pandemia nos hizo comprender que se puede misionar en mi propia comunidad o parroquia, fue una gracia de Dios en este tiempo. Nos comprometimos mucho más con las actividades pastorales de nuestra parroquia. Esta gracia nos hermanó con otras pastorales, fue algo muy bueno. Nos acercamos a Caritas, a la Pastoral Social o a la Pastoral de la Salud”, dijo Mavi.

Esta pandemia es un tiempo de gracia para la Iglesia servidora. Se hace presente la Iglesia en salida que nos pide Francisco. Nos permite sentirnos Iglesia en lo cotidiano, ser verdaderos adoradores, en espíritu y en verdad. El misionero comparte experiencia de fe y de vida. Y la amistad surge naturalmente, el misionero es amigable”, resaltó la dirigente.

“Las familias misioneras es algo que también caracteriza a nuestra Iglesia argentina. Es trabajar fuerte el llamado misionero en el corazón de esa pequeña comunidad. Son familias que rezan juntos, misionan juntos.  La familia cristiana debe ser misionera, dice el papa Francisco. La pandemia fortaleció a las familias misioneras porque hubo mucha convivencia”, agregó Álvarez. “En la unión de enfermos y ancianos buscamos acompañar a las personas mayores o que atraviesan una enfermedad y que esas personas también se sientan parte de la misión. Se logra desde la formación y la animación, también desde la oración. Esto lo vivieron nuestro Señor Jesús y también lo hizo santa Teresita de Lisieux”, dijo.

En la misión ad gentes, desde el año pasado, estamos comprometifos con la misión que hay en la Amazonía peruana. Estamos preparando a misioneros argentinos que irán a ese pulmón verde a acompañar a los pueblos originarios peruanos. La convocatoria sigue abierta y luego se hace un discernimiento con quienes quieran ir allá y se vayan sumando. Cuando afloje la pandemia se visitará la comunidad en la Amazonia peruana. Tenemos ya 30 personas anotadas para ser misioneros ad gentes allá. Los interesados deben escribir a [email protected] y les daremos una respuesta”, cerró expresando Mavi.